El Estado Isl¨¢mico recluta en L¨ªbano
Aprovecha los choques locales y el resentimiento de refugiados palestinos para recabar apoyos
El Estado Isl¨¢mico (EI) ambiciona ampliar con L¨ªbano el mapa de su autoproclamado califato, mientras sus milicias avanzan en Siria e Irak sembrando el terror. Pol¨ªticos y religiosos libaneses niegan una presencia estructurada del grupo yihadista en su territorio, pero la proliferaci¨®n de las banderas negras del EI en los tres bastiones sun¨ªes m¨¢s conservadores de L¨ªbano (Sid¨®n al sur, Tr¨ªpoli al norte y Ersal al este), y sus amenazas a objetivos chi¨ªes libaneses apuntan a lo contrario.
El 2 de agosto, grupos yihadistas del EI apoyados por el Frente Al Nusra (el brazo de Al Qaeda en Siria) mataron a 16 soldados libaneses y capturaron a 29. Uno de ellos, un sargento, fue decapitado como represalia por el apoyo de la milicia chi¨ª libanesa de Hezbol¨¢ al r¨¦gimen sirio. El Ej¨¦rcito liban¨¦s se mantiene en alerta ante una posible avalancha de yihadistas en Ersal. Los rebeldes sirios ¡°se encuentran en fase de mutaci¨®n. La brutalidad medi¨¢tica del EI est¨¢ radicalizando a combatientes de otras facciones¡±, opina un simpatizante de los rebeldes en Ersal consultado por EL PA?S.
Banderas del EI ondean en el barrio Taamir, donde se concentran las facciones islamistas del campamento de refugiados palestinos de Ein el Helwe, en Sid¨®n. ¡°La gente manifiesta su simpat¨ªa, a t¨ªtulo personal. El EI no tiene una estructura real aqu¨ª¡±, asevera el jeque Jamal Jatad, el m¨¢s influyente en la corriente islamista. El jeque trata de persuadir en su serm¨®n a sus fieles de mantenerse alejados del EI, pero unas 50 personas se manifestaban en apoyo del grupo yihadista esta semana.
¡°El EI est¨¢ llegando¡±, rezaban las pintadas con las que amanec¨ªan el pasado domingo varias iglesias de Tr¨ªpoli. Atemorizados por la brutalidad en Irak, los cristianos libaneses (40% de la poblaci¨®n) cierran filas junto a su Ej¨¦rcito. Tr¨ªpoli alberga la mayor diversidad de grupos sun¨ªes conservadores. ¡°No hay cabida para el EI aqu¨ª. Los l¨ªderes sun¨ªes obtienen poder y financiaci¨®n de parlamentarios y alianzas locales. Si el EI entrara, les restar¨ªa poder¡±, explica el jeque Abu Mazen, influyente l¨ªder religioso.
Un sargento fue decapitado por la ayuda de Hezbol¨¢ al r¨¦gimen sirio
Sin embargo, el EI se ha mostrado h¨¢bil a la hora de aprovechar los enfrentamientos locales para recabar apoyos en aquellos grupos con los que comparte enemigos. Durante d¨¦cadas, el Gobierno liban¨¦s ha condenado a los palestinos a una ciudadan¨ªa de segunda prohibi¨¦ndoles ejercer hasta 60 profesiones o disfrutar de seguridad social. Resentidos por la ejecuci¨®n de centenares de sus compa?eros a manos de tropas sirias en 1986, los salafistas de Tr¨ªpoli comparten tambi¨¦n enemigo con el EI. Divididos e inferiores militarmente a la milicia chi¨ª Hezbol¨¢, los salafistas del norte ven con simpat¨ªa a aquellos que puedan vengarles en una batalla dom¨¦stica cada vez m¨¢s sectaria.
¡°No hay cabida para el EI en L¨ªbano, pero s¨ª hay individuos atra¨ªdos por su mensaje. Entre los j¨®venes se acent¨²a el sentimiento de injusticia as¨ª como de pobreza que lleva a la radicalizaci¨®n¡±, explicaba el influyente jeque Salam al Rifai. Transcurridos 42 meses de guerra siria, el L¨ªbano se halla dividido entre un bloque a favor y otro en contra del r¨¦gimen sirio. Combatientes tanto sun¨ªes como chi¨ªs libaneses han participado en uno y otro lado del conflicto sirio, exacerbando el sectarianismo pol¨ªtico en el L¨ªbano. Hasta ahora, el EI ha protagonizado varios atentados en bastiones chi¨ªes libaneses perpetrados por yihadistas extranjeros.
Al optimismo expresado en los discursos oficiales contradice una creciente preocupaci¨®n de que los yihadistas recluten en los bastiones sun¨ªes m¨¢s conservadores contagiando al L¨ªbano con el estallido de conflictos localizados como el de Ersal.
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