Las renuncias de Hollande agrietan el PS

Los bandazos pol¨ªticos ¡ªy personales¡ª de Fran?ois Hollande; su proverbial indefinici¨®n, que sus detractores califican como mera inconsistencia y que sus defensores todav¨ªa llaman con optimismo capacidad de s¨ªntesis; su reciente y muy mitterrandiano giro a la derecha en econom¨ªa, y sus fracasos y renuncias en promesas de todo tipo (el crecimiento, el paro, el d¨¦ficit, un trato m¨¢s humanitario para los roman¨ªes, y la ley de la familia y la inseminaci¨®n artificial para las parejas lesbianas) comienzan a erosionar a la izquierda francesa y a abrir grietas cada vez m¨¢s profundas en el Partido Socialista.

La ¨²ltima encuesta conocida, realizada por TNS-Sofres y publicada este jueves por Le Figaro, estima que Hollande ha perdido tres puntos porcentuales de apoyo en dos meses, lo que deja su cota de confianza en un 19%, una nueva marca negativa en su a?o y medio largo de presidencia, y la segunda nota m¨¢s baja ¡ªtras el 16% cosechado por Jacques Chirac en julio de 2006¡ª en la historia de la Quinta Rep¨²blica.

Como parec¨ªa previsible desde que en enero Hollande cambi¨® de rumbo y present¨® su oferta de pacto a la patronal para reducir las cargas laborales de las empresas en 30.000 millones y el gasto p¨²blico en 50.000 millones hasta 2017, la desconfianza de los militantes y simpatizantes socialistas se ha disparado: solo un 49% de quienes se declaran cercanos al PS conf¨ªan ya en el jefe del Estado, siete puntos menos que en el ¨²ltimo bar¨®metro.

Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones municipales de finales de marzo, y cuatro para las europeas de mayo, el temor a la abstenci¨®n y al voto de castigo es cada vez m¨¢s palpable entre los alcaldes y electores del PS, as¨ª como entre sus socios de Gobierno, los Verdes, y sus aliados comunistas en el Parlamento. En las municipales, el PS presentar¨¢ listas comunes con el PCF en 210 ciudades, y con los Verdes en otras 190 localidades.

La ¨²ltima renuncia de Hollande, comunicada a la ciudadan¨ªa a trav¨¦s del ministro del Interior, Manuel Valls, l¨ªder del ala derechista del Gobierno y que pese a su ubicuidad medi¨¢tica tambi¨¦n comienza a perder fuelle en los sondeos, ha sido el aplazamiento del proyecto de ley sobre la familia: estaba previsto votarlo esta primavera, pero Hollande lo apart¨® de la agenda sine die horas despu¨¦s de las protestas que reunieron a 100.000 cat¨®licos ultraconservadores en Lyon y Par¨ªs.

El entorno del presidente ha hecho saber que se trata de una retirada estrat¨¦gica para centrar al pa¨ªs en el gran objetivo nacional ¡ªla recuperaci¨®n econ¨®mica y la creaci¨®n de empleo¡ª, y para evitar que la tensi¨®n y la crispaci¨®n se extiendan como sucedi¨® en 2013 con la ley del matrimonio homosexual.

Hollande, que ha sido varias veces insultado y silbado en p¨²blico por la Manif pour Tous, es cada vez m¨¢s sensible a la voz de la calle

Hollande, que ha sido varias veces insultado y silbado en p¨²blico por la Manif pour Tous, es cada vez m¨¢s sensible a la voz de la calle, seg¨²n se ha visto en renuncios anteriores como la ecotasa, anulada tras la revuelta de los Gorros Rojos en Breta?a, o el caso de Leonarda Dibrani, cuando ofreci¨® a la joven gitana que volviera a Francia sin su familia tras las protestas de estudiantes en Par¨ªs.

Pragm¨¢tico y buen conocedor de la historia y las tripas de los franceses, Hollande nunca se hab¨ªa mostrado entusiasta con una ley elaborada por el ala izquierdista del PS, quiz¨¢ porque sabe que las cuestiones de sociedad siempre han producido histeria y nervios entre las fuerzas reaccionarias del pa¨ªs.

A solo dos meses de la incierta cita con las urnas, Hollande no quer¨ªa otra discusi¨®n sobre el punto m¨¢s espinoso del proyecto, la Procreaci¨®n M¨¦dica Asistida (PMA, reproducci¨®n asistida) y su extensi¨®n a las parejas lesbianas, que en principio deb¨ªa integrar la ley del matrimonio homosexual y que fue finalmente aplazado hasta este a?o por el Gobierno ¡ªuna doble renuncia¡ª.

Pero la sensaci¨®n de que Hollande y Valls, el frente m¨¢s conservador del socialismo galo, han capitulado ante una peque?a manifestaci¨®n de fachos (fachas) justo despu¨¦s de que el presidente visitara al papa Francisco en Roma ha sido inevitable. Y tanto el momento elegido como las formas han suscitado un hondo malestar entre quienes piensan que la prioridad dada a la econom¨ªa no debe hacer olvidar que la izquierda fue votada para liberalizar la sociedad.

As¨ª, pesos pesados del PS como Anne Hidalgo, la candidata socialista a la alcald¨ªa de Par¨ªs, se han desmarcado de la l¨ªnea oficial. Hidalgo se ha declarado ¡°extremadamente decepcionada¡± por la renuncia a regular la maternidad de las lesbianas, y ha prometido que presionar¨¢ para que la ley se vote lo antes posible: ¡°No puede ser que nos quedemos paralizados ante los movimientos ultraconservadores que no representan al pueblo soberano¡±.

Me dicen que c¨®mo van a confiar en un Gobierno que abdica ante 80.000 personas. La decepci¨®n es grande. Esther Bembassa, senadora

En provincias, donde esta ley llamada a regular la adopci¨®n, la figura de los suegros, e incluso los or¨ªgenes familiares tiene menos defensores, la decisi¨®n no ha ca¨ªdo mejor. La senadora ecologista de Val de Marne Esther Bembassa ha detectado ¡°furia¡± entre sus votantes: ¡°Me dicen que c¨®mo van a confiar en un Gobierno que abdica ante 80.000 personas. La decepci¨®n es grande y si esto sigue as¨ª se quedar¨¢n en casa¡±, ha dicho Bembassa, que presentar¨¢ la semana pr¨®xima una propuesta de ley sobre la PMA.

El desencanto tambi¨¦n es notable entre algunos ministros verdes, como Cecile Duflot, que ha recordado que ¡°respetar la familia es reconocer las nuevas formas de vida familiar¡± y que ¡°la izquierda implica la conquista de derechos!¡±. El l¨ªder del PCF, Pierre Laurent, ha definido el gatillazo como ¡°totalmente incre¨ªble¡±.

En cambio, los analistas son esc¨¦pticos sobre el alcance electoral de esta renuncia, y creen que las municipales se juegan sobre la pol¨ªtica local y la econom¨ªa. El polit¨®logo Fr¨¦d¨¦ric Dabi ha dicho que las decepciones y sus consecuencias se determinaron hace tiempo y ¡°se apoyan mucho menos sobre el proyecto de ley de la familia que sobre las cuestiones econ¨®micas y sociales¡±.

Por si acaso, y en vista de la reacci¨®n de militantes y candidatos, el primer ministro Jean-Marc Ayrult, que sigue en guerra abierta con Valls, afirm¨® este jueves que el Gobierno examinar¨¢ sin dilaci¨®n algunas medidas concretas del proyecto de ley. Cit¨®, entre otras, el ejercicio de la autoridad paterna.