Gobierno y rebeldes de Sud¨¢n del Sur firman un acuerdo de alto el fuego

El Gobierno de la joven Sud¨¢n del Sur y las fuerzas rebeldes que lanzaron un ¨®rdago al presidente hace cinco semanas han alcanzado y firmado un alto el fuego en Addis Abeba, capital de la vecina Etiop¨ªa. Con este cese de las hostilidades se pone fin de forma temporal a la violencia entre partidarios del presidente, Salva Kiir, y seguidores del exvicepresidente Riek Machar. Miles de personas han muerto desde mediados de diciembre en los enfrentamientos y alrededor de medio mill¨®n han tenido que abandonar sus hogares por temor a los combates. Muchos de ellos se han desplazado hasta la capital, Juba, para encontrar refugio.

"La crisis en Sud¨¢n del Sur es una mera manifestaci¨®n de los retos que afronta un Estado joven y principiante", ha manifestado Seyoum Mesfin, jefe mediador del IGAD, organismo intergubernamental que re¨²ne a varios pa¨ªses de la franja este de ?frica y que ha tratado de conciliar entre las partes. "Creo que los desaf¨ªos de posguerra", ha continuado en declaraciones recogidas por la agencia Reuters, "ser¨¢n mayores que la propia guerra".

Desde mediados del mes de diciembre, combatientes fieles a Machar, destituido en el mes de julio, han avanzado y tomado importantes regiones del pa¨ªs. La mayor partes de los milicianos a las ¨®rdenes de Machar pertenecen a la etnia Nuer, aunque tambi¨¦n han contado con el apoyo de otras comunidades. La contraofensiva de las tropas del presidente Kiir, organizadas en torno a la etnia Dinka, han retomado el control de muchas zonas con apoyo del Ej¨¦rcito de la vecina Uganda. Unos y otros se han acusado de la muerte de cientos de civiles de la otra etnia a su paso.

Los dos bandos llevan semanas tratando de llegar a un acuerdo en Addis Abeba sin hasta ahora mucha suerte. Desde el inicio de la actual crisis, Machar ha exigido la puesta en libertad de 11 presos en manos del Gobierno y fieles aliados. El pacto les incluye en el proceso de mediaci¨®n, pero pendientes a¨²n del proceso judicial.

"Este acuerdo no responde a los actuales problemas de Sud¨¢n del Sur", ha se?alado un portavoz rebelde desde Etiop¨ªa. "Necesitamos un pacto pol¨ªtico comprensivo; estamos firmando porque tanto ellos como nosotros estamos bajo presi¨®n".

El alto el fuego debiera entrar en vigor en las pr¨®ximas 24 horas. El escepticismo no gobierna solo las opiniones de las partes negociadoras sino tambi¨¦n las de la poblaci¨®n sursudanesa, seg¨²n recoge Reuters. "Puede resolver algunos de los problemas inmediatos pero no todos", ha afirmado Samuel Kuir Chok, de 31 a?os.

A las disputas pol¨ªticas y ¨¦tnicas en el Estado nacido en julio de 2011 de la partici¨®n de Sud¨¢n se une las ambiciones territoriales de un pa¨ªs productor de petr¨®leo, pero diezmado en la tecnolog¨ªa para su refino y exportaci¨®n. Cierta estabilidad alcanzada con el norte ha normalizado la circulaci¨®n de crudo entre fronteras.