Los 'pitonisos' de las elecciones
Crece el n¨²mero de expertos en EE UU que hacen predicciones detalladas de comicios
Los estadounidenses acuden a las urnas el 4 de noviembre para elegir a sus representantes en el Capitolio y en una treintena de estados a sus gobernadores. Pero desde hace varios meses algunos parecen tener muy claro lo que la mayor¨ªa va a elegir ese d¨ªa. Son los pitonisos de las elecciones. Es un fen¨®meno en auge: m¨¢s de una decena de expertos elaboran sofisticados modelos con vaticinios, repletos de detalles, sobre los resultados concretos.
Larry Sabato es uno de ellos. Este veterano polit¨®logo se ha labrado una fama por su sistema de predicciones, llamado oportunamente Crystal Ball (Bola de Cristal), que dirige desde el Centro de Pol¨ªtica de la Universidad de Virgina. En los comicios presidenciales de 2012, acert¨® la victoria de Barack Obama o Mitt Romney en 48 de los 50 estados. Crystal Ball asegura haber tenido una ratio de acierto del 97% ese a?o, tambi¨¦n en las elecciones a la C¨¢mara de Representantes y al Senado.
Hay m¨¢s: en julio de 2008, tres meses antes de las presidenciales, Sabato pronostic¨® que Obama ganari?a con un 53% de voto (acerto?) y con 364 votos en el colegio electoral que elige al presidente (y se equivoco? por uno). En 2004, acerto? el 99% de resultados en las elecciones legislativas y al cargo de gobernador.
¡°Lo usamos todo¡±, responde el polit¨®logo en una entrevista telef¨®nica a la pregunta del mill¨®n: ?qu¨¦ elementos tiene en cuenta para sus c¨¢lculos? Sabato explica que su modelo se nutre de resultados de encuestas secretas y p¨²blicas sobre las elecciones y de datos hist¨®ricos de cada estado y distrito. Pero evita entrar en mayores concreciones. ¡°Llevo estudiando esto desde los a?os 70. Tengo una visi¨®n bastante clara de cada estado¡±, se limita a afirmar.
En las re?idas elecciones del d¨ªa 4 al Senado, Crystal Ball pronostica que el Partido Republicano ganar¨¢ entre cinco y ocho esca?os. Necesita seis para hacerse con la mayor¨ªa del hemiciclo, ahora en posesi¨®n del Dem¨®crata. Este a?o se renuevan 36 (33 de los que tocar¨ªan habitualmente por estado y tres por elecciones especiales) de los 100 esca?os de miembros del Senado. De los 36, 21 son dem¨®cratas y 15 republicanos.
Sabato cree que los republicanos son favoritos en hacerse con el Senado principalmente por dos razones. De un lado, gozan de una ventaja geogr¨¢fica, dado que los dem¨®cratas tienen que defender siete estados en que gan¨® el republicano Romney en 2012. Y del otro, Obama lleva seis a?os en la Casa Blanca y ¡°raramente¡± las elecciones de medio mandato le van bien a un presidente. A esto se le une su baja popularidad, por lo que los dem¨®cratas podr¨ªan perder en estados que Obama gan¨® en 2012.
El polit¨®logo considera que los estados m¨¢s disputados en que cualquiera puede ganar son Colorado (actualmente bajo control dem¨®crata), Georgia (republicano), Louisiana (dem¨®crata) y Kansas (republicano). Y que la mejor opci¨®n para los dem¨®cratas es aspirar a que haya un empate t¨¦cnico -cada partido tendr¨ªa en total 50 esca?os-, por lo que ser¨ªan mayoritarios gracias al desempate del presidente del Senado, el dem¨®crata Joe Biden, vicepresidente de EE UU.
Las predicciones de Crystal Ball coinciden en grandes l¨ªneas con las de los dem¨¢s or¨¢culos. Lo mismo sucede con la C¨¢mara de Representantes, donde parece no haber dudas de que los dem¨®cratas no tienen opciones de arrebatarle la mayor¨ªa a los republicanos dada la desmovilizaci¨®n de los j¨®venes y las minor¨ªas raciales en estos comicios, y factores t¨¦cnicos como la configuraci¨®n del voto en los distritos.
A Sabato le ha salido en los ¨²ltimos a?os un joven competidor. Nate Silver, fundador del blog Five Thirty Eight, acert¨® en las elecciones presidenciales de 2012 el ganador en todos los 50 estados y en las de 2008 solo err¨® en un estado. Adem¨¢s, hace dos a?os vaticin¨® que Obama vencer¨ªa a Romney por un c¨®modo margen y as¨ª fue. Todo lo contrario de la apretada pelea en la que cualquiera pod¨ªa ganar que estimaban algunas encuestas.
En los comicios del 4 de noviembre, Five Thirty Eight otorga un 63,9% de posibilidades a que los republicanos se hagan con el control del Senado, una cifra que ha ido aumentando en las ¨²ltimas semanas. Y considera que la distribuci¨®n m¨¢s probable es que los conservadores le arrebaten siete esca?os a los progresistas.
Sabato, que en 2012 acert¨® la victoria en 48 de los 50 estados, avisa que "siempre habr¨¢ sorpresas" en las predicciones
A¨²n as¨ª, Silver evita dar por muertos a los dem¨®cratas. En un art¨ªculo el jueves, argumentaba que Georgia -donde podr¨ªa forzarse una segunda vuelta- puede ser el Estado clave que determine qui¨¦n se hace con el control del Senado, que en caso de caer en manos republicanas dejar¨ªa a Obama con escaso margen de maniobra legislativa en sus dos ¨²ltimos a?os de presidencia dado que tampoco controlar¨ªa la C¨¢mara de Representantes.
A diferencia de Crystal Ball, Five Thirty Eight s¨ª detalla c¨®mo elabora su modelo de predicci¨®n, que basa en siete variables emp¨ªricas y traslada por completo a probabilidades porcentuales. Por ejemplo, tienen en cuenta encuestas seg¨²n su antig¨¹edad y una escala de acierto, a las que aplican varios sofisticados ajustes t¨¦cnicos y antecedentes electorales de cada estado.
Los exitosos aciertos de ambos pitonisos en comicios anteriores pueden sembrar dudas sobre el ritual de depositar un voto: ?son las elecciones en realidad una ciencia emp¨ªrica, sin emoci¨®n y en la que todo es previsible? Sabato lo niega. ¡°Esto siempre ser¨¢ parcialmente arte y parcialmente ciencia¡±, esgrime el polit¨®logo. ¡°Siempre habr¨¢ sorpresas por muy sofisticadas que puedan ser las predicciones¡±, agrega y menciona la victoria en 2012 de una legisladora en Dakota del Sur que nadie anticip¨®.
Por ello, desea, dice, que la proliferaci¨®n de or¨¢culos no influya en las decisiones de la mayor¨ªa de votantes, pero se teme que ya est¨¢ sucediendo con donantes y activistas pol¨ªticos: ¡°Puede que digan por qu¨¦ me voy a preocupar si parece que mi candidato va a perder¡±.
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