Las potencias aseguran que hay avances en la negociaci¨®n nuclear con Ir¨¢n
Ir¨¢n y EEUU han expresado el deseo de lograr avances concretos para cerrar el dosier at¨®mico de Teher¨¢n
Las negociaciones sobre el programa nuclear de Ir¨¢n se reanudan hoy en Ginebra en medio de grandes expectativas. Despu¨¦s de ocho a?os de dar vueltas en c¨ªrculo, la llegada de Hasan Rohan¨ª a la presidencia de ese pa¨ªs se ha traducido en un cambio de actitud pol¨ªtica que ha relanzado el moribundo di¨¢logo entre Teher¨¢n y las seis grandes potencias. Aunque todav¨ªa quedan muchos escollos, tanto los iran¨ªes como sus interlocutores conf¨ªan en que salgan avances concretos de esta segunda reuni¨®n en menos de un mes. Ambos esperan sin embargo que el otro haga un primer gesto para reducir las diferencias que les separan.
¡°Estamos avanzando¡±, declar¨® anoche Michael Mann, el portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien encabeza el equipo negociador internacional. Mann anunci¨® que Ashton va a reunirse este viernes por la ma?ana con el ministro iran¨ª de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, para ¡°dar tiempo a trabajar en algunos asuntos¡±. La alta representante europea consultar¨¢ con los representantes de las seis grandes potencias (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania) durante el desayuno.
¡°Hay motivos para un cauto optimismo. Tanto Ir¨¢n como Estados Unidos y los otros miembros del 5+1, est¨¢n interesados en un arreglo¡±, asegura a EL PA?S en un email Alireza Nader, analista pol¨ªtico de la Rand Corporation. ¡°Ir¨¢n, en particular, est¨¢ deseoso de que se levanten las sanciones para mejorar su econom¨ªa. Parece dispuesto a poner l¨ªmites a su programa nuclear. Tendremos que esperar y ver qu¨¦ ofrece y qu¨¦ le ofrecen a su vez Estados Unidos y el resto del grupo¡±, a?ade Nader. Las grandes potencias, por su parte, quieren asegurarse de que el programa at¨®mico iran¨ª no tiene objetivos militares.
Seg¨²n un funcionario estadounidense que este jueves cita The New York Times, Estados Unidos est¨¢ preparado para ofrecer a Ir¨¢n ¡°un levantamiento parcial de las sanciones econ¨®micas¡± si acepta parar temporalmente el programa nuclear y cancelar una parte del mismo. Sin embargo desde el lado iran¨ª, el ex negociador nuclear Hossein Mousavian advierte de que el ¨¦xito depende no solo de que se levanten las sanciones, sino de que ¡°se reconozcan los derechos de Ir¨¢n bajo el Tratado de No Proliferaci¨®n¡±, es decir, su potestad para tener un programa at¨®mico civil.
Incluso en el nuevo clima pol¨ªtico iran¨ª resulta imposible que Teher¨¢n acepte un acuerdo que no reconozca esa prerrogativa. No es solo empecinamiento de sus gobernantes. Seg¨²n una encuesta de Gallup, aunque el 85% de los iran¨ªes admite que las sanciones les hacen la vida dif¨ªcil, dos de cada tres apoyan que su pa¨ªs desarrolle energ¨ªa nuclear.
¡°Las exigencias maximalistas de que Ir¨¢n desmantele completamente su programa nuclear son poco realistas. Se le deber¨ªa permitir mantener una cierta capacidad nuclear para usos civiles, incluido el enriquecimiento limitado de uranio, mientras sea transparente con sus actividades y permita una mayor inspecci¨®n de sus instalaciones¡±, defiende Nader.
El ¡°cauto optimismo¡± que expresan los observadores se fundamenta en la actitud del nuevo Gobierno iran¨ª. Su ministro de Exteriores y jefe de la delegaci¨®n negociadora, Mohamed Javad Zarif, dijo el martes en una entrevista que era ¡°posible alcanzar un acuerdo incluso esta misma semana¡±. El veterano y popular diplom¨¢tico no ocult¨® sin embargo que ¡°queda mucho trabajo por hacer¡± y que su pa¨ªs desconf¨ªa del enfoque de ciertos miembros del 5+1, una referencia sin duda a Estados Unidos con quien Ir¨¢n no tiene relaciones diplom¨¢ticas desde hace 34 a?os.
De hecho es la desconfianza rec¨ªproca lo que ha convertido el programa at¨®mico iran¨ª en centro de una disputa internacional y objeto de las sanciones m¨¢s severas que se han impuesto a un pa¨ªs. Desde su descubrimiento en el verano de 2002, EE UU y sus aliados han sospechado que se manten¨ªa secreto porque su objetivo ¨²ltimo era obtener armas nucleares. Ir¨¢n siempre lo ha negado e insiste en que solo quiere producir energ¨ªa nuclear. Sin embargo, durante los ocho a?os de Gobierno de Mahmud Ahmadineyad, la falta de transparencia y sus declaraciones desafiantes bloquearon cualquier entendimiento.
En el cambio de tono de Ir¨¢n pesa, adem¨¢s del distinto talante de Rohan¨ª, el innegable efecto de las sanciones con las que EEUU y la ONU han castigado a la Rep¨²blica Isl¨¢mica por su empe?o nuclear. Pero tambi¨¦n se percibe un cambio al otro lado de la mesa, con un presidente norteamericano que quiere evitar embarcar a su pa¨ªs en una nueva guerra en Oriente Pr¨®ximo.
Algunos analistas han apuntado que la visita a Teher¨¢n del director del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica, Yukiyo Amano, el pr¨®ximo lunes ser¨ªa un indicador de que se ha alcanzado un primer avance. Es dif¨ªcil saber en qu¨¦ puede consistir ya que ambas partes han acordado mantener las conversaciones confidenciales, y parecen estar consigui¨¦ndolo. Lo ¨²nico que trascendi¨® de la pasada ronda, el 15 y 16 de octubre, fue la seriedad con que el nuevo equipo negociador iran¨ª hab¨ªa abordado la cita.
Al hilo de los principales puntos de contenci¨®n del programa nuclear, se ha especulado con que Teher¨¢n podr¨ªa aceptar suspender el enriquecimiento de uranio al 20% (por encima del 5% que se necesita para producir electricidad), frenar la instalaci¨®n de nuevas centrifugadoras (las m¨¢quinas que enriquecen el uranio) y parar la construcci¨®n del reactor de agua pesada de Arak (cuya tecnolog¨ªa tambi¨¦n despierta recelo porque el material nuclear sobrante puede utilizarse para fabricar una bomba). A cambio, Estados Unidos (y el resto de las potencias) acceder¨ªa a levantar algunas sanciones y desbloquear¨ªa ciertos dep¨®sitos en divisas que Ir¨¢n tiene en bancos extranjeros. Pero Mousavian opina que eso ser¨ªa insuficiente.
De momento, la Casa Blanca ha pedido al Congreso que frene cualquier nueva sanci¨®n hasta finales de a?o con el deseo de dar un margen para la negociaci¨®n. La idea ser¨ªa alcanzar un principio de acuerdo antes de enero para frenar el programa nuclear y a partir de ah¨ª se trabajar¨ªa en un arreglo global durante el a?o que viene.
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