La Asociaci¨®n del Rifle propone combatir las armas con m¨¢s armas

Ni un paso atr¨¢s. Quien tuviese un atisbo de esperanza de que una de las asociaciones m¨¢s reaccionarias del pa¨ªs entonase al menos un t¨ªmido ¡®mea culpa¡¯ ante la contundencia de 20 f¨¦retros blancos infantiles consecuencia del ¨²ltimo tiroteo que ha sufrido EEUU ha salido de la rueda de prensa ofrecida por la Asociaci¨®n Nacional del Rifle decepcionado cuando no impactado. La Respuesta de la NRA a las matanzas que provocan las armas son m¨¢s armas.

¡°Las leyes no son la respuesta¡±, ha dicho Wayne Lapierre, el vicepresidente del quiz¨¢ el lobby pol¨ªtico m¨¢s poderoso del pais y que hasta hoy hab¨ªa guardado silencio. ¡°La ¨²nica manera de detener a un tipo malo armado es un tipo bueno tambi¨¦n armado¡±, ha declarado sin pesta?ear Wayne Lapierre, n¨²mero dos de la NRA (Asociaci¨®n Nacional del Rifle, siglas en ingl¨¦s), que ha sido presentado a la prensa por el presidente del grupo, David Keene, quien ha advertido que no aceptar¨ªan preguntas.

Cuando el pa¨ªs vive todav¨ªa con las banderas a media asta en se?al de luto por las v¨ªctimas de Newtown, cuando a¨²n quedan algunos de los 20 f¨¦retros infantiles por yacer en su sepultura y cuando la discusi¨®n pol¨ªtica se centra en aplicar restricciones a las armas de fuego, la NRA ha anunciado esta ma?ana un plan que sit¨²a un agente armado a la entrada de todos y cada uno de los centros educativos del pa¨ªs.

Sin remordimientos, desafiante y a la ofensiva, Lapierre ha declarado que lo sucedido en Connecticut hubiera tenido un resultado muy diferente si en Sandy Hook hubiera habido alguien armado y con el entrenamiento necesario. ¡°Se hubieran salvado vidas inocentes¡±, ha asegurado el vicepresidente de la NRA. ¡°Todos aceptamos que se protejan con polic¨ªas los bancos, los aeropuertos, las plantas energ¨¦ticas , incluso los estadios deportivos¡±, ha proseguido un impasible Lapierre que ya hab¨ªa sufrido la aparici¨®n de un espont¨¢neo que portaba una pancarta que calificaba a la NRA de asesina. Poco m¨¢s tarde sufrir¨ªa otro m¨¢s, este a cargo de una mujer a la que se llevaron a la fuerza mientras gritaba consignas contra la Asociaci¨®n del Rifle. ¡°Los hombres que protegen al presidente llevan armas, entonces ?Por qu¨¦ no nosotros para proteger a los m¨¢s inocentes y vulnerables, los ni?os?

¡°?Admitir¨¢n al menos que ¡®es posible¡¯ que 26 vidas inocentes se hubieran salvado ese d¨ªa?¡± ¡°?Es tan horrendo para ustedes enfrentar esa posibilidad que prefieren continuar arriesg¨¢ndose y sufrir las conscuencias?¡±, ha preguntado Lapierre ante su propuesta de armar al pa¨ªs y cuyas palabras han sido trasnmitidas en directo por todas las cadenas del pa¨ªs.

Ha estado claro que no iba a haber pr¨®posito de enmienda ¨Co al menos un tibio acercamiento a posturas que ayuden a suavizar la inmensa herida abierta en Newtown- cuando nada m¨¢s comenzar su alocuci¨®n Lapierre culp¨® a los v¨ªdeojuegos, Hollywood, la prensa, los pol¨ªticos de Washington y las escuelas libres de armas de las 27 muertes de Connecticut.

Acto seguido, Wayne Lapierre pidi¨® al Congreso de Estados Unidos que deje de gastar dinero en ayuda internacional y act¨²e ¡°inmediatamente¡± y de los pasos necesarios para poner ¡°polic¨ªas armados en cada colegio de la naci¨®n¡±. ¡°Ya habr¨¢ tiempo de hablar y debatir despu¨¦s¡±, ha expresado Lapierre enfatizando la palabra despu¨¦s. ¡°Hoy es el momento, es el d¨ªa para actuar con decisi¨®n¡±, ha proseguido al anunciar ¡°un escudo de protecci¨®n¡± en todos los centros educativos del pa¨ªs.

En opini¨®n del n¨²mero dos de la NRA, no se puede esperar a que pase el siguiente crimen innombrable para hacer algo. ¡°No podemos perder un tiempo precioso en debatir una legislaci¨®n que no va a funcionar¡±, ha advertido antes de ceder el podio al congresista Asa Nutchinson, que trabaj¨® en la Agencia antidrogas durante la Administraci¨®n de George W. Bush, y ha sido el hombre elegido por la NRA para poner en marcha el programa para armar los colegios y dar la r¨¦plica a la Casa Blanca en su esfuerzo por controlar las armas.