Chile celebra este domingo un proceso in¨¦dito de primarias presidenciales
Seis precandidatos de la derecha y el centroizquierda, entre ellos la expresidenta Bachelet, se miden de cara a las elecciones de noviembre
M¨¢s de trece millones de chilenos est¨¢n habilitados para votar este domingo en las primeras primarias presidenciales simult¨¢neas y vinculantes de la historia de Chile, donde la derecha y la oposici¨®n definir¨¢n a sus abanderados con miras a las elecciones del pr¨®ximo 17 de noviembre. Una de las principales inc¨®gnitas de estas elecciones, sin embargo, ser¨¢ la cantidad de gente que participar¨¢ en el proceso, si tenemos en cuenta la abstenci¨®n del 57% de los ¨²ltimos comicios municipales de octubre de 2012, donde debut¨® el sistema de inscripci¨®n autom¨¢tica y voto voluntario en el pa¨ªs sudamericano.
De acuerdo a los expertos electorales, las primarias ser¨¢n un ¨¦xito si logran una participaci¨®n del 10% del padr¨®n electoral, lo que equivale a 1,3 millones de votantes. Pero ning¨²n analista se atreve a pronosticar hasta d¨®nde llega la indignaci¨®n chilena con su clase pol¨ªtica, sobre todo despu¨¦s de que las elecciones de hace nueve meses mostraran que las encuestas no son capaces de predecir el comportamiento electoral de los ciudadanos tras del estallido social de 2011.
La oposici¨®n llega a las primarias con una gran favorita: la expresidenta Michelle Bachelet, que hasta marzo ocup¨® el cargo de directora ejecutiva de ONU Mujeres. La m¨¦dico socialista regres¨® a Chile con el prop¨®sito de liderar un nuevo ciclo pol¨ªtico y, en sus tres meses de campa?a, se ha mostrado decidida a ampliar la concertaci¨®n de centroizquierda que la llev¨® al poder en 2006 y que gobern¨® Chile por veinte a?os desde el restablecimiento de la democracia en 1990. Bachelet habla de una nueva mayor¨ªa, que por primera vez incluye a los comunistas, y ha propuesto medidas que ni en su Gobierno ni en las anteriores administraciones de centroizquierda se ejecutaron: una reforma tributaria profunda, una nueva Constituci¨®n y la educaci¨®n gratuita universal.
La expresidenta se medir¨¢ con el candidato democristiano Claudio Orrego, un exalcalde de 44 a?os que, durante la ausencia de Bachelet en Chile, apost¨® por convertirse en el rostro de la renovaci¨®n pol¨ªtica de la oposici¨®n. Desde hace algunos meses, sin embargo, las encuestas muestran que la distancia con la expresidenta parece irremontable y emprendi¨® una campa?a conservadora que apunta al electorado de centro ¨C¡°Yo creo en dios¡?y qu¨¦?¡±- y que ha resguardado el juego limpio con la candidata socialista que con probabilidad se convertir¨¢ nuevamente en Presidenta desde marzo de 2014.
La apuesta del democristiano, cuyo partido se pondr¨¢ a disposici¨®n de Bachelet desde este lunes, es llegar en segundo lugar. Pero el escenario es incierto: el exministro de Hacienda de Bachelet, el independiente Andr¨¦s Velasco, llega con el mismo prop¨®sito que Orrego de liderar el centro pol¨ªtico, instalarse como el segundo mejor candidato despu¨¦s de Bachelet e influir en el proceso electoral de la oposici¨®n. Un buen resultado de este economista sin partido representar¨ªa un fracaso para la Democracia Cristiana, uno de los pilares de la oposici¨®n desde el retorno a la democracia, y una mala se?al para Bachelet: Velasco no s¨®lo ha sido el ¨²nico candidato del sector que se ha enfrentado p¨²blicamente a su antigua jefa y aliada pol¨ªtica, con quien actualmente mantiene una distancia pol¨ªtica y personal, sino que adem¨¢s ha manifestado que, de no ser Presidente, no formar¨¢ parte de ning¨²n gobierno.
La segunda pregunta que se responder¨¢ en las primarias de la oposici¨®n es el porcentaje que obtendr¨¢ Bachelet. De acuerdo a diversos an¨¢lisis, la expresidenta lograr¨¢ una victoria rotunda si sobrepasa el 80% de las preferencias y una votaci¨®n por debajo del 60% ser¨¢ una sorpresa mayor. El cuarto candidato es el presidente del Partido Radical, Jos¨¦ Antonio G¨®mez, que aspira a no salir ¨²ltimo y a obtener un 10%-
El panorama que enfrenta la derecha, en cambio, es bastante incierto. Los dos candidatos que se medir¨¢n en sus primarias, Andr¨¦s Allamand - de Renovaci¨®n Nacional, el partido del presidente Sebasti¨¢n Pi?era- y Pablo Longueira - de la UDI, donde est¨¢ anclada la derecha ortodoxa- llegan con similares probabilidades de erigirse como el contrincante de Bachelet en noviembre. Los dos exministros de Pi?era, sin embargo, saben que la disputa ser¨¢ extremadamente compleja, pese a que los niveles de apoyo del Gobierno han logrado instalarse en el 40%, el piso hist¨®rico de la derecha en Chile.
El oficialismo este domingo deber¨¢ probar adem¨¢s que puede convocar a una cantidad similar de votantes que la oposici¨®n y si logra cautivar a los votantes que no vivan en la zona oriente de Santiago de Chile, donde la derecha tiene su principal nicho electoral. El escenario es complejo considerando que sus partidarios saben que, independientemente del candidato que resulte electo, el sector tiene pocas probabilidades de ganar en las elecciones frente a Bachelet: la expresidenta es un fen¨®meno pol¨ªtico y hasta ahora parece imbatible.
Las primarias presidenciales chilenas se han configurado como el principal hito pol¨ªtico del pa¨ªs sudamericano de este semestre y sus resultados arrojar¨¢n muchas luces respecto de comportamiento electoral de la ciudadan¨ªa despu¨¦s de las movilizaciones estudiantiles de 2011, que han resurgido en este a?o electoral. La influencia del movimiento ha sido un ¨¦xito y la m¨¢xima prueba es que algunos t¨®picos como el malestar ciudadano, los derechos del consumidor, la igualdad social y la reforma a la educaci¨®n han cruzado ¨Ccomo nunca antes- transversalmente la campa?a presidencial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.