Palestina: volver a empezar
Ya son dos grandes potencias, Rusia y China, las que propugnan la paz a trav¨¦s de una negociaci¨®n que Ham¨¢s y la extrema derecha israel¨ª hacen hoy imposible
![Un miembro de las fuerzas de seguridad israelíes agarra a un manifestante palestino, este martes en Belén.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/T3LLURTJ3W54QEIWXKXFDWV62Y.jpg?auth=724474f479c235eb7eb34c5071d545b809501df0cc60c980956acc3048383bf3&width=414)
Cuando un conflicto se estanca no queda sino volver a los principios: ocupaci¨®n israel¨ª de Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n Este, como consecuencia de la guerra de 1967; y resoluci¨®n de la ONU (242) que ped¨ªa la completa retirada israel¨ª, junto con garant¨ªas de seguridad y fronteras reconocidas al Estado sionista. Pero, contrariamente, Israel ha ocupado y poblado sin anexionarse Cisjordania, y ocupado, poblado y anexionado la Jerusal¨¦n ¨¢rabe. Desde el acuerdo de Oslo en 1993 espor¨¢dicas negociaciones no han conducido a nada, en tanto que cristalizaba el consenso en Occidente de que la ¨²nica soluci¨®n al conflicto exige la retirada israel¨ª, con reajuste de fronteras rec¨ªprocamente consentidos, para fundar en ese territorio un Estado palestino, cuya capital fuera la parte ¨¢rabe de la Ciudad Santa. Es el plan de los dos Estados, israel¨ª y palestino, abarrotando una exigua extensi¨®n de 25.000 kil¨®metros cuadrados.
Y tras los principios, los equ¨ªvocos a despejar. 1. Es un lugar com¨²n que la f¨®rmula de la bi-estatalidad est¨¢ muerta, porque Israel no cesa de poblar el territorio en disputa, y Ham¨¢s ¡ªque gobierna Gaza¡ª comete atentados terroristas cuando lo cree oportuno, aunque en los ¨²ltimos a?os ha negociado con Israel varias treguas que generalmente ha cumplido. Pero ocurre que aunque la bi-estatalidad est¨¦ muerta, la ¨²nica alternativa es la extensi¨®n del Estado jud¨ªo a toda Palestina, con el probable corolario de la expulsi¨®n de varios millones de ¨¢rabes, ¨²nica forma de que Israel retuviera una larga mayor¨ªa sionista. Y eso, ni siquiera EE UU lo admite. 2. El advenimiento del presidente norteamericano Barack Obama, a diferencia de las impresiones iniciales, no modifica nada sobre el terreno. Cuando ofreci¨® dram¨¢ticamente una mano tendida al mundo palestino en su discurso de El Cairo (2009), las palabras iban mucho m¨¢s lejos que los actos; o a¨²n al contrario, los actos han ido m¨¢s lejos que los de su antecesor Bush II, hasta mostrar un grado extremo de comprensi¨®n y apoyo a Israel, a pesar de los desaires a que le somet¨ªa el primer ministro Benjamin Netanyahu. 3. La ruptura indefinida de las negociaciones se produjo a ra¨ªz de una serie de atentados contra la poblaci¨®n civil que convencieron a la opini¨®n israel¨ª de que no hab¨ªa interlocutor para la paz. Pero Israel, que nunca pierde la oportunidad de perder una oportunidad, en ning¨²n momento dej¨® de colonizar Cisjordania y Jerusal¨¦n Este, lo que no justificaba el terrorismo, pero s¨ª destru¨ªa el cr¨¦dito de Mahmud Abbas, presidente de la AN palestina, que quer¨ªa negociar de buena fe. Y 4. Seg¨²n las encuestas, la opini¨®n israel¨ª siempre ha favorecido mayoritariamente la bi-estatalidad, pero ese apoyo no tiene valor alguno si no se especifica 'cu¨¢nto' Estado le tocar¨ªa al pueblo palestino.
El pasado d¨ªa 6 China anunci¨® la presentaci¨®n de un plan de paz para la regi¨®n en las l¨ªneas del consenso internacional, pero que subrayaba la necesidad de reconciliaci¨®n entre Ham¨¢s y AN para que el pueblo palestino negociara unido sobre la base de la oferta de la Liga ?rabe, formulada en Beirut en marzo de 2002. Este plan ofrec¨ªa a Israel el reconocimiento diplom¨¢tico de sus Estados miembros a cambio de una retirada igual de total, iniciativa que Israel siempre ha ignorado. Paralelamente, el secretario de Estado norteamericano John Kerry planeaba su regreso a la zona para estimular la reanudaci¨®n de las conversaciones. Y en esas mismas fechas Netanyahu otorgaba permisos para la construcci¨®n de 300 viviendas en el asentamiento de Beit-Al, y una carretera que pasar¨ªa por Jerusal¨¦n, remachando en ambos casos la separaci¨®n entre la parte ¨¢rabe de la ciudad y su hinterland cisjordano. El mes pasado Netanyahu ya hab¨ªa anunciado que su objetivo era alcanzar el mill¨®n de colonos en los asentamientos, que hoy rebasan el medio mill¨®n.
Ham¨¢s establec¨ªa en su Carta fundacional de 1988 la voluntad de recuperar toda Palestina por la fuerza, pero en 2006, tras su victoria en las elecciones legislativas y aterrizaje en Gaza, aprobaba un Documento de Conciliaci¨®n Nacional con la AN, por el que se sumaba a la propuesta de la Liga ?rabe y reconoc¨ªa, aunque no de manera expresa, a Israel. El Estado sionista exigir¨ªa, comprensiblemente, mucho m¨¢s que eso para avenirse a negociar con una fuerza palestina que incluyera Ham¨¢s, pero la entrada en escena de China es una noticia. Ya son dos las grandes potencias, Rusia y China, que propugnan la paz a trav¨¦s de una negociaci¨®n que Ham¨¢s y la extrema derecha israel¨ª hacen hoy imposible.
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