Pe?a Nieto indultar¨¢ a Alberto Patisht¨¢n
El presidente firmar¨¢ la libertad del maestro tzotzil que lleva 13 a?os encarcelado en Chiapas
Es posible que Alberto Patisht¨¢n, preso desde hace 13 a?os, nunca haya visto Twitter, pero un tuit acaba de cambiar su vida. La mano del presidente (o la de sus asesores) escribi¨® en la red social: ¡°Este mismo jueves, la Reforma entrar¨¢ en vigor e indultar¨¦ a Alberto Patisht¨¢n G¨®mez¡±. La reforma de la que habla es la del c¨®digo penal sobre el indulto, aprobada por el Congreso esta semana, y Alberto Patisht¨¢n es el maestro tzotzil condenado por matar a siete polic¨ªas en un proceso judicial plagado de irregularidades.
La firma del presidente el pr¨®ximo jueves acabar¨¢ en un minuto con 13 a?os de derrotas judiciales en todas las instancias posibles, incluida la Suprema Corte. Con el indulto, el maestro nunca recibir¨¢ justicia pero tendr¨¢ libertad. La noticia le lleg¨® a Patisht¨¢n, de 41 a?os, en un hospital del Distrito Federal, donde recibe tratamiento por el tumor cerebral que padece y desarroll¨® en la c¨¢rcel.
El anuncio de su inminente libertad habr¨¢ llegado tambi¨¦n a 900 kil¨®metros de la residencia presidencial de Los Pinos en la Ciudad de M¨¦xico, hasta el humilde penal de San Crist¨®bal de las Casas donde el maestro se hab¨ªa convertido en casi un profeta. Su lucha por proclamar su inocencia hab¨ªa calado desde hace a?os en M¨¦xico y hab¨ªa traspasado las fronteras del pa¨ªs. La iconograf¨ªa con su rostro dio la vuelta al mundo y numerosas organizaciones de derechos humanos internacionales adoptaron su lucha.
"Soy inocente. Este no es mi lugar, no es mi casa, pero nunca he pensado en el tiempo que me queda, pienso en que tarde o temprano tiene que llegar mi libertad¡±, dijo en el mes de marzo en una entrevista con EL PA?S en la zona de visitas de la c¨¢rcel.?Ya entonces el indulto del presidente se tornaba como la ¨²ltima oportunidad para romper con los 47 a?os que a¨²n le restaban entre rejas. Una condena de 60 a?os de c¨¢rcel por llevar a cabo en solitario una emboscada contra un convoy policial y matar a siete federales en una zona monta?osa de Chiapas, coraz¨®n del levantamiento zapatista.?
El abogado especialista en derechos humanos Leonel Rivero, que lleva su caso desde julio de 2012, siempre ha sostenido que se produjeron m¨²ltiples irregularidades durante el proceso judicial, especialmente tras su detenci¨®n. Entre otras cosas, se incorporaron al caso pruebas de manera ilegal, como una fotograf¨ªa del maestro que el presidente municipal le entreg¨® a la fiscal¨ªa cuando ni siquiera era sospechoso, se viol¨® su presunci¨®n de inocencia y no se tuvieron en cuenta las contradicciones de los dos ¨²nicos testigos.
Las evidencias esgrimidas por la defensa nunca calaron en ning¨²n juez, que a lo largo de estos 13 a?os han ido dando carpetazos al caso. Lo que nunca tumbaron fue la esperanza del maestro. "La c¨¢rcel no me mata a m¨ª", dijo en abril.
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