Los profesionales m¨¢s desprestigiados de Argentina

En Argentina es familiar la imagen de los autos de polic¨ªa detenidos delante de las pizzer¨ªas. La sociedad asume que los agentes recogen sus pizzas y se van sin pagar. Es como una especie de diezmo que se cobran desde hace muchos lustros. ¡°Y si les preguntas que por qu¨¦ lo hacen te dicen que es para dar de comer a los presos en la comisar¨ªa, cuando todo el mundo sabe que es mentira¡±, explica un taxista porte?o.

Mar¨ªa del Carmen Verd¨², abogada de la Coordinadora contra la Represi¨®n Policial e Institucional (Correpi), pregunta: ¡°?Alguien vio alguna vez a un polic¨ªa pagar un caf¨¦, un boleto de colectivo (billete de bus) o una pizza? Estamos acostumbrados a que se lleven tres pizzas porque si no les hacen una razzia (control) a la pizzer¨ªa. Sus ingresos no se componen s¨®lo por la plata (dinero) que cobran por ventanilla (del banco)¡±. Verd¨² considera que los reclamos de los polic¨ªas son injustos si se les compara con el sueldo de otros empleados p¨²blicos."El ingreso b¨¢sico de cualquier polic¨ªa de cualquier provincia es muy superior al de un maestro, obrero o profesional reci¨¦n recibido (graduado). Pero ninguno de ellos promueve que se mate la gente para mejorar sus ingresos¡±.

El ciudadano argentino se ha acostumbrado a que los agentes les pidan coimas, dinero ilegal, a cambio de no multarles. La sociedad da por sentado que a menudo polic¨ªas y delincuentes se asocian para perpetrar atracos. Nadie pone el grito en el cielo si el Jefe de Gabinete dice que los agentes de C¨®rdoba urdieron los saqueos. A nadie parece sorprenderle.

Hay 200.000 polic¨ªas provinciales encargados de la seguridad de las 23 provincias y la capital del pa¨ªs. Y 35 gendarmes nacionales cuya misi¨®n principal es vigilar las fronteras. Pero desde el ¨²ltimo a?o, el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez ha desplazado a varios miles de gendarmes a luchar contra la droga en villas miserias (grandes barrios de m¨¢xima pobreza) de Buenos Aires. Los bonaerenses creyeron que ellos eran menos corruptos que la polic¨ªa provincial.

En C¨®rdoba, la provincia donde prendi¨® la mecha de las protestas policiales, hac¨ªa tiempo que se ven¨ªa sospechando de los turbios negocios de la polic¨ªa. ¡°Desde hace a?os¡±, explica Carlos Jornet, director del diario local La Voz del Interior, ¡°la gente comentaba que los polic¨ªas solo agarraban perejiles, es decir, al pobre diablo que paga las culpas de otro. Nunca deten¨ªan a los grandes narcotraficantes. Hasta que este a?o estall¨® el narcoesc¨¢ndalo y el gobernador tuvo que destituir al responsable de seguridad, al jefe de la polic¨ªa y al jefe del departamento antidroga. Lo que se comenta ahora en C¨®rdoba es que muchos polic¨ªas se han quedado sin el ingreso extra que aparentemente consegu¨ªan con el negocio de la droga¡±.

En C¨®rdoba, adem¨¢s, se da la circunstancia de que rige un c¨®digo de faltas que permite a los agentes detener a cualquier persona bajo la sospecha del ¡°merodeo¡±, es decir, por dar vueltas alrededor de un local o un edificio. A menudo han recibido cr¨ªticas por privar de libertad a personas, simplemente por su aparente mala imagen.

No es raro toparse en la prensa con noticias como ¨¦stas, todas ellas publicadas en una semana del pasado enero: Tres polic¨ªas de la provincia de Buenos Aires fueron condenados por vejaciones a detenidos. Diez uniformados de la provincia sure?a de Chubut fueron arrestados por violar a un adolescente en una comisar¨ªa. Un miembro de la Polic¨ªa Federal qued¨® tras las rejas por asaltar a cuatro turistas. Otro colega suyo fue detenido por abusar de un adolescente en el metro. A seis polic¨ªas bonaerenses les pusieron las esposas por torturar a un motociclista que no hab¨ªa frenado en un control de tr¨¢nsito...

La abogada Mar¨ªa del Carmen Verd¨² concluye: ¡°Se han intentado todas las variantes para reformar la polic¨ªa en 30 a?os de democracia. Pero no ha funcionado nada hasta ahora. Siempre que hay arrestos de narcos salta alg¨²n polic¨ªa. Hace 48 horas fue detenido un agente por tirotear el mes pasado la casa del gobernador de Santa Fe".