El r¨¦gimen sirio derriba miles de viviendas en barrios de la oposici¨®n
Un informe de Human Rights Watch afirma que lo hacen para "castigar a las comunidades" Afloran nuevos casos de acoso a la poblaci¨®n en plena negociaci¨®n de paz en Ginebra
El minuto de silencio por los fallecidos en el conflicto que ayer mantuvieron conjuntamente los emisarios del r¨¦gimen sirio y la oposici¨®n lleva camino de ser el ¨²nico verdadero acto de conciliaci¨®n alcanzado en la primera ronda de la cumbre de paz de Ginebra II, que acaba hoy. El compromiso de permitir que 500 familias abandonen el asediado centro de Homs queda de momento incumplido porque el r¨¦gimen denuncia, entre otras cosas, la presencia de francotiradores de milicias islamistas que no aceptan las conversaciones de paz y amenazan la seguridad de los evacuados. Mientras dialoga, Bachar el Asad mantiene una incansable ofensiva con la que quiere aprovechar las divisiones en el bando rebelde para seguir recobrando terreno. Ayer, la organizaci¨®n Human Rights Watch (HRW) le acus¨® de emplear demoliciones masivas como arma de guerra.
Base del informe
El informe de 38 p¨¢ginas se basa en un an¨¢lisis detallado de im¨¢genes satelitales de alta resoluci¨®n, v¨ªdeos y fotograf¨ªas. As¨ª como entrevistas con 16 testigos de las demoliciones y propietarios de casas destruidas.
Adem¨¢s, Human Rights Watch examin¨® los informes de los medios de comunicaci¨®n, decretos del Gobierno, y los v¨ªdeos de la destrucci¨®n y la posguerra publicado en YouTube.
La demolici¨®n de barriadas enteras es la ¨²ltima en una larga lista de atrocidades que las organizaciones humanitarias atribuyen al r¨¦gimen de El Asad. Durante 12 meses, a partir de julio de 2012, con excavadoras y explosivos, las fuerzas armadas sirias derribaron edificios en 140 hect¨¢reas en las provincias de Hama y Damasco, escenario de intensos enfrentamientos en los casi tres a?os de revuelta popular. Para elaborar su informe, HRW analiz¨® im¨¢genes de sat¨¦lite de 16 ¨¢reas en Siria; entrevist¨® a 16 ciudadanos que perdieron sus hogares y testigos, y contrast¨® sus testimonios con v¨ªdeos grabados por opositores y difundidos en redes sociales. El informe, titulado Totalmente arrasados, acusa al r¨¦gimen de ¡°haber borrado del mapa vecindarios enteros¡±.
Con los derribos el r¨¦gimen aplasta, literalmente, zonas opositoras conquistadas y crea per¨ªmetros de seguridad en torno a ¨¢reas estrat¨¦gicas. ¡°En algunos casos [las demoliciones] parecen ser castigos colectivos a civiles que apoyan a los opositores. En otros casos el Gobierno arrasa vecindarios porque quiere aniquilar a milicianos rebeldes que se refugian en ese ¨¢rea. Y tambi¨¦n se han visto esos derribos en casos en los que el r¨¦gimen quiere proteger un ¨¢rea concreta, como un aeropuerto militar¡±, explica Ole Solvang, uno de los investigadores de HRW. Esta organizaci¨®n considera que las demoliciones pueden constituir un crimen de guerra y advierte de su posible generalizaci¨®n si el r¨¦gimen va ganando terreno como ha hecho en meses pasados.
Antes mis ojos, vi todo el duro trabajo de mi familia destruido en un segundo¡± V¨ªctima de las demoliciones
Ayer, el mediador de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, lament¨® al t¨¦rmino de la pen¨²ltima sesi¨®n de las negociaciones de paz de Ginebra II que el r¨¦gimen a¨²n no haya logrado evacuar a los civiles asediados en Homs durante m¨¢s de 18 meses y que tampoco permita que las organizaciones humanitarias les entreguen ayuda, a pesar del compromiso adquirido el pasado fin de semana. ¡°La cuesti¨®n planteada ahora es si primero se deja entrar la ayuda y despu¨¦s se deja salir a los civiles o lo contrario¡±, dijo en una rueda de prensa, seg¨²n France Press.
A pesar de su aparente disposici¨®n a negociar, el r¨¦gimen ha mantenido tambi¨¦n en d¨ªas pasados su feroz campa?a de asedio a zonas rebeldes en lo que uno de los miembros de la delegaci¨®n de la opositora Coalici¨®n Nacional Siria, Anas al Abdeh, ha calificado de ¡°pol¨ªtica de hambruna sistem¨¢tica¡±. Tampoco ha desistido del empleo como proyectiles de barriles cargados con explosivos, una rudimentaria arma prohibida por la legislaci¨®n internacional, por la gran cantidad de v¨ªctimas civiles que provoca. Ayer, en un solo ataque con uno de esos barriles, lanzado desde un helic¨®ptero en la localidad de Daraya, en Damasco, murieron 11 personas, incluidos tres ni?os, seg¨²n el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Tambi¨¦n hubo ataques a¨¦reos en la provincia de Alepo, tras los que fallecieron al menos ocho personas, seg¨²n la misma fuente.
El Ej¨¦rcito vino a nuestro barrio a decirnos que tambi¨¦n destrozar¨ªan nuestro vecindario¡± Testigo entrevistado por HRW
A medida que el r¨¦gimen ha ido ganando terreno en el conflicto ha buscado legitimidad en los foros internacionales. Aparte de su participaci¨®n en la cumbre de Ginebra II, en septiembre evit¨® un ataque con misiles de EE UU al aceptar desprenderse de su arsenal de armas qu¨ªmicas, que deber¨ªan ser destruidas en alta mar. Seg¨²n los t¨¦rminos de ese acuerdo, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles Siria deber¨ªa haber evacuado la totalidad se las sustancias y compuestos t¨®xicos. Seg¨²n revel¨® ayer el Pent¨¢gono, s¨®lo ha salido del pa¨ªs un 4%. ¡°No s¨¦ cu¨¢les son los motivos del Gobierno sirio, si es incompetencia o por qu¨¦ llevan este retraso en la entrega de materiales¡±, dijo ayer el secretario de Defensa, Chuck Hagel, en una visita a Polonia, informa Reuters. ¡°Pero el gobierno sirio debe asumir sus responsabilidades y respetar los compromisos que ha adquirido¡±.
La Casa Blanca hab¨ªa decidido atacar al r¨¦gimen sirio despu¨¦s de un ataque con gas sar¨ªn ocurrido en agosto en las afueras de Damasco, en el que seg¨²n un informe norteamericano murieron 1.429 personas. A pesar de los indicios que apuntaban a Damasco, las autoridades sirias acusaron a los opositores de haber usado esas armas, algo en lo que le secund¨® Rusia, uno de sus principales aliados.
Ayer, el jefe de inspectores de la ONU en esta investigaci¨®n, Ake Sellstrom, dijo que es ¡°dif¨ªcil de entender¡± c¨®mo la oposici¨®n pod¨ªa ser responsable de un ataque semejante. ¡°Me resulta extra?o. Si de verdad quieren culpar a la oposici¨®n, deber¨ªan tener una narrativa s¨®lida sobre c¨®mo esta consigui¨® las municiones, y no aprovecharon la oportunidad de contarnos esa narrativa¡±, dijo a la publicaci¨®n especializada CBRNe World.
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