El chavismo califica de ¡°chismes¡± la grabaci¨®n que sugiere su divisi¨®n interna
Mario Silva, el popular presentador que protagoniza la grabaci¨®n, asegura que se trata de una trampa de "la CIA y el Mosad"
¡°?Que hay divisiones internas? S¨ª, que jode¡±, admite Mario Silva, conductor de La Hojilla, el programa m¨¢s influyente ¡ªam¨¦n de siniestro y procaz¡ª de la televisi¨®n del Estado en Venezuela.¡°?Que hay grupos que est¨¢n unos cogiendo pa¡¯c¨¢, otros pa¡¯ll¨¢, buscando a ver c¨®mo agarran m¨¢s dinero? S¨ª¡±. Quien escuchaba inicialmente este crudo diagn¨®stico de Silva sobre la situaci¨®n actual del chavismo ser¨ªa Artemis Palacio, el hombre en Venezuela del G2, el servicio de contrainteligencia del gobierno de los Castro. O al menos eso se deduce de la grabaci¨®n, difundida este lunes por la oposici¨®n para evidenciar la fractura en el r¨¦gimen chavista, en la que Silva denomina a menudo con ese apellido a su callado interlocutor, que, las pocas veces que interrumpe a su informante, deja escuchar su marcado sonsonete caribe?o.
A partir de este lunes, sin embargo, millones de venezolanos escucharon de la inconfundible voz de Silva ¡ªuno de los emblemas medi¨¢ticos de la revoluci¨®n bolivariana en Venezuela¡ª esa descripci¨®n, probablemente la m¨¢s ¨¢spera y fidedigna sobre las intrigas en la corte del postchavismo, una pugna que envuelve a los herederos directos del l¨ªder fallecido y que, seg¨²n este testimonio, ya causa fracturas al interior de las Fuerzas Armadas, columna vertebral del r¨¦gimen.
La filtraci¨®n, proveniente de una fuente desconocida y con intenciones tambi¨¦n ignotas, hizo llegar el audio al alto comando de la oposici¨®n. A su nombre, un grupo de diputados divulgaron la grabaci¨®n en una rueda de prensa convocada en Caracas al mediod¨ªa del lunes. Silva se apresur¨® a calificar la grabaci¨®n como ¡°el bodrio que mont¨® el Mosad israel¨ª junto con la CIA¡±, en su cuenta de Twitter.
Pero, ?qui¨¦n es Silva? Es alguien que se comporta como si el ex asesor de inteligencia de Alberto Fujimori (expresidente del Per¨², 1990-2000, hoy en prisi¨®n), Vladimiro Montesinos, hubiese tenido ¨ªnfulas de rockstar.
Silva es el conductor de La Hojilla, un espacio de duraci¨®n variable que desde hace 10 a?os se transmite por el principal canal del Estado, Venezolana de Televisi¨®n (VTV). Aunque su prop¨®sito original era la contestaci¨®n de las ¡°mentiras¡± de los medios comerciales, pronto deriv¨® ¡ªluego de que Silva se deshiciera de sus otros dos contertulios iniciales¡ª a una suerte de tiro al blanco contra l¨ªderes opositores, periodistas y empresarios. Muy a menudo difundi¨® correos electr¨®nicos interceptados y conversaciones telef¨®nicas, con los que daba fe de sus conexiones con los servicios de inteligencia. Si pudiera ser discutible que se trata del programa con m¨¢s audiencia de la cadena estatal, lo seguro es que La Hojilla era el programa favorito de Hugo Ch¨¢vez, al que llamaba en directo al aire para ofrecerle primicias. La afinidad que el fallecido comandante lleg¨® a sentir por Silva le llev¨® a auspiciar ¡ªcontra la opini¨®n de la militancia local¡ª su candidatura a la Gobernaci¨®n del estado Carabobo, en 2008, una aventura de la que Silva sali¨® derrotado.
Con frecuencia el programa, adecuadamente transmitido cerca de la medianoche, le marca la pauta pol¨ªtica al gobierno, tanto con Ch¨¢vez como con Nicol¨¢s Maduro en la presidencia. Sometido en 2011 a una demanda por Miguel Henrique Otero, a quien en vivo calific¨® como ¡°hijo de puta¡±, quedo absuelto por una juez que determin¨®, con solicitud, que esa expresi¨®n no es injuriante.
Ahora, a esa foja de servicios Silva agrega la de palad¨ªn en el combate contra Diosdado Cabello, actual Presidente de la Asamblea Nacional ¡ªluego de haber sido Vicepresidente, varias veces ministro, y gobernador de una provincia¡ª el inc¨®modo siam¨¦s que Ch¨¢vez le dej¨® a Nicol¨¢s Maduro cuando, el 8 de diciembre pasado, el presidente en agon¨ªa secreta lo nombr¨® como su delf¨ªn oficial. Consecuente con su l¨¦xico, Silva llama ¡°hijo de la grand¨ªsima puta¡± a Cabello, objeto de la mayor¨ªa de los denuestos con que adereza la conversaci¨®n grabada.
La filtraci¨®n le da cr¨¦dito a las versiones previas de analistas, que aseguraban que al interior del chavismo se peleaban a muerte dos facciones: una ¡°civilista¡±, encabezada por Nicol¨¢s Maduro ¡ªy, de acuerdo al di¨¢logo, clara apuesta de La Habana para suceder a Ch¨¢vez¡ª, y otra ¡°militar-empresarial¡±, cuya cara ser¨ªa Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional.
El di¨¢logo no es tal, en verdad, sino la rendici¨®n de un informe por parte de Silva ante un imp¨¢vido interlocutor, Palacio. De hecho, el hombre de la televisi¨®n venezolana menciona anteriores reportes y hace referencia a reuniones de inteligencia con generales venezolanos y hasta con dos agentes cubanos en Fuerte Tiuna, el principal cuartel del ej¨¦rcito venezolano, al suroeste de Caracas. Pareciera una actividad regular en su quehacer. Tal vez en esta ocasi¨®n su testimonio sea algo m¨¢s acuciante que de costumbre. Acepta que atraviesan una crisis.
¡°Hay ministros aqu¨ª, compadre, que no saben ni siquiera qu¨¦ hacer. Y lo m¨¢s probable es que est¨¦n robando, Palacio¡±, le dice al oficial cubano, ¡°porque creen que esto se va a desmoronar¡±. Culpa a Cabello y su camarilla de aupar las locuras de Maduro durante la campa?a electoral ¨Ccomo una excentricidad nunca antes revelada, seg¨²n la cual el hoy presidente aseguraba que su propio rostro hab¨ªa aparecido en un cuadro del comandante Ch¨¢vez- o de aislar a Maduro de quienes lo pueden apoyar ¡ª¡°encierran a Maduro, lo enamoran y lo joden¡±¡ª.
En definitiva conf¨ªa en que se puede ¡°neutralizar¡± a Cabello, aunque no parece que le haya hecho un favor al presidente en ejercicio, Nicol¨¢s Maduro, quien desde las propias elecciones del 14 de abril enfrenta una crisis de gobernabilidad que deton¨® la negativa de la oposici¨®n a aceptar su triunfo, y que se profundiza cada d¨ªa con la quiebra de las cuentas del Estado, el desabastecimiento de alimentos y otros productos de primera necesidad, y el alza en la criminalidad callejera. Ahora, la difusi¨®n de esta conversaci¨®n retrata un gobierno en descomposici¨®n y bajo la vigilancia de sus aliados ¡ª?o tutores?¡ª cubanos.
En el delicado frente militar, Silva se da el trabajo de identificar para su oyente diversos grupos. Por una parte, reconoce que el comandante del Ej¨¦rcito, general Carlos Alcal¨¢ Cordones, y el de las Milicias Bolivarianas, general Gustavo Gonz¨¢lez L¨®pez, estar¨ªan dispuestos a plegarse a Cabello. Tanto como los integrantes de ¡°la promoci¨®n de 1985¡±, oficiales de la generaci¨®n del ex teniente Diosdado Cabello ¡ªdesincorporado del ej¨¦rcito en 1992, tras el fallido golpe de Estado de Hugo Ch¨¢vez¡ª a quienes, como Silva hace notar con alarma, ¡°ahora les toca siete a?os en el poder¡±.
Entre las armas amigas, Silva cuenta a los mandos medios ¨Cque ¡°odian a Cabello¡±- y, sobre todo, al actual ministro de Defensa, almirante Diego Molero. ¡°Quieren sacar a Molero. ?Por qu¨¦?¡±, se hace Silva una pregunta ret¨®rica en la grabaci¨®n. ¡°Para poder tomar la Fuerza Armada y obligar a Maduro a conducirse como ellos quieren, o tirar un golpe de Estado¡±.
En los enredos palaciegos que Silva relata con lujo de detalles, aparece el vicepresidente Jorge Arreaza, yerno de Ch¨¢vez, como la fuente privilegiada que informaba de manera subrepticia a la prensa sobre la agon¨ªa del exteniente coronel.
Tambi¨¦n hace revelaciones sobre el reciente proceso electoral y su organismo rector, al que pide ¡°revisar de cabo a rabo y en secreto¡±. Cuenta que alguna vez le cost¨® responder al propio Fidel Castro, ¡°por qu¨¦ Ch¨¢vez no hab¨ªa acabado todav¨ªa con esas elecciones burguesas¡±, que representar¨ªan un punto d¨¦bil ¡°pues el pueblo se equivoca¡±, habr¨ªa dicho el l¨ªder cubano, ¡°y por all¨ª nos tumban la revoluci¨®n¡±. Asegura en la grabaci¨®n que supo, por t¨¦cnicos del Consejo Nacional Electoral (CNE), que durante la propia jornada comicial del 14 de abril, una interrupci¨®n deliberada del servicio de Internet por parte del gobierno supuso que ¡°el protocolo de seguridad¡± del CNE estuviera ¡°tumbado¡± por una hora.
Durante el resto del d¨ªa, el gobierno ha optado por ignorar esta bomba o hacer alusiones muy veladas. El presidente Maduro, en medio de una agitada agenda que incluy¨® una reuni¨®n con el magnate Gustavo Cisneros y la directiva de su canal de televisi¨®n, pidi¨® no bajar la guardia ¡°ante la mentira y la intriga¡±. Una ministra, Iris Varela, y el jefe de la fracci¨®n parlamentaria oficialista, Pedro Carre?o, restaron importancia al audio, al que descartaron como una serie de chismes y opiniones de Silva.
Mientras, el principal se?alado, Diosdado Cabello, guardaba silencio. Apenas se limit¨® a convocar para este martes una sesi¨®n de la Asamblea Nacional, en receso desde hace tres semanas, cuando una trifulca en el hemiciclo dej¨® como saldo varios diputados con lesiones.
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