China refuerza su presencia militar en la zona de disputa con Jap¨®n
Pek¨ªn env¨ªa m¨¢s nav¨ªos de guerra a las islas Senkaku/Diaoyu mientras se reavivan las protestas contra los intereses japoneses en la v¨ªspera del aniversario de la invasi¨®n de Manchuria
Once naves de la Marina china arribaron hoy a la zona de las islas administradas por Jap¨®n y reclamadas por China, en una clara escalada de la tensi¨®n militar en la zona. "Una decena de buques de patrulla fueron identificados al l¨ªmite de las aguas alrededor de la isla Uotsuri ", dijo un portavoz de la Guardia Costera japonesa. El primer ministro japon¨¦s, Yoshihiko Noda, asegur¨® que su Gobierno llevar¨¢ a cabo una intensa vigilancia y control de todos los movimientos en las aguas que rodean al peque?o archipi¨¦lago, rico en recursos pesqueros y que se cree alberga tambi¨¦n reservas de hidrocarburos.
Seg¨²n la televisi¨®n Fuji TV, en caso de que pesqueros chinos se acerquen al archipi¨¦lago el Gobierno de Jap¨®n est¨¢ preparado para crear una "zona de defensa" en la que unos 30 barcos de la guardia costera har¨ªan una especie de "muro" alrededor de las conflictivas islas.
En la zona, adem¨¢s, se encuentra un buque de las Fuerzas de Auto Defensa (Fuerzas Armadas niponas) enviado por el Ministerio de Defensa para garantizar el mantenimiento del orden, indic¨® la misma cadena.
Mientras tanto, en el territorio chino la protesta contra los intereses japoneses se ha reavivado en la v¨ªspera de un nuevo aniversario la invasi¨®n de Manchuria el 19 de septiembre de 1931, donde las tropas japonesas cometieron horrendos cr¨ªmenes de guerra.
El enconamiento de la disputa hist¨®rica que mantienen Jap¨®n y China por un grupo de islas en el mar de China oriental ha alcanzado uno de los momentos m¨¢s tensos de las ¨²ltimas d¨¦cadas. F¨¢bricas de multinacionales, tiendas de ropa y supermercados japoneses instalados en la segunda econom¨ªa del mundo se han visto obligados a cesar temporalmente la actividad esta semana debido a los ataques sufridos y en previsi¨®n de posibles incidentes.
El fabricante de aparatos electr¨®nicos Panasonic ha asegurado que una de sus plantas ha sido saboteada por trabajadores chinos y permanecer¨¢ cerrada hasta este martes, aniversario del inicio de la ocupaci¨®n en 1931 de partes de China por las fuerzas japonesas. Canon, del mismo sector, paralizar¨¢ la producci¨®n en tres de sus cuatro f¨¢bricas chinas lunes y martes, preocupada por la seguridad de sus empleados, seg¨²n informaciones de la prensa japonesa, mientras que Honda detendr¨¢ la fabricaci¨®n dos d¨ªas. Tambi¨¦n parar¨¢n Mazda, Nissan -dos de sus tres f¨¢bricas de ensamblaje- y Toyota. La marca Uniqlo ha cerrado algunas de sus tiendas de ropa y lo mismo har¨¢ el martes el grupo Seven & I con 13 de sus supermercados Ito Yokado y 198 de sus locales 7-Eleven. La aerol¨ªnea All Nippon Airways ha afirmado que se ha producido un aumento de la cancelaci¨®n de vuelos desde China hacia Jap¨®n.
La ola de protestas antijaponesas se ha extendido por varias ciudades chinas en la ¨²ltima semana, a causa de la disputa que mantienen ambos pa¨ªses por un grupo de islas deshabitadas conocidas en japon¨¦s como Senkaku y en chino como Diaoyu, y que est¨¢n controladas por Jap¨®n. Las manifestaciones, registradas principalmente frente a las representaciones diplom¨¢ticas japonesas, han derivado en algunos casos en ataques violentos sobre conocidas compa?¨ªas como las automovil¨ªsticas Toyota y Honda. Pero tambi¨¦n han afectado a negocios y restaurantes japoneses, que, en algunos casos, son propiedad de ciudadanos chinos.
En Shanghai, donde existe una comunidad extranjera de unos 56.000 japoneses, un grupo de manifestantes expuls¨® el domingo a unos clientes japoneses de un restaurante que se encuentra cerca del consulado del Gobierno de Tokio. En Guangzhou (capital de la provincia de Guangdong), la polic¨ªa afirma que ha detenido a 11 personas por destrozar un coche de marca japonesa, escaparates y carteles de publicidad. Concesionarios de Toyota y Honda han sido incendiados en Qingdao, ciudad de la provincia costera de Shandong. Algunos chinos propietarios de autom¨®viles japoneses contaban el s¨¢bado en Pek¨ªn que hab¨ªan decidido no utilizar el veh¨ªculo para evitar posibles problemas.
Los disturbios estallaron en numerosas ciudades el fin de semana, en respuesta a la decisi¨®n de Tokio, la semana pasada, de comprar tres de las islas en disputa a su propietario privado japon¨¦s, nacionaliz¨¢ndolas de hecho. La medida provoc¨® la ira del Gobierno chino, que, en respuesta, envi¨® a la zona seis buques de vigilancia. Se cree que las aguas que rodean el archipi¨¦lago contienen importantes reservas de gas.
El enfrentamiento ha provocado uno de los peores brotes de sentimiento antijapon¨¦s en d¨¦cadas, y amenaza con da?ar seriamente las importantes relaciones econ¨®micas entre los dos vecinos. China es el mayor socio comercial de Jap¨®n, mientras que Jap¨®n es el tercero de China. Los intercambios bilaterales ascendieron a 342.900 millones de d¨®lares (267.000 millones de euros) el a?o pasado, seg¨²n cifras chinas.
El Gobierno chino ataja normalmente con decisi¨®n cualquier conato de movilizaci¨®n social, especialmente en la capital, pero en esta ocasi¨®n est¨¢ dejando a los manifestantes cierta libertad de movimiento. ¡°Las consecuencias muy destructivas de la compra ilegal de las islas Diaoyu est¨¢n emergiendo de forma continua, y el ¨²nico responsable de esto es Jap¨®n¡±, asegur¨® este lunes Hong Lei, portavoz de Exteriores.
El primer ministro de Jap¨®n, Yoshihiko Noda, que se reuni¨® el lunes en Tokio con el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, ha instado a Pek¨ªn a que garantice la seguridad de sus nacionales, informa Reuters. Panetta, por su parte, afirm¨® que Washington mantiene las obligaciones recogidas en los tratados de seguridad con Jap¨®n -que incluyen las islas en disputa-, pero a?adi¨® que Estados Unidos no tomar¨¢ partido en el enfrentamiento y espera que China y Jap¨®n ¡°mantengan buenas relaciones y encuentren una forma de evitar que se produzca una mayor escalada¡± del conflicto.
El Gobierno de Pek¨ªn ha advertido sobre las potenciales consecuencias de un empeoramiento del conflicto. El Diario del Pueblo ¡ª¨®rgano oficial del Partido Comunista Chino¡ª asegur¨® este lunes en su edici¨®n internacional que la econom¨ªa japonesa podr¨ªa sufrir durante 10 o 20 a?os si China decide imponer sanciones. ¡°C¨®mo puede ser que Jap¨®n quiera otra d¨¦cada perdida y est¨¦ incluso dispuesta a ir dos d¨¦cadas atr¨¢s¡±, se?ala un editorial. China ¡°siempre ha sido muy cauta sobre la posibilidad de jugar la carta econ¨®mica. Pero si las luchas sobre la integridad territorial contin¨²an, si Jap¨®n sigue con sus provocaciones, entonces China presentar¨¢ batalla¡±. Las sanciones ser¨ªan, sin embargo, un arma de doble filo, ya que tendr¨ªan tambi¨¦n consecuencias sobre la econom¨ªa china, dada la interdependencia de los dos pa¨ªses.
Tokio ha advertido a sus residentes en China sobre la posibilidad de que se produzcan grandes manifestaciones este martes. La embajada ha aconsejado a sus nacionales que no salgan a la calle solos y no hablen en alto en japon¨¦s. Muchos colegios japoneses por todo el pa¨ªs, incluidos Pek¨ªn y Shanghai, han cancelado clases esta semana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.