Las potencias mantienen vivo el di¨¢logo con Ir¨¢n
Teher¨¢n acepta una nueva ronda de negociaciones nucleares en Mosc¨²
Ir¨¢n y las seis grandes potencias han extendido hasta ¨²ltima hora sus conversaciones en Bagdad en busca de un acuerdo m¨ªnimo que les permita mantener abierto ese canal diplom¨¢tico. El compromiso de volver a reunirse en Mosc¨² los pr¨®ximos 18 y 19 de junio ha sido el ¨²nico que han podido alcanzar ante el oc¨¦ano que separa sus posiciones respecto al programa nuclear iran¨ª. La delegaci¨®n enviada por Teher¨¢n ha acusado a sus interlocutores de crear ¡°una atm¨®sfera dif¨ªcil¡±.
¡°Vamos a mantener intensos contactos con nuestros hom¨®logos iran¨ªes para preparar una nueva reuni¨®n en Mosc¨² (¡) los pr¨®ximos 18 y 19 de junio¡±, ha anunciado la alta representante europea Catherine Ashton al concluir dos d¨ªas de conversaciones con el equipo negociador iran¨ª. Ashton reconoci¨® que subsisten ¡°importantes desacuerdos¡± entre las dos partes, aunque asegur¨® que Teher¨¢n ha aceptado abordar el asunto del enriquecimiento de uranio al 20%.
Las dificultades se ve¨ªan venir. Para los iran¨ªes, el ¨²nico inter¨¦s de participar en ese ejercicio diplom¨¢tico era lograr el levantamiento, al menos parcial, de alguna de las sucesivas rondas de sanciones econ¨®micas y financieras que est¨¢n asfixiando su principal fuente de ingresos, las exportaciones de petr¨®leo. Para EEUU, el peso pesado de la delegaci¨®n que encabeza Ashton, levantar ese castigo exige un compromiso previo y verificado de que Ir¨¢n renuncia a enriquecer uranio por encima del 5% (m¨¢ximo que requiere el combustible nuclear), para asegurarse de que no lo desv¨ªa a la fabricaci¨®n de una bomba.
Tal vez las expectativas creadas fueron demasiado altas. Los Seis (adem¨¢s de EEUU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) esperaban que la presi¨®n de las sanciones trajera a la mesa a un Ir¨¢n m¨¢s flexible. Y sin duda el tono m¨¢s dialogante que sus portavoces han adoptado desde la reuni¨®n de Estambul, el pasado abril, indicaba que ten¨ªan ganas de resolver el asunto y pasar p¨¢gina. Pero no a cualquier precio.
El r¨¦gimen iran¨ª ha convertido su programa nuclear, y su derecho a enriquecer uranio, no ya en una cuesti¨®n de orgullo nacional, sino en uno de los pilares de su propia supervivencia. S¨®lo en la medida en que el coste de mantener ese proyecto ponga en riesgo al sistema isl¨¢mico, estar¨ªan sus m¨¢s altos prebostes dispuestos a sacrificarlo. Seg¨²n ha contado Hosein Mousavian, que form¨® parte del equipo negociador iran¨ª entre 2003 y 2005, el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª, lleg¨® a expresar su decisi¨®n de dejar el cargo si se viera obligado a renunciar al enriquecimiento.
La oferta de los Seis ha sido no imponer m¨¢s sanciones, ayudar con la seguridad de la central de Bushehr y volver a vender repuestos de aviaci¨®n a Ir¨¢n
Aunque no se ha hecho p¨²blico el contenido de la oferta puesta sobre la mesa el mi¨¦rcoles, las filtraciones a la prensa indican que a cambio de que la Rep¨²blica Isl¨¢mica suspenda el enriquecimiento de uranio al 20%, se le ha ofrecido no imponer nuevas sanciones, facilitarle las barras de combustible que necesita para su reactor de investigaci¨®n m¨¦dica, ayudar con la seguridad de la central de Bushehr (a¨²n inoperativa) y acceso a repuestos de aviaci¨®n. La delegaci¨®n iran¨ª se declar¨® ofendida. Su responsable, Said Yalil¨ª, present¨® su propia contrapropuesta y pidi¨® a Ashton, con quien se reuni¨® al menos tres veces en privado, que los Seis revisaran su postura.
Seg¨²n los medios iran¨ªes, los negociadores de su pa¨ªs insist¨ªan en el principio de ¡°reciprocidad de las concesiones¡± que, insist¨ªan, se acord¨® en la reuni¨®n preparatoria de Estambul. Ven injusto que se les exija renunciar al enriquecimiento sin ni siquiera un gesto con las sanciones.
¡°Creemos que la raz¨®n por la que [las potencias] no son capaces de alcanzar un resultado es EEUU. Han venido a Bagdad sin un mandato claro, as¨ª que nos parece que la atm¨®sfera es muy dif¨ªcil¡±, explic¨® un diplom¨¢tico iran¨ª citado por la agencia Reuters.
Tal vez mantener los canales abiertos sea lo m¨¢ximo a lo que se pueda aspirar mientras ninguna de las partes est¨¦ dispuesta a hacer la primera concesi¨®n. De hecho, Bagdad ha sido una de las pocas ocasiones despu¨¦s de 35 reuniones a lo largo de casi una d¨¦cada, en que la cita se ha prolongado una segunda jornada.
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