China se pliega ante las protestas medioambientales
Las autoridades de Heshan, en la provincia de Guangdong, cancelan el proyecto de la planta de procesamiento de uranio m¨¢s grande del pa¨ªs
Las autoridades chinas son cada vez m¨¢s sensibles a las reivindicaciones medioambientales de la poblaci¨®n. Los movimientos democr¨¢ticos en Corea del Sur y Taiw¨¢n comenzaron entre este segmento de la ciudadan¨ªa, y en el caso de Taiw¨¢n las cuestiones medioambientales jugaron un importante papel. De ah¨ª, que el Gobierno no quiera correr riesgos y cada vez sea m¨¢s sensible al poder movilizador de la creciente clase media, especialmente cuando tiene que ver con cuestiones relacionadas con la salud. La ¨²ltima muestra ha llegado este fin de semana. Los dirigentes de Heshan (provincia sure?a de Guangdong) han cancelado el proyecto para construir la planta de procesamiento de uranio m¨¢s grande de China, despu¨¦s de que cientos de personas se manifestaran en su contra.
¡°El Gobierno popular de la ciudad de Heshan (situada 70 kil¨®metros al suroeste de la capital provincial, Guangzhou) ha decidido respetar la opini¨®n p¨²blica y no propondr¨¢ el proyecto de CNNC (siglas en ingl¨¦s de Corporaci¨®n Nuclear Nacional de China)¡±, se?ala el sucinto comunicado emitido en Internet el s¨¢bado por las autoridades municipales. La instalaci¨®n, prevista conjuntamente con la Corporaci¨®n de Energ¨ªa Nuclear de Guangdong, ten¨ªa un presupuesto de 37.000 millones de yuanes (4.600 millones de euros) y estaba dise?ada para producir 1.000 toneladas de combustible de uranio anuales para 2020. Formaba parte de los planes nacionales de reducir la dependencia del carb¨®n e impulsar las llamadas energ¨ªas limpias.
La sorprendente decisi¨®n de paralizar el proyecto se produjo despu¨¦s de que cientos de personas, seg¨²n la agencia Reuters -m¨¢s de 2.000, seg¨²n el diario de Hong Kong South China Morning Post-, se manifestaran el viernes en la ciudad de Jiangmen -a la cual pertenece Heshan- con pancartas y camisetas que rechazaban la planta, mientras cantaban esl¨®ganes como ¡°Devolvednos nuestras casas rurales; estamos en contra de la radiaci¨®n¡±. Los gobernantes respondieron inicialmente a la marcha con una extensi¨®n de 10 d¨ªas del periodo de consultas p¨²blicas, pero el s¨¢bado anunciaron la cancelaci¨®n. Los vecinos hab¨ªan planeado nuevas movilizaciones para este domingo.
La instalaci¨®n, en un complejo de 230 hect¨¢reas en el coraz¨®n industrial del delta del r¨ªo Perla, hab¨ªa provocado tambi¨¦n inquietud en las vecinas Hong Kong y Macao. Los gobernantes de Macao ¨Cun enclave tur¨ªstico y para¨ªso del juego- hab¨ªan planteado el tema oficialmente a sus interlocutores en Guangdong.
La planta de procesamiento y enriquecimiento de uranio estaba destinada a proporcionar combustible para el ambicioso programa nuclear chino, que se prev¨¦ que alcance una capacidad de 60 a 70 gigavatios para 2020, frente a los actuales 12,6. China produce en la actualidad 800 toneladas de combustible de uranio en la provincia suroccidental de Sichuan y la regi¨®n aut¨®noma de Mongolia Interior, en el norte. Guangdong es una de las principales bases de centrales at¨®micas en China. Alberga cinco reactores nucleares en funcionamiento y tiene una docena en construcci¨®n.
La eliminaci¨®n del proyecto en Heshan se produce despu¨¦s de que esta misma semana fuera hecho p¨²blico un estudio sobre la poluci¨®n en China, que asegura que los habitantes del norte del pa¨ªs tienen una esperanza de vida 5,5 a?os inferior a los del sur porque han respirado un aire m¨¢s contaminado. La investigaci¨®n, realizada por expertos de China, Estados Unidos e Israel, y hecha p¨²blica por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, afirma que la pol¨ªtica gubernamental de suministrar carb¨®n gratis en invierno para la calefacci¨®n al norte del r¨ªo Huai -que divide el pa¨ªs de oeste a este- entre 1950 y 1980 est¨¢ causando ¡°la p¨¦rdida de m¨¢s de 2.500 millones de a?os de esperanza de vida¡± a los alrededor de 500 millones de personas que viv¨ªan al norte del r¨ªo en la d¨¦cada de 1990, debido al incremento de enfermedades respiratorias y del coraz¨®n.
La aparente victoria de los vecinos de Heshan es el ¨²ltimo ejemplo relacionado con protestas desencadenadas por el grave deterioro medioambiental que han provocado en China tres d¨¦cadas de desarrollo econ¨®mico a menudo desenfrenado y han conducido a la anulaci¨®n, aplazamiento o traslado a otro lugar de proyectos pol¨¦micos. Sigue a las registradas en los ¨²ltimos a?os en diferentes ciudades del pa¨ªs como Ningbo (provincia de Zhejiang), Dalian (Liaoning) y Xiamen (Fujian), a causa de proyectos de plantas de productos qu¨ªmicos t¨®xicos. En algunos casos como Xiamen, tanto o m¨¢s importante que el miedo a los efectos sobre la salud de la futura instalaci¨®n fue la preocupaci¨®n de los vecinos por su efecto en el valor de sus viviendas.
Heshan, Dalian, Xiamen y Ningbo se encuentran en las regiones m¨¢s ricas de China, por lo que el tratamiento que han recibido sus manifestantes ha sido m¨¢s tamizado que el que reciben quienes toman las calles en las zonas rurales por motivos como las expropiaciones de tierras, otra de las causas m¨¢s frecuentes de disturbios sociales. Muchos de quienes se movilizan en las ciudades forman parte de la clase media, cada vez m¨¢s consciente de sus derechos y ¨¢vida utilizadora de las redes sociales y los tel¨¦fonos m¨®viles con conexi¨®n a Internet.
Sun Liping, acad¨¦mico de la universidad Qinghua en Pek¨ªn, estima que en 2010 se produjeron en China unos 180.000 ¡®incidentes de masas¡¯, eufemismo con el que los medios de comunicaci¨®n oficiales denominan las protestas, huelgas y disturbios sociales. Seg¨²n el Ministerio de Medio Ambiente, el n¨²mero de movilizaciones relacionadas con problemas medioambientales ha aumentado a un ritmo del 30% anual los ¨²ltimos 15 a?os, y estas son cada vez de mayor tama?o.
Pero la clase media no busca una revoluci¨®n pol¨ªtica ni el derrocamiento del Partido Comunista Chino (PCCh) sino que el Gobierno y las autoridades locales respondan a sus preocupaciones, especialmente las que tienen que ver con el medioambiente, la salud, la educaci¨®n y sus propiedades. Para ello, la gente no duda en salir a protestar y mostrar su rechazo al modelo de crecimiento a cualquier precio que ha impulsado Pek¨ªn hasta ahora, y que los propios l¨ªderes chinos han prometido cambiar para hacerlo m¨¢s sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Los activistas medioambientales reclaman desde hace mucho tiempo a las autoridades que tomen medidas para incrementar la transparencia y la participaci¨®n de los ciudadanos cuando se planee un proyecto que pueda suponer un riesgo para la salud y el medio ambiente.
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