Netanyahu responde con silencio a las invitaciones de di¨¢logo del Papa

Que la oraci¨®n todo lo puede es un convencimiento que el papa Francisco no ha logrado a¨²n inocular a los negociadores palestinos e israel¨ªes, cuyas relaciones son nulas desde que Israel se apartara del proceso de paz por la integraci¨®n del grupo islamista Ham¨¢s en el Gobierno palestino.

Pero una cosa es ilusionarse con un gesto que califican de ¡°importante¡±, ¡°simb¨®lico¡± y ¡°emotivo¡±, que inaugura una nueva sede de di¨¢logo, lejos de la tradicional Casa Blanca, desgastada, y otra que los adversarios vean el encuentro de Roma como un paso firme hacia el entendimiento. A ambos lados de la L¨ªnea Verde vence el realismo y muere la utop¨ªa. ¡°Nadie piensa en la paz¡±, reconoce un asesor del jefe de Estado, Sim¨®n Peres. En el gabinete del presidente palestino, Mahmud Abbas, cabecean d¨¢ndole la raz¨®n.

Peres tiene un papel institucional, no de gesti¨®n. Ah¨ª est¨¢ la primera debilidad del encuentro: que falta el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, quien realmente tiene que llevar las riendas de un hipot¨¦tico proceso negociador, quien decide qu¨¦ exige y qu¨¦ cede. El Papa lo dej¨® conscientemente al margen del acto. ¡°No vemos a Netanyahu, realmente, orando con Abbas en armon¨ªa¡±, dijo con retranca un alto representante del Patriarcado Latino de Jerusal¨¦n despu¨¦s de que Francisco anunciase el encuentro en su misa de Bel¨¦n, el pasado d¨ªa 25 de mayo.

El primer ministro se ha mantenido absolutamente al margen de la cita. Ni un comentario al respecto. En la ma?ana del ayer en su declaraci¨®n tras el Consejo de Ministros semanal, no hizo tampoco alusi¨®n alguna. Sus asesores insisten en que lo respeta como un ¡°gesto generoso¡± de Francisco pero lo rechaza por la contraparte: el discurso desde el pasado 23 de abril, cuando las facciones palestinas se comprometieron a crear un Gobierno de unidad ¡ªpresentado formalmente el pasado lunes¡ª es que no se puede negociar ni hablar ni rezar con Abbas, socio ahora de Ham¨¢s y la Yihad Isl¨¢mica, ¡°terroristas que buscan la destrucci¨®n de Israel y de su pueblo¡±. Ninguno de los dos grupos reconoce el derecho de Israel a existir en paz.

Peres est¨¢ a punto de dejar la presidencia de Israel y empe?ado en ¡°dejar una herencia de paz sobre la que construir el fin del conflicto¡±. No ha tenido reparos en verse con el ¡°demonio palestino¡±, como lo ha denominado estos d¨ªas Casa Jud¨ªa, el segundo partido que m¨¢s diputados cede a Netanyahu para mantenerse en el poder. La prensa local habla de ¡°golpe bajo¡± al primer ministro.

¡°Nadie piensa en el di¨¢logo¡±, reconoce un asesor del presidente israel¨ª

Xavier Abu Eid, portavoz de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), reconoce que el ¡°gesto¡± del Vaticano es ¡°loable¡± pero como este ¡°hacen falta muchos m¨¢s¡± hasta alcanzar una soluci¨®n de dos estados y, con ella, la paz. ¡°No hay blancos y negros en esta tierra, no podemos decir que traer¨¢ la paz o no servir¨¢ de nada. Es una nueva ventana, con el a?adido de que ahora el Papa conoce Tierra Santa y sabe las necesidades de su gente¡±, explica, en referencia a la visita de Bergoglio de finales de mayo a Jordania, territorios palestinos e Israel.

Abu Eid denuncia que en estos d¨ªas previos ha habido ¡°intentos de boicot¡± del rezo, porque si algo evidencia es ¡°lo aislado que est¨¢ Netanyahu¡±, cuando hasta Peres dice s¨ª a verse con Abbas y estrechar su mano. ¡°No creemos que la palabra sea enternecerse, no est¨¢ en su vocabulario, pero esperamos que la foto que salga de Roma ayude a Netanyahu a entrar en raz¨®n sobre la necesidad de una paz basada en la justicia. Esta es una tierra de milagros, pero no creemos que se d¨¦ otro cuando de por medio hay un pol¨ªtico que fundamenta su pol¨ªtica en la ocupaci¨®n¡±, denuncia.

En Israel y en los territorios palestinos se pone el acento, adem¨¢s, en el consuelo de que, ya que la iniciativa no es realmente pol¨ªtica ni augura por tanto otro proceso negociador al uso como el que se cerr¨® en abril tras nueve meses de infructuoso trabajo, al menos se intenta evidenciar que la religi¨®n puede ser un punto de encuentro, m¨¢s que de fricci¨®n. El conflicto es esencialmente pol¨ªtico pero la fe, especialmente la pelea por los santos lugares en Jerusal¨¦n, siempre ha a?adido le?a al fuego.