Atrapados por dos crisis
Los argentinos que vuelven de Espa?a, despu¨¦s de irse de su pa¨ªs en 2002, se encuentran con realidades contrastantes
En 2001 hab¨ªa unos 32.000 argentinos viviendo en Espa?a. Esta cifra del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) no incluye a aquellos que ten¨ªan tambi¨¦n la nacionalidad espa?ola o la italiana. A partir de la crisis del el corralito¡±., unos 229.000 argentinos m¨¢s cruzaron el Atl¨¢ntico. En 2006, los que carec¨ªan de ciudadan¨ªa europea sumaban 150.000. Pero el a?o pasado bajaron a 120.000. Algunos han conseguido la nacionalidad espa?ola, pero muchos otros han regresado a su pa¨ªs. Acorralados primero por la crisis argentina, despu¨¦s quedaron atrapados por la de Espa?a. Ahora, de regreso en su tierra, unos est¨¢n contentos porque tienen trabajo, pero otros est¨¢n en el paro y temen vivir una tercera crisis.
Exitoso en Espa?a, parado en Argentina
N. G., de 40 a?os, se fue de Argentina en mayo de 2002. ¡°No me fui por el corralito¡±, cuenta este inform¨¢tico experto en telecomunicaciones cuyos ahorros quedaron atrapados y solo los recuper¨® con recursos de amparo en los tribunales. Viaj¨® a Espa?a con la nacionalidad italiana de sus antepasados y despu¨¦s consigui¨® tambi¨¦n la espa?ola. Quer¨ªa sumar experiencia laboral en el exterior. ¡°En septiembre [de 2002] empec¨¦ a trabajar y tuve un crecimiento exponencial¡±, relata N. G. En diciembre pasado, sin embargo, regres¨® a Buenos Aires.
¡°He vuelto por proyectos personales, no por la crisis de all¨¢¡±, aclara este profesional que hasta marzo, despu¨¦s del verano austral, no tuvo ni una entrevista de trabajo en su pa¨ªs. ¡°Si bien Espa?a est¨¢ complicada, all¨¢ ten¨ªa trabajo. Cuando me volv¨ª, la crisis empez¨® ac¨¢. En marzo y abril tuve entrevistas, pero los ¨²ltimos meses estuvieron bastante flojos. Sigo buscando trabajo. No me arrepiento de volver porque la idea era volver con mi gente. Ahora valoro otro tipo de cosas, lo personal, lo familiar. Pero aqu¨ª la clase baja se increment¨® much¨ªsimo. En Espa?a no ves tanta gente pidiendo limosna. Ac¨¢ hay huelgas cotidianas. La infraestructura y el transporte son lamentables. Todo esto te genera impotencia¡±, reconoce N. G.
Si pierde un empleo, consigue otro en 15 d¨ªas
Mauro Rodr¨ªguez hab¨ªa invertido para montar un pub en su peque?a ciudad, Ca?ada de G¨®mez (387 kil¨®metros al norte de Buenos Aires). Debido a la crisis de 2001-2002 no recaudaba lo que preve¨ªa y debi¨® alquilar el local. ¡°Me fui seis meses a Espa?a para juntar plata y pagar mis deudas¡±, cuenta Mauro, que trabaj¨® de camarero, panadero y recogedor de melocotones. Ten¨ªa la ciudadan¨ªa espa?ola de sus antepasados. En 2003 se fue otro medio a?o a Alemania para atender la barra de una cafeter¨ªa. ¡°Fui para seguir ahorrando, mientras esperaba que Argentina se levantase¡±, recuerda Mauro. Al regresar a su pa¨ªs encontr¨® un ¡°buen¡± empleo en una f¨¢brica de zumos.
En 2006 se cas¨® y regres¨® a Espa?a. ¡°Fuimos a pasear y si se pod¨ªa hacer dinero, mejor¡±, recuerda Mauro, que se dedic¨® en esa ocasi¨®n a vender libros. Al a?o y medio se mudaron a Alemania porque consideraban que all¨ª pod¨ªan ahorrar m¨¢s. ¡°En Espa?a no est¨¢bamos mal¡±, aclara este argentino de 38 a?os. En 2009, cuando ya hab¨ªan recaudado lo suficiente para construir una casa en Ca?ada de G¨®mez, se volvieron. ¡°En ese momento, Argentina estaba mejor que cuando nos hab¨ªamos ido. Y nos sigue yendo bien. Ahora vendo muebles de una f¨¢brica de Ca?ada. Veo muy bien a Argentina. Si a m¨ª me va mal con este trabajo actual, consigo otro en 15 d¨ªas. Eso es un aliciente important¨ªsimo. En 2002 no hab¨ªa absolutamente nada de trabajo¡±, se complace Mauro.
¡°En Espa?a la plata te rinde m¨¢s¡±
Exequiel Tejerina ten¨ªa una empresa de log¨ªstica en Argentina a la que le iba bien a pesar de la crisis de 2001/2002, pero su novia viv¨ªa en Espa?a. Exequiel, que entonces ten¨ªa 27 a?os y ahora cuenta 37, vendi¨® su compa?¨ªa y se march¨® a Barcelona para desempe?arse como director comercial de una firma de tecnolog¨ªa para coches. ¡°En Argentina me iba bien porque me dedicaba al comercio internacional. Algo de mis ahorros quedaron en el corralito, pero hab¨ªa sacado la mayor¨ªa de la plata del banco antes de que se anunciara. Despu¨¦s me dieron [los t¨ªtulos p¨²blicos] Boden 2007 por los dep¨®sitos retenidos. No ten¨ªa mucha guita y entonces esper¨¦ a cobrar todos los intereses y el capital hasta 2007¡±, recuerda Exequiel.
¡°Me fue muy bien Espa?a, pero me encontr¨¦ con una situaci¨®n un poco inc¨®moda en 2010. Mi jefe renunci¨® porque los due?os de la empresa, que eran de Luxemburgo, no quer¨ªan invertir m¨¢s por la crisis y entonces yo tambi¨¦n renunci¨¦ con ¨¦l¡±, relata este especialista en mercadotecnia. R¨¢pidamente consigui¨® otros empleos: primero como asesor de un cliente de su antigua compa?¨ªa y despu¨¦s, en una compa?¨ªa financiera. All¨ª conoci¨® a un empresario argentino de medios de comunicaci¨®n que le propuso regresar a su pa¨ªs. Acept¨® y lleva un mes y medio viviendo en Pilar, un barrio residencial del norte de Buenos Aires. ¡°No me fui de Espa?a por la crisis sino porque aqu¨ª tengo una oportunidad profesional alucinante. Aqu¨ª me va muy bien, mucho mejor de lo que esperaba, aunque Argentina est¨¢ complicada. Todo est¨¢ muy caro, inestable. En Espa?a la plata te rinde m¨¢s, hay m¨¢s seguridad, pero con lo que est¨¢ pasando habr¨¢ m¨¢s delitos. All¨¢ est¨¢ muy dif¨ªcil. Veo a Argentina con mucho m¨¢s liquidez que hace diez a?os. Si bien no comparto muchas cosas del sistema econ¨®mico, soy bastante optimista¡±, se ilusiona Exequiel, que ahora traer¨¢ de Espa?a a su esposa y las dos hijas que tuvieron all¨ª.
¡°Argentina est¨¢ mejor, pero hay demasiada fiesta del consumo¡±
Apasionados por el senderismo, Gerardo Cadierno y su esposa, vecinos de la periferia sur de Buenos Aires, hab¨ªan recibido en 2002 una invitaci¨®n para disertar sobre el tema en Asturias. Pensaban quedarse tres meses de vacaciones. En el medio, con la crisis argentina, de las cinco fuentes de ingresos que ten¨ªan, se quedaron con una y reducida a la mitad. Gerardo es especialista en comunicaci¨®n y en la actualidad, a los 44 a?os, trabaja en una c¨¢mara de empresas de electr¨®nica. En aquel entonces sus ahorros quedaron atrapados en el corralito y un amigo les prest¨® dinero para viajar. En Espa?a trabaj¨® primero como obrero de la construcci¨®n y despu¨¦s en un restaurante de Villaviciosa.
En 2006 regresaron a Argentina por diversos motivos. Quer¨ªan volver a desarrollar su profesi¨®n, que sus futuros hijos se criaran con abuelos cercanos y adem¨¢s, se ol¨ªan la crisis en Espa?a. ¡°Ve¨ªamos que la burbuja iba a estallar¡±, recuerda Gerardo, que tard¨® varios meses hasta encontrar empleo en su pa¨ªs. ¡°Pero la diferencia entre la Argentina que dejamos y la que encontramos era muy grande. Un d¨ªa vi un tipo que iba silbando contento con una carretilla por la calle y pens¨¦: ¡®Ahora aunque sea tiene para comer un puchero¡¯. El problema es que hay demasiada fiesta del consumo y pensamos que va a durar para siempre. Hay gente que est¨¢ fuera del sistema, como en los noventa. El ingreso se redistribuy¨®, pero no la riqueza. Estamos mejor, no se va a repetir una crisis como la de 2002, pero se puede complicar. Tengo trabajo, pero hay que dar pelea¡±, asume Gerardo.
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