Honduras extradita a Estados Unidos al narcotraficante ¡®El negro lobo¡¯
Tras un proceso de 75 d¨ªas, el presunto delincuente Carlos Arnoldo Lobo se convirti¨® en el primer hondure?o que es extraditado legalmente
Abril de 1988: En una operaci¨®n clandestina, alguaciles estadounidenses secuestraron en Tegucigalpa al hondure?o Juan Ram¨®n Matta Ballesteros, alias ¡°El Negro¡± o ¡°Don Mata¡±, estrecho socio de Pablo Escobar, poderoso l¨ªder del cartel de Medell¨ªn. Despu¨¦s de torturarlo en una base militar norteamericana en Honduras, lo enviaron a Rep¨²blica Dominicana y finalmente a Estados Unidos, donde purga una docena de cadenas perpetuas por contrabando de drogas. Turbas enardecidas de hondure?os incendiaron un sector de la embajada estadounidense en Honduras en respuesta a la extradici¨®n de ¡°El Negro¡±, considerado una especie de Robin Hood por sus compatriotas por sus ayudas a los m¨¢s necesitados.
Mayo de 2014: Tras un proceso legal, seguro y ordenado de 75 d¨ªas, el narcotraficante Carlos Arnoldo Lobo se convirti¨® en el primer hondure?o que es extraditado legalmente a Estados Unidos desde Honduras por cargos de contrabando de drogas. En un trabajo con el apoyo del presidente de Honduras, Juan Orlando Hern¨¢ndez, el caso del hondure?o, alias ¡°El Negro Lobo¡±, se desarroll¨® sin incidentes ni reacciones de molestia popular y abri¨® una nueva ruta para el combate y la represi¨®n al crimen organizado en uno de los pa¨ªses centroamericanos claves para el tr¨¢fico de estupefacientes de Colombia a M¨¦xico y Estados Unidos.
¡°La extradici¨®n significa claramente la incapacidad del sistema de justicia (de Honduras) para imponer las penas correspondientes a quien infringe la ley¡°, dijo a EL PA?S la hondure?a Leticia Salom¨®n, directora asociada del Centro de Investigaci¨®n de Honduras.
Al comparar lo que sucedi¨® con El Negro, en 1988, y El Negro Lobo, en 2014, explic¨® que ¡°son situaciones totalmente diferentes". El contexto en la d¨¦cada de los ochenta, se?ala Salom¨®n, "no era de florecimiento del narcotr¨¢fico". ¡°En la actualidad...el narcotr¨¢fico es uno de los problemas m¨¢s graves en el pa¨ªs, pero al mismo tiempo estamos tambi¨¦n en presencia de una debilidad pr¨¢cticamente total del sistema de justicia hondure?o para enjuiciar y castigar a los narcotraficantes que se detienen¡±, a?adi¨®.
Salom¨®n sostiene que en la actualidad "no se va a generalizar una movilizaci¨®n social para apoyar a un narcotraficante que no tiene las redes clientelares sociales que ten¨ªa el otro en los a?os ochenta¡±, aclar¨®.
Lobo, de 38 a?os, fue llevado a bordo de un helic¨®ptero desde una estaci¨®n del ej¨¦rcito hondure?o en Tegucigalpa hacia Palmerola, a una base militar que Washington mantiene en Centroam¨¦rica desde 1983. El presunto narcotraficante lleg¨® a Florida el viernes por la ma?ana, confirm¨® el Departamento de Estado.
Jen Psaki, portavoz del departamento, se?al¨® en una conferencia que el gobierno de Estados Unidos saluda ¡°la determinaci¨®n de Honduras al tomar este paso hist¨®rico de extraditar a uno de sus propios ciudadanos, lo que aplica un golpe a la impunidad del crimen organizado y al tr¨¢fico de drogas¡±. La decisi¨®n de Tegucigalpa significa una ¡°fuerte se?al de que el presiente Hern¨¢ndez est¨¢ comprometido a impedir que el territorio hondure?o sea usado para actividades il¨ªcitas¡±, precis¨®.
El tr¨¢mite comenz¨® el 25 de febrero cuando Washington solicit¨® a Tegucigalpa la detenci¨®n provisional con fines de extradici¨®n, acusado en un juzgado de Florida de traficar drogas mediante el uso de una flotilla de embarcaciones que pose¨ªa en las Islas de la Bah¨ªa, en el sector del Caribe hondure?o.
Un juzgado orden¨® el 5 de marzo la captura de?El Negro Lobo, la cual se logr¨® el 27 de ese mes. El 21 de abril pasado, la Corte Suprema de Justicia declar¨® a lugar la extradici¨®n del hondure?o. La defensa de Lobo plante¨®, sin ¨¦xito, una serie de recursos de apelaci¨®n y denunci¨® que la justicia de Honduras cedi¨® a presiones de Estados Unidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.