La tragedia minera reabre la fractura social en Turqu¨ªa
La actuaci¨®n de Erdogan reaviva el descontento que estall¨® hace un a?o en Estambul
La explosi¨®n en una mina de carb¨®n en la ciudad turca de Soma se ha dejado sentir m¨¢s all¨¢ de la enorme tragedia que ha costado la vida al menos a 301 personas, seg¨²n las cifras oficiales. El siniestro tambi¨¦n ha reabierto la brecha que separa al Gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de una importante parte de la poblaci¨®n, que culpa de la tragedia a las autoridades por no exigir unas condiciones de trabajo seguras en las minas.
Ayer, la polic¨ªa tom¨® la ciudad de Soma, estableci¨® controles y detuvo a decenas de personas para hacer cumplir la prohibici¨®n de protestar p¨²blicamente en la zona del accidente, informa Reuters. Las tareas de rescate se dan por terminadas.
Durante la semana se han sucedido enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªa en Estambul, Ankara y en otras ciudades. El viernes, la polic¨ªa antidisturbios us¨® ca?ones de agua y gas lacrim¨®geno para dispersar a varios miles de personas que intentaban protestar en el propio centro de Soma, donde hay una estatua erigida en honor de los mineros. Por su parte, tanto el Gobierno como la empresa que gestiona la mina han evadido cualquier responsabilidad en el siniestro, del que a¨²n se desconoce la causa exacta.
Estas escenas de protestas y represi¨®n policial recuerdan a las que se han ido sucediendo desde que hace casi exactamente un a?o se iniciaran las manifestaciones masivas contra el ¡°autoritarismo¡± de Erdogan, centradas en el Parque Gezi de Estambul. El malestar social revivi¨® en diciembre, cuando un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n involucr¨® a varias figuras del Gobierno, y continu¨® este a?o tras la aprobaci¨®n de varias leyes que daban al Ejecutivo m¨¢s control sobre el poder judicial y sobre internet, y tambi¨¦n m¨¢s poderes a los servicios de inteligencia.
Por su parte, Erdogan hab¨ªa culpado de las protestas a una supuesta conspiraci¨®n internacional, y del esc¨¢ndalo de corrupci¨®n a los seguidores del cl¨¦rigo isl¨¢mico Fetul¨¢ Gulen, que habr¨ªan infiltrado las fuerzas de seguridad del Estado.
Estas explicaciones parecieron servir a buena parte del electorado porque, para desespero de quienes llevaban meses protestando, el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) de Erdogan fue el m¨¢s votado con diferencia en las elecciones locales en marzo, con un 45,5% de las papeletas.
¡°La mayor¨ªa silenciosa ha podido ver, gracias al discurso de Erdogan desde Gezi, que todo eso era una ingenier¨ªa pol¨ªtica en contra del proceso de paz [entre el Estado y la guerrilla kurda del PKK] y por esa raz¨®n se moviliz¨® para votar al AKP¡±, comenta Akin Ozcer, un exdiplom¨¢tico turco y escritor.
¡°Hay que ver desde esa ¨®ptica la mirada de la esta mayor¨ªa silenciosa hacia la cat¨¢strofe de Soma", a?ade, ¡°y quedar¨¢ movilizada tambi¨¦n durante las protestas callejeras que se esperan dentro de unos d¨ªas para el aniversario de Gezi¡±.
El ¨¦xito en las urnas hab¨ªa dado confianza a Erdogan para presentarse como candidato en las elecciones presidenciales previstas para agosto, ya que no podr¨ªa concurrir de nuevo al cargo de primer ministro debido a las propias normas del AKP.
Sin embargo, en esta ocasi¨®n el Gobierno lo puede tener m¨¢s dif¨ªcil a la hora de encontrar culpables para las protestas y el enfado de parte de la poblaci¨®n que s¨ª considera a las autoridades responsables de la tragedia en la mina.
Ankara no ha firmado la Convenci¨®n sobre la Seguridad y la Salud en las Minas de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), y este pa¨ªs ocupa el tercer peor puesto del mundo en accidentes laborales por n¨²mero de habitantes, seg¨²n un informe de 2012 de la propia OIT, citado por diferentes medios.
Adem¨¢s, entre 1991 y 2008, m¨¢s de 2.500 mineros perdieron la vida y m¨¢s de 13.000 quedaron incapacitados en accidentes laborales y enfermedades relacionadas con su trabajo en el sector del carb¨®n en Turqu¨ªa, seg¨²n un informe de 2010 del 'think tank' turco TEPAV. Ese mismo a?o, la C¨¢mara de Arquitectos e Ingenieros tambi¨¦n hab¨ªa se?alado graves deficiencias en la seguridad en las minas de Soma. Y ya m¨¢s recientemente, en abril la oposici¨®n present¨® en el Parlamento una petici¨®n para investigar una serie de peque?os accidentes en estas minas que fue rechazada por el AKP.
Estos datos y la tragedia de Soma tambi¨¦n ponen en cuesti¨®n el modelo de desarrollo econ¨®mico de Turqu¨ªa, cuyo PIB ha crecido al 5,1% de media anual desde 2002, a?o en que el AKP lleg¨® al poder. Sus continuas victorias electorales tambi¨¦n se han debido en parte a este r¨¢pido crecimiento econ¨®mico, que le ha atra¨ªdo el voto pragm¨¢tico de cierta parte del electorado.
Cuando faltan dos semanas para que se cumpla un a?o del inicio de las protestas de Gezi, habr¨¢ que ver si el regreso de las manifestaciones y la en¨¦sima crisis de Gobierno consiguen apartar a Erdogan del poder, o si esa ¡°mayor¨ªa silenciosa¡± y el voto pragm¨¢tico seguir¨¢n apoyando las pol¨ªticas del primer ministro de cara a las presidenciales de agosto.
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