Da?os colaterales

El primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu asegura que el prop¨®sito de la invasi¨®n de Gaza es destruir los t¨²neles que comunican la Franja con Israel, por los que se cuelan los terroristas de Ham¨¢s. ?Por qu¨¦, entonces, los 10 d¨ªas de bombardeos previos a la invasi¨®n terrestre? ?Por qu¨¦ Ham¨¢s rechaz¨® un alto el fuego que habr¨ªa limitado la carnicer¨ªa? ?Y, si eso tiene sentido, qui¨¦nes salen ganando, o perdiendo con la masacre?

El gran perdedor solo puede ser el pueblo palestino, que ha sufrido una org¨ªa de da?os colaterales, por otro nombre, mujeres y ni?os entre los varios centenares de muertos, miles de heridos y detenidos, innumerables viviendas destruidas, y la demolici¨®n total o parcial de sus ya exiguos servicios p¨²blicos.

La opini¨®n israel¨ª y su primer ministro s¨ª que parecen, en cambio, seguros de haber ganado, cuando menos en el corto plazo. Netanyahu sabe que en una campa?a as¨ª se produce un cierre de filas en respaldo del Ej¨¦rcito, por lo que con su Operaci¨®n Margen Protector combate tanto la amenaza de los cohetes e infiltraciones de Ham¨¢s, como trata de mantener a raya a su extrema derecha, que pide la reocupaci¨®n de la Franja y un castigo a¨²n m¨¢s ejemplar, como si la matanza no fuera suficiente. Y en una extra?a simetr¨ªa, Ham¨¢s puede pensar que gana tambi¨¦n porque, en comparaci¨®n con la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas, puede ufanarse de ser la ¨²nica que hace frente a los invasores.

Hay l¨ªmites, sin embargo, para tanta ganancia. Al establishment israel¨ª no le interesa la destrucci¨®n completa del enemigo, si ello fuera posible, porque el vac¨ªo as¨ª creado se llenar¨ªa con una docena de grup¨²sculos, la mayor¨ªa escisiones de Ham¨¢s, de un yihadismo a¨²n m¨¢s extremo, mientras que la organizaci¨®n que gobierna la Franja cumple a la perfecci¨®n un ¨²til cometido pol¨ªtico: permite a Israel afirmar que no hay negociaci¨®n de paz posible con terroristas, abocados a la destrucci¨®n del Estado sionista. Como subraya el periodista liban¨¦s Rami G. Khouri, tanto como la destrucci¨®n de t¨²neles, lo que le importa a Netanyahu es ¡°segar la hierba¡± bajo los pies de la guerrilla, da?ar la infraestructura de Ham¨¢s, operaci¨®n que, por lo visto, conviene repetir cada varios a?os ¡ªla ¨²ltima vez fue en 2008-2009, con un balance de 1.400 palestinos y 13 israel¨ªes muertos¡ª para impedir que la organizaci¨®n reconstruya su establecimiento militar, al tiempo que la mantiene permanentemente a la defensiva. Eso explicar¨ªa los 10 d¨ªas de bombardeos, antes de ponerse a buscar t¨²neles.

Lejos del teatro de la acci¨®n aparece, sin embargo, otro gran perdedor: Barack Obama, o la viva imagen de la impotencia. Se dispara la matanza y el presidente norteamericano expresa su ¡°preocupaci¨®n¡± por tel¨¦fono a Netanyahu, y cuando este d¨¦ por concluida la operaci¨®n, hasta deber¨¢ agradec¨¦rselo. La cuesti¨®n de fondo, en cualquier caso, la expres¨® el primer ministro israel¨ª en una conferencia de prensa, ya mediada la invasi¨®n, al decir que Jerusal¨¦n nunca consentir¨ªa que existiera un Estado palestino plenamente soberano. Y su justificaci¨®n se llama Ham¨¢s.