Nueva acusaci¨®n de ciberespionaje chino en EE UU
La noticia coincide con los intentos de Pek¨ªn y Washington por superar la desconfianza mutua
La noticia de que hackers chinos lograron acceder en marzo a los ordenadores de la agencia gubernamental estadounidense que guarda datos personales de todos los funcionarios federales no pasar¨ªa quiz¨¢s de ser una an¨¦cdota m¨¢s en las constantes acusaciones mutuas de ciberespionaje entre Washington y Pek¨ªn si no fuera por el momento en que ha salido a la luz: justo cuando el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se encontraba en China participando en una nueva ronda del Di¨¢logo Estrat¨¦gico y Econ¨®mico, uno de los instrumentos de di¨¢logo bilateral m¨¢s importantes entre ambos pa¨ªses.
Seg¨²n The New York Times, que destap¨® la noticia de la que este jueves se hac¨ªa ya eco toda la prensa estadounidense, antes de que se detectara y frenara el ataque, los hackers chinos lograron acceder a algunas de las bases de datos en los que la oficina de personal federal almacena la informaci¨®n personal de los funcionarios que solicitan un pase para tener acceso a informaci¨®n de alto secreto.
El Departamento de Seguridad Nacional ha confirmado a la prensa el ciberataque, pero ha subrayado que no hay constancia de que se haya perdido informaci¨®n comprometedora. Y si bien se ha rastreado la pista de los hackers hasta China, no est¨¢ claro que los piratas inform¨¢ticos actuaran en nombre del Gobierno chino.
Pero lo interesante de este caso no es el ataque en s¨ª ¡ªciberataques chinos de este tipo son constantes¡ª sino que tuviera ¨¦xito, aunque la informaci¨®n obtenida no sea a primera vista de importancia clave. Y tambi¨¦n el hecho de que se conozca justo cuando Washington y Pek¨ªn tratan de superar la desconfianza mutua generada precisamente por episodios como este.
En mayo, cinco militares chinos fueron acusados formalmente por el Departamento de Justicia estadounidense de ciberespionaje industrial. Aunque es improbable que el caso llegue jam¨¢s a juicio, en vista de que para ello los acusados tendr¨ªan que personarse en Estados Unidos, el gesto fue m¨¢s que simb¨®lico: era la primera vez que EE UU presentaba cargos criminales contra funcionarios de otro pa¨ªs. Y lo hac¨ªa contra la poderosa China, a la que Washington ha acusado una y otra vez de ataques inform¨¢ticos.
Adem¨¢s, este caso podr¨ªa a su vez llevar a otros pa¨ªses a intentar sentar en el banquillo a funcionarios estadounidenses por cargos similares, todo ello en momentos en que no ha acabado el flujo de revelaciones sobre el alcance del espionaje mundial realizado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana filtradas por Edward Snowden.
De hecho, hace un a?o era EE UU el que se retorc¨ªa inc¨®modo, despu¨¦s de que Snowden asegurara que el Gobierno de Barack Obama ¡ªy de sus predecesores¡ª lleva a?os accediendo a ordenadores de China y Hong Kong y que la NSA tiene incluso una unidad ultrasecreta dedicada exclusivamente a tratar de entrar en los sistemas inform¨¢ticos del gigante asi¨¢tico.
Las revelaciones de Snowden, adem¨¢s de enrarecer las relaciones de Washington con algunos de sus m¨¢s estrechos aliados internacionales, han llevado a intentos de limitar el alcance de la recopilaci¨®n de informaci¨®n como los metadatos a nivel global.
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