El suicidio asistido revive en Europa
La C¨¢mara alta del parlamento belga aprob¨® en diciembre una ley que hace posible la eutanasia en menores de edad
Ludwig A. Minelli, tiene 81 a?os y, a lo largo de su larga vida, se ha ganado una merecida fama de ser un hombre que siempre ha luchado por las causas justas en la pr¨®spera y pac¨ªfica Suiza, su pa¨ªs natal. ¡°Si dejo de luchar, soy un hombre muerto¡±, suele repetir el abogado y experiodista, al revelar el secreto de su ¨¦xito profesional y el origen de su casi inagotable energ¨ªa que lo ha convertido en un hombre famoso y pol¨¦mico en su pa¨ªs y en casi toda Europa.
Minelli, ya en el oto?o de su vida, sigue luchando y desde hace 15 a?os se ocupa, dia y noche de la muerte, naturalmente no de la suya, sino de la de sus semejantes, que decidieron hacerse socios de Dignitas, una organizaci¨®n fundada en 1998 por el propio Minelli, destinada a ofrecer ayuda pr¨¢ctica a todas las personas que desean poner fin a sus vidas.
El suicidio, seg¨²n Minelli, es un derecho humano y ese derecho es v¨¢lido para los suizos y para todo ser humano que puebla el planeta tierra. Por eso, Dignitas adquiri¨® la in¨¦dita fama de ser la ¨²nica organizaci¨®n que abri¨® sus puertas a los extranjeros y les hace posible que viajen a Z¨²rich para ayudarles a morir, una asistencia legal que ha convertido a la ciudad en la capital mundial del llamado ¡°turismo de la muerte¡±.
Aunque Minelli fund¨® Dignitas en mayo de 1998, el nombre de su organizaci¨®n y el suyo propio comenzaron a sonar en Europa en 2000 cuando el abogado admiti¨® que hab¨ªa ayudado a morir a tres extranjeros En los ¨²ltimos 15 a?os, Dignitas ha ayudado a morir a m¨¢s de 2.000 personas, y en la actualidad cuenta con m¨¢s de 6.500 miembros, de los cuales unos 2.700 son alemanes, que alimentan la cuenta bancaria de la organizaci¨®n con una cuota anual de 196 euros.
La existencia de Dignitas y de Exit, otra organizaci¨®n suiza que tambi¨¦n ofrece el exclusivo servicio de ayudar a la gente a poner fin a sus d¨ªas de forma voluntaria, corri¨® un serio peligro en mayo de 2011 cuando la poblaci¨®n del cant¨®n de Z¨²rich fue convocada para manifestarse sobre dos iniciativas que buscaba prohibir el suicidio asistido o limitarlo solo a los ciudadanos locales.
Pero lo electores del cant¨®n rechazaron, por una amplia mayor¨ªa, las dos iniciativas, una decisi¨®n que reanim¨® un debate europeo que nunca ha dejado de perder actualidad. Varias encuestas recientes se?alan que una vasta mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Europa Occidental est¨¢ a favor de legalizar el suicidio asistido, una pr¨¢ctica que solo es legal en Suiza, B¨¦lgica. Luxemburgo y Holanda.
¡°En todos los pa¨ªses europeos existen se?ales que indican que el actual sistema legal no refleja el deseo de una vasta mayor¨ªa de la poblaci¨®n en esta materia¡±, se?ala un comunicado de la Asociaci¨®n suiza de Abogados M¨¦dicos¡±, que llev¨® a cabo una encuesta en doce pa¨ªses europeos-. ¡°El resultado de la encuesta deber¨ªa mostrarle a los pol¨ªticos que es necesario legislar al respecto¡±.
El debate sobre el ¡°suicidio asistido¡± adquiri¨® una in¨¦dita actualidad gracias a las declaraciones recientes de dos europeos famosos: el te¨®logo Hans K¨¹ng y el astrof¨ªsico Stephen Hawking, quienes defendieron el suicidio asistido para enfermos terminales.
¡°Las personas que padecen una enfermedad terminal y sufren mucho dolor deber¨ªan tener el derecho de acabar con sus vidas, y aquellos que les ayuden no deber¨ªan ser perseguidos por la justicia¡±, declar¨® Hawking en una entrevista emitida por la BBC. ¡°no dejamos que los animales sufran. Entonces, por qu¨¦ hacerlo con los seres humanos¡±, insisti¨® el cient¨ªfico de 71 a?os, cuyo cuerpo se encuentra totalmente paralizado por la esclerosis lateral amiotr¨®fica.
Hans K¨¹ng, quiz¨¢s el te¨®logo m¨¢s famoso de Europa y que tuvo la osad¨ªa de cuestionar el dogma de la infalibilidad de los Papas, admiti¨® en una entrevista con la revista der Spiegel su decisi¨®n de recurrir al suicidio asistido para poner fin a su vida a causa de la progresi¨®n que sufre de la enfermedad de Parkinson y el temor de perder completamente la visi¨®n.
¡°El ser humano tiene el derecho a morir cuando ya no tiene ninguna esperanza de seguir llevando a cabo lo que seg¨²n su entender es una existencia humana¡±, dijo el te¨®logo de 85 a?os. ¡°No quiero seguir viviendo como una sombra de mi mismo¡±, a?adi¨®, al revelar que era miembro de la organizaci¨®n EXIT y que la escenificaci¨®n de su muerte ser¨ªa su ¨²ltima protesta contra el poder oficial de la Iglesia Cat¨®lica.
El debate reci¨¦n ha comenzado y fue alimentado por otra pol¨¦mica decisi¨®n, esta vez, adoptada por la C¨¢mara alta del parlamento belga, que aprob¨® a comienzos de diciembre una ley que hace posible el suicidio asistido en menores de edad, siempre y cuando el menor sea capaz de discernir, tenga una enfermedad incurable y se encuentre en fase terminal. Para ello deber¨ªa recibir el diagn¨®stico de un equipo m¨¦dico as¨ª como el acuerdo de los padres.
En Holanda, el otro pa¨ªs europeo donde el suicidio asistido es legal desde 2002, aun no se apaga la pol¨¦mica de una iniciativa popular que ped¨ªa aplicar la medida a todas las personas que la solicitaran, siempre y cuando hubieran cumplido una condici¨®n: haber cumplido 70 a?os.
Un grupo de intelectuales y pol¨ªticos reunidos bajo el lema ¡°Por voluntad propia¡±, hab¨ªa logrado reunir m¨¢s de 125.000 firmas para exigir al parlamento que legislara al respecto. ¡°La vida es un derecho, no un deber. Y la ayuda al suicidio debe legalizarse, a partir de los 70 a?os para las personas que no desean seguir viviendo¡±, se?alaba la iniciativa. El parlamento la rechaz¨®, pero la pol¨¦mica sigue viva.
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