?Qu¨¦ son los normalistas mexicanos?
El colectivo de origen revolucionario se moviliza ante la desaparici¨®n de 43 estudiantes
El de normalistas es uno de los colectivos de estudiantes mejor organizados de todo M¨¦xico. De corte socialista y asambleario, el de la escuela rural Ra¨²l Isidro Burgos, donde recib¨ªan formaci¨®n los 43 alumnos desaparecidos el pasado 26 de septiembre en Iguala, tiene una historia especialmente combativa.?
El centro educativo, que recibe estudiantes de las zonas m¨¢s pobres del pa¨ªs y que opera en r¨¦gimen de internado, se describe como una instituci¨®n ¡°formadora de hombres libres, ¨ªntegros, dignos representantes de la carrera magisterial". La definici¨®n de normalista no es otra que la de estudiante de magisterio, pero en el origen revolucionario de estas escuelas se encuentra el sentido de un colectivo que ha seguido, con el paso de las d¨¦cadas, dando la batalla a los sucesivos gobiernos mexicanos. En la actualidad, los normalistas de Ayotzinapa realizan con relativa frecuencia protestas, bloqueos de calle o secuestros de autobuses. Para financiar sus actividades (desplazamientos o comida de los alumnos que hacen sus pr¨¢cticas en comunidades m¨¢s alejadas) es com¨²n verlos en los peajes de las autopistas con el rostro cubierto, hucha en mano, pidiendo una contribuci¨®n a los conductores.?
Las escuelas normales, los centros educativos que imparten la licenciatura de Magisterio, nacieron con la Revoluci¨®n Mexicana (1910), cuando el pa¨ªs era todav¨ªa una sociedad fundamentalmente campesina. Jos¨¦ Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico y ministro de Educaci¨®n entre 1921 y 1924, emprendi¨® una cruzada por la educaci¨®n basada en los maestros rurales, a quienes eligi¨® como figura para expandir el esp¨ªritu de la revoluci¨®n. ¡°Se pretend¨ªa dar a los mexicanos sentido de pa¨ªs. El maestro ense?aba lo mismo a leer y a escribir que a hacer jab¨®n o carpinter¨ªa¡±, explica el historiador y acad¨¦mico Lorenzo Meyer. ¡°Fue un periodo dif¨ªcil, en los a?os veinte los maestros lo pasaron mal, los cristeros no los aceptaban y acabaron matando o mutilando a muchos¡±.
El problema lleg¨® cuando M¨¦xico dej¨® de ser rural y el Gobierno revolucionario. ¡°Estas escuelas ten¨ªan una visi¨®n de izquierdas, radical, as¨ª que quisieron cerrarlas, pero no era una tarea sencilla, porque tambi¨¦n representaban la ¨²nica oportunidad para la gente del campo¡±. De la normal Ra¨²l Isidro Burgos emergieron dos grandes l¨ªderes guerrilleros de los a?os sesenta y setenta del siglo pasado: Genaro V¨¢zquez Rojas y Lucio Caba?as, a quienes a¨²n hoy los alumnos veneran. Este ¨²ltimo, que siendo maestro organizaba y asesoraba a los campesinos acerca de sus derechos, fund¨® el grupo armado Partido de los Pobres. El Estado de Guerrero fue v¨ªctima de la represi¨®n militar y pol¨ªtica durante la llamada Guerra Sucia (d¨¦cadas de los sesenta y setenta) y todav¨ªa hoy, en la sierra, se encuentran algunos de los municipios con menor ¨ªndice de desarrollo humano de todo el pa¨ªs.
Las escuelas normales?nacieron con la Revoluci¨®n Mexicana (1910), cuando el pa¨ªs era todav¨ªa una sociedad fundamentalmente campesina
En 2013, la aprobaci¨®n de la reforma educativa propuesta por el Gobierno de Pe?a Nieto, que entre otras medidas introduc¨ªa un sistema peri¨®dico de evaluaci¨®n para los maestros, provoc¨® la furia del gremio (estudiantes y docentes), que con especial virulencia en Guerrero, se ech¨® a la calle en varios Estados del sur de la Rep¨²blica.?¡°La ausencia de garant¨ªas para la transparencia en los procesos de adjudicaci¨®n era uno de los principales reclamos de los normalistas en las movilizaciones", explica la maestra del Instituto Polit¨¦cnico Nacional Mar¨ªa Eugenia Flores.?Debilitado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n (SNTE), el mayor de Am¨¦rica Latina, tras la captura de su l¨ªder, Elba Esther Gordillo, la protesta fue dirigida por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educaci¨®n. La reforma se aprob¨® y el Ejecutivo del PRI le gan¨® el pulso al magisterio.
Hist¨®ricamente, un normalista que entraba en una escuela p¨²blica despu¨¦s de cursar la secundaria [hoy es necesario acceder despu¨¦s del bachillerato o equivalente], al terminar su formaci¨®n de cuatro a?os obten¨ªa un puesto de trabajo de forma autom¨¢tica. Ahora las plazas salen a concurso y ya no es posible heredarlas. "Antes hab¨ªa mucha concurrencia para poder obtener una plaza, ahora el nivel es m¨¢s bajo", se?ala Flores.?
En la ¨²ltima semana a los normalistas de Ayotzinapa se han unido compa?eros de Michoac¨¢n y de otros estados mexicanos. El bullicio continuo en la asamblea de estudiantes contrasta ahora con el mutismo de las autoridades, que hasta la fecha, desconocen el paradero de los 43 desaparecidos.
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