Estados Unidos, al borde del abismo fiscal
Tras el baile de cifras sobre los gastos que hay que recortar y los impuestos que hay que aumentar, se esconde una disputa sobre el modelo econ¨®mico que cada partido defiende
![Antonio Ca?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbeac12ba-699c-4d3e-89c6-e30be1d9a86c.png?auth=74fed457e58f28ed1f5682cefdc437f0ffd7a482e0124e2212ab78e056c83af2&width=100&height=100&smart=true)
![Barack Obama, da un discurso durante la celebraci¨®n de un foro de l¨ªderes emprendedores en Washington.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JYO3UAZA3WI2PLKEYF64T6JSCY.jpg?auth=2ac199efe667f4a0d3770b3855ad268718fcf436c2e5be9c74ab5c7f1f788bf0&width=414)
Con pocos d¨ªas por delante para evitarlo, Estados Unidos se encuentra al borde de lo que se conoce como ¡°el abismo fiscal¡±, al borde de una ruptura de la negociaci¨®n sobre los presupuestos con potenciales efectos desastrosos para la econom¨ªa mundial. Dem¨®cratas y republicanos est¨¢n enzarzados en una pelea en la que est¨¢ en juego, no solo el futuro pol¨ªtico de cada partido, sino la estabilidad econ¨®mica de este pa¨ªs, su gobernabilidad y su credibilidad como primera potencia.
Si este asunto tiene la trascendencia que se le reconoce es porque, tras el baile de cifras sobre los gastos que hay que recortar y los impuestos que hay que aumentar, se esconde una disputa sobre el modelo econ¨®mico que cada partido defiende y, con ello, se env¨ªa un mensaje al mundo sobre el rumbo que EE UU emprende para los pr¨®ximos a?os. Esa disputa deber¨ªa de haber sido resuelta en las elecciones del pasado 6 de noviembre, en las que gan¨® el candidato que propon¨ªa que los ricos aportaran m¨¢s al esfuerzo conjunto para estabilizar la econom¨ªa, es decir, Barack Obama. Pero los republicanos no acaban de admitir su derrota y pretenden ahora compensar en la negociaci¨®n parlamentaria lo que perdieron en las urnas. Su interpretaci¨®n es que Obama no obtuvo un mandato suficiente para subir impuestos y que elevar la presi¨®n fiscal a los ingresos altos perjudicar¨¢ el crecimiento.
Si esa batalla ideol¨®gica no se resuelve antes del 31 de diciembre, subir¨¢n, no s¨®lo los impuestos de los ricos, sino los de todos los contribuyentes, puestos que en esa fecha vence el recorte temporal de tipos impositivos que se hizo durante la Administraci¨®n de George Bush. Adem¨¢s, de acuerdo a un pacto anterior firmado por republicanos y dem¨®cratas, precisamente, para obligarse a llegar a un acuerdo ahora, se reducir¨¢n gastos de forma indiscriminada ¨Cincluidas ayudas a los parados y gastos militares- hasta llegar a una reducci¨®n del d¨¦ficit equivalente a un 4% del Producto Interior Bruto (PIB). Es lo que se conoce como el ¡°abismo fiscal¡±, no solo por el impacto que todos esos recortes e impuestos tendr¨ªan sobre la econom¨ªa, sino por el perjuicio para la imagen de EE UU, que correr¨ªa el riesgo de ver su calificaci¨®n rebajada por las agencias de cr¨¦dito. Los efectos de una crisis as¨ª sobre econom¨ªas en situaci¨®n tan dif¨ªcil como las de Europa son inimaginables.
Esa disputa deber¨ªa de haber sido resuelta en las elecciones del pasado 6 de noviembre, en las que gan¨® el candidato que propon¨ªa que los ricos aportaran m¨¢s al esfuerzo conjunto para estabilizar la econom¨ªa, es decir, Barack Obama
?Puede evitarse eso? El sentido com¨²n dice que, en el ¨²ltimo momento, se deber¨ªa de encontrar alguna f¨®rmula para lograrlo. Obama ha manifestado este mi¨¦rcoles que conf¨ªa en que sea posible conseguirlo en un plazo m¨¢ximo de una semana, para evitar un da?o que ya ha empezado a apreciarse. Los inversores han comenzado a resentirse de la incertidumbre que este problema est¨¢ provocando. La Bolsa de Nueva York lleva varios d¨ªas de bajadas y se teme que puede empeorar a¨²n si se prolonga la tensi¨®n actual.
Otro dato que apunta al optimismo es la debilidad del Partido Republicano. A¨²n noqueado por los resultados del 6 de noviembre, la oposici¨®n carece de la unidad y la autoridad para presentar una seria batalla a un presidente m¨¢s legitimado y popular que nunca. El diario The New York Times informaba el mi¨¦rcoles de que los l¨ªderes conservadores en el Congreso parecen inclinarse por la rendici¨®n para no deteriorar a¨²n m¨¢s la imagen del partido ante la opini¨®n p¨²blica. Encuestas recientes muestran que los norteamericanos culpar¨ªan a los republicanos de un eventual fracaso de las negociaciones.
Pero, dicho eso, todas las indicaciones dadas hasta ahora por los negociadores son pesimistas. Obama dijo que conf¨ªa en un acuerdo en pocos d¨ªas, pero tambi¨¦n ha dicho que ser¨¢ imposible conseguirlo sin un aumento de impuestos a los ingresos altos. ¡°Vamos a tener que subir los tipos fiscales del 2% de la poblaci¨®n con m¨¢s recursos o, de lo contrario, no vamos a llegar a un acuerdo¡±, ha advertido. Su oferta es la de elevar del 36% al 39,6% el tipo sobre los ingresos individuales superiores a los 200.000 d¨®lares anuales, y del 33% al 35% el de los ingresos familiares por encima de los 250.000 d¨®lares anuales. Eso dejar¨ªa los tipos en el mismo nivel que tuvieron durante la Administraci¨®n de Bill Clinton, que culmin¨® la presidencia con un super¨¢vit en las cuentas p¨²blicas.
La Bolsa de Nueva York lleva varios d¨ªas de bajadas y se teme que puede empeorar a¨²n si se prolonga la tensi¨®n actual
Por su parte, el presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, ha puesto sobre la mesa una propuesta para incrementar en 800.000 millones de d¨®lares los ingresos fiscales del estado, pero con la condici¨®n de que eso se consiga mediante la eliminaci¨®n o reducci¨®n de algunas exenciones actuales ¨Cobras de caridad, compra de vivienda, estudios, etc.- y no con el aumento de impuestos a nadie. La Casa Blanca ha contestado que esa cantidad, no solo es la mitad de lo que se necesita aumentar para atajar de forma efectiva el d¨¦ficit, sino que es imposible llegar a esa cifra sin causar un gran perjuicio a las clases m¨¢s desfavorecidas. La ¨²nica soluci¨®n, insiste el presidente, es aumentar los impuestos a los ricos.
Para los republicanos, eso de subir impuestos es un anatema. Lo es algo menos tras haber comprobado que esa inflexibilidad no les ha funcionado bien electoralmente. Pero a¨²n existe un grupo significativo de congresistas que creen que incluso la propuesta de su compa?ero Boehner es inaceptable.
Para complicar a¨²n m¨¢s esta situaci¨®n, algunos republicanos pretenden condicionar el acuerdo sobre el abismo fiscal a un compromiso de la Casa Blanca para limitar el techo de deuda del Gobierno. Obama ya advirti¨® el mi¨¦rcoles de que no va a ¡°entrar en ese juego¡±.
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