Una madre acusa a Costa Rica de negarle el derecho al aborto terap¨¦utico
Esta clase de interrupci¨®n del embarazo existe en la ley costarricense, pero en la pr¨¢ctica est¨¢ prohibido y castigado
La advertencia de los m¨¦dicos se cumpli¨® a cabalidad. El beb¨¦ deforme que crec¨ªa en el vientre de Aurora naci¨® pasada la Navidad del 2012 y muri¨® inmediatamente. No ten¨ªa ninguna posibilidad de vivir. Aurora, alias de esta madre de 32 a?os para afrontar la petici¨®n de aborto en este pa¨ªs antiabortista, estaba nerviosa y estresada. Su hijo deseado ten¨ªa una enfermedad terminal sin haber nacido. Si no quer¨ªa ir a la c¨¢rcel, deb¨ªa esperar que le autorizaran un aborto terap¨¦utico que, seg¨²n grupos activistas, solo existe en el papel.
Esta historia ya la conoce la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington. Aurora acudi¨® a esa instancia esta semana para pedir que Costa Rica haga aplicable el art¨ªculo de una ley que s¨ª permite el aborto en casos como el de ella, pero que luego es "letra muerta¡±. As¨ª lo califica el Colectivo por derecho a decidir, un grupo de feministas que ha apoyado a esta mujer y a otra costarricense que tambi¨¦n acudi¨® a la CIDH en 2008 con una petici¨®n similar.
En la ley existe el aborto terap¨¦utico, pero en la pr¨¢ctica el aborto est¨¢ prohibido y castigado en Costa Rica, no importa si es terap¨¦utico o no. En las sombras, sin embargo, miles de abortos ocurren en laboratorios privados, en la habitaci¨®n de una adolescente y hasta en alg¨²n consultorio de un hospital p¨²blico. Los ¨²ltimos datos disponibles son de 2007 y estiman que hubo 27.000 abortos en solo un a?o, de acuerdo con la ONG llamada Asociaci¨®n Democr¨¢tica Costarricense.
Aurora quiso hacerlo por el camino legal. Pidi¨® permiso a las autoridades del hospital de su jurisdicci¨®n y nunca se lo otorgaron. Acudi¨® entonces a las Sala Constitucional, un alto tribunal de amplias potestades que hoy puede permitir la reelecci¨®n presidencial y ma?ana puede ordenar al Estado construir una rampita en la acera de un pueblo. Son tantos los casos, que el recurso de amparo de Aurora lo resolvi¨® en febrero, casi dos meses despu¨¦s de que ella vio morir a su hijo reci¨¦n nacido.
El feto no podr¨ªa sobrevivir y la madre se expon¨ªa a tener problemas de salud
El feto hab¨ªa sido diagnosticado con un s¨ªndrome llamado abdomen pared. Ten¨ªa abierta la pared abdominal y expuestos el coraz¨®n, el h¨ªgado y los intestinos. Ten¨ªa una escoliosis grave y costillas cortas. No desarroll¨® las piernas. Las posibilidades de sobrevivencia eran cero y las de perjuicio para la madre, muchas, record¨® Margarita Salas, portavoz del Colectivo Derecho a Decidir.
¡°Naci¨® antes de la respuesta de la Sala Constitucional que, de cualquier forma, no le dio la raz¨®n. Reconoci¨® que pudo haber afectaciones a la salud de Aurora, pero no orden¨® al sistema sanitario corregir el error. El art¨ªculo del C¨®digo Penal es claro en que debe permitirse el aborto terap¨¦utico cuando est¨¢ en riesgo la vida de la madre, pero tambi¨¦n su salud. En este caso es indudable la afectaci¨®n a su estado de salud. Para empezar, en lo sicol¨®gico¡±, dijo Salas. Ella cree posible que el Estado corrija la aplicaci¨®n legal antes de que ocurra una demanda formal de la CIDH ante la Corte de Derechos Humanos o se d¨¦ una eventual condena, como ya ha ocurrido por insuficientes garant¨ªas en procesos legales y por no permitir la fertilizaci¨®n in vitro.
El tema del aborto no es f¨¢cil en Costa Rica. Adem¨¢s de la oposici¨®n de sectores conservadores, ligados en buena parte a doctrinas cristianas, en el pa¨ªs hay varios frentes abiertos con temas que tocan la moral, la vida, la religi¨®n y la ciencia. Hay debate sobre la legitimidad formal de parejas del mismo sexo, sobre investigaciones biom¨¦dicas y sobre la fecundaci¨®n in vitro, un m¨¦todo que la Corte Interamericana orden¨® permitir en Costa Rica pero que a¨²n no se aplica por desacuerdos legislativos sobre la forma de implementarlo.
Consultado sobre este reclamo planteado ante la CIDH, el portavoz del Gobierno, Carlos Roverssi, evit¨® entrar en detalles y dijo que esperar¨¢n la comunicaci¨®n desde Washington para hacer las consideraciones legales y ver a fondo la petici¨®n de Aurora y las activistas.
El caso de la otra costarricense a quien se le neg¨® el aborto terap¨¦utico cumpli¨® cinco a?os en las gavetas de la CIDH sin que hasta el momento se conozcan avances. Se conoci¨® como el caso de ¡°A. N.¡±, quien se vio obligada a llevar a t¨¦rmino su embarazo y dar a luz un feto muerto, seg¨²n el Centro por los Derechos Reproductivos, otra ONG basada en Washington.
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