Obama sale a la conquista, uno a uno, de los votos del Congreso
El presidente no cuenta actualmente con el respaldo suficiente para una intervenci¨®n militar en Siria
Barack Obama se est¨¢ implicando personalmente este fin de semana en el esfuerzo de persuadir uno por uno a los miembros del Congreso para conseguir una mayor¨ªa favorable a la intervenci¨®n en Siria de la que ahora mismo carece. Aunque el argumento principal es el de la necesidad de responder al uso de armas qu¨ªmicas por la seguridad de Estados Unidos y de sus aliados, tambi¨¦n est¨¢n en juego en este momento el futuro del presidente y la credibilidad del pa¨ªs, lo que complica y hace m¨¢s imprevisible el resultado de la votaci¨®n.
Si esta fuera una decisi¨®n exclusivamente sobre la conveniencia o no de bombardear Siria, casi con seguridad Obama ser¨ªa derrotado en el Congreso. Los norteamericanos no quieren esta guerra, y as¨ª se lo han hecho saber de forma abrumadora a los representantes de sus respectivos distritos. Pero los congresistas tienen que tener en cuenta otros factores que pueden incluir significativamente en su pronunciamiento final.
Tras la votaci¨®n sobre Siria, se oculta una suerte de refer¨¦ndum sobre Obama y una declaraci¨®n sobre el papel que EE UU, como superpotencia, debe jugar en el mundo. Y eso, en ¨²ltima instancia, puede ayudar al presidente. Por supuesto, no entre los republicanos m¨¢s radicales vinculados al Tea Party, cuya posici¨®n en contra del ataque a Siria parece inamovible. Pero s¨ª entre los dem¨®cratas y entre los republicanos moderados. Los dem¨®cratas saben que votar en contra destrozar¨ªa la presidencia de Obama y, tal vez, la reputaci¨®n de su propio partido a largo plazo en el manejo de la pol¨ªtica exterior. Los conservadores centristas son conscientes de que la derrota de la Casa Blanca minar¨ªa extraordinariamente la autoridad de EE UU como l¨ªder internacional.
C¨®mo influye todo eso en la contabilidad de votos en el Capitolio se ir¨¢ viendo a lo largo de la pr¨®xima semana. Puede depender, en primer lugar, del impacto del mensaje que Obama tiene previsto dirigir a la naci¨®n el pr¨®ximo martes. Como prueban las encuestas, el presidente no ha podido todav¨ªa convencer a sus compatriotas de que existen, bien poderosas razones humanitarias o bien fundadas amenazas para la seguridad de EE UU, que justifican actuar militarmente en Siria.
Si ese discurso sirve para variar el estado actual de la opini¨®n p¨²blica, lo que no ser¨¢ f¨¢cil, todo resultar¨¢ m¨¢s sencillo para la Casa Blanca. Pero si el mensaje no tiene el impacto esperado, la suerte de Obama quedar¨¢ plenamente en manos de los congresistas.
El presidente tiene algunos aliados en el Capitolio. Cuenta, principalmente, con el apoyo de los lideres de ambos partidos en la C¨¢mara de Representantes. Nancy Pelosi, la l¨ªder dem¨®crata, cuenta con bastante cr¨¦dito entre la izquierda de su partido, cuyos votos son imprescindibles para alcanzar los 218 que se necesitan en esa c¨¢mara, teniendo en cuenta que, de los 233 republicanos, m¨¢s de un centenar est¨¢ vinculado al Tea Party y otro tanto pertenece a distritos muy conservadores. Todos ellos se juegan la reelecci¨®n el a?o pr¨®ximo. Uno de los argumento de Pelosi con sus compa?eros ser¨¢ el del da?o que la derrota de Obama puede significar para otras prioridades de la agenda parlamentaria dem¨®crata, como la reforma migratoria.
Curiosamente, Obama tiene el apoyo del presidente de la C¨¢mara y m¨¢xima figura republicana en esa instituci¨®n, John Boehner, quien tambi¨¦n se juega algo en esta votaci¨®n, puesto que su jerarqu¨ªa se ver¨ªa seriamente menoscabada si no consigue que respalden su posici¨®n m¨¢s de un par decenas de miembros de su partido.
El Senado, donde la votaci¨®n se espera para mitad de la pr¨®xima semana, la situaci¨®n es ligeramente m¨¢s optimista para la Casa Blanca, principalmente porque los dem¨®cratas tienen mayor¨ªa, pero persisten a¨²n dudas sobre el resultado final. Uno de los obst¨¢culos ah¨ª es que el l¨ªder de los republicanos, Mitch McConnell, se enfrenta actualmente a una dura batalla por la reelecci¨®n contra un simpatizante del Tea Party que se opone a la guerra y que podr¨ªa explotar electoralmente el apoyo de su rival a Obama. Adem¨¢s, dos dem¨®cratas votaron en contra y uno se abstuvo en la votaci¨®n del comit¨¦ de Relaciones Exteriores la esta semana, lo que permite calcular que la Casa Blanca va a necesitar alrededor de una decena de votos republicanos para llegar a los 50 que dan la mayor¨ªa en el Senado, considerando que el vicepresidente, Joe Biden, tiene facultad para deshacer un empate.
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