Ricos en celda compartida

Apenas les dio tiempo para llenar una maleta peque?a con mudas, lecturas y un neceser. Los rumores sobre posibles detenciones de ejecutivos iban en aumento, pero s¨®lo un par de sospechosos se anticiparon y telefonearon a la justicia para llegar a un acuerdo y evitar la c¨¢rcel.

Estupefactos, los brasile?os se enteraron el viernes pasado por radio, prensa y televisi¨®n de que 300 agentes de la polic¨ªa federal hab¨ªan detenido en seis Estados a 23 de los empresarios m¨¢s ricos y poderosos del pa¨ªs. Despu¨¦s, los metieron en varios aviones y enviaron a Curitiba, capital del Estado de Paran¨¢ y centro neur¨¢lgico de la ya c¨¦lebre Operaci¨®n Lava-Jato contra la corrupci¨®n en Petrobras. Muchos pertenec¨ªan al ¡°club de los mil millones¡± (en expresi¨®n de la revista Veja). Esa noche, y las tres siguientes, compartieron celdas en una comisar¨ªa repentinamente saturada y tuvieron incluso que sacar alg¨²n colch¨®n al pasillo, dado que en una de las dependencias se halla completamente aislado el cambista arrepentido Alberto Youssef, cuyo testimonio ante la justicia (junto al de un exdirectivo de Petrobras, Paulo Roberto Costa, y un ejecutivo de la empresa Toyo Setal, Julio Camargo) propici¨® algunas detenciones y cambi¨® el rumbo del mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la historia brasile?a.

Entre los arrestados, presidentes y expresidentes de las mayores constructoras de Brasil, oficialmente acusados de haber organizado junto a la petrolera estatal un esquema de sobornos, corrupci¨®n y lavado de dinero que entre 2004 y 2012 pudo desviar m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares (unos 2.300 millones de euros) y financi¨® irregularmente a los principales partidos pol¨ªticos (sobre todo al gobernante Partido de los Trabajadores, PT, pero tambi¨¦n al PMDB y al PP). Solo dos de las grandes compa?¨ªas de construcci¨®n (Odebrecht y Andrade Gutierrez) se han librado hasta el momento de tener un alto cargo en la c¨¢rcel.

Los millonarios ¡ªacusados de organizaci¨®n criminal, corrupci¨®n, fraude a la ley de licitaciones y lavado de dinero¡ª lavan su ropa al sol y tienen permitido deambular por el recinto penitenciario hasta la ca¨ªda de la noche. Las celdas son humildes (s¨®lo hay seis: deben compartirlas) y las duchas p¨²blicas. No pueden recibir alimentos de fuera, pero almuerzan y cenan dignamente. Algunos tienen derecho a hacer una llamada diaria. Las celdas est¨¢n menos saturadas desde este jueves, cuando 11 de los detenidos fueron liberados (con la prohibici¨®n, eso s¨ª, de salir del pa¨ªs). Salieron en silencio, algunos escondiendo el rostro, en compa?¨ªa de sus abogados. Al resto se le extendi¨® la prisi¨®n preventiva por un mes.

Uno de los encarcelados, Ricardo Pessoa, presidente del grupo UTC / Constran, era, a tenor de las revelaciones, el jefe del club, coordinador del cartel que formaban 13 empresas contratistas. Esos presidentes y directores generales se repart¨ªan las obras, calculaban precios, sobrefacturaciones y sobornos y celebraban reuniones peri¨®dicas. Los pagos il¨ªcitos se hac¨ªan en met¨¢lico o mediante transferencias maquilladas con la etiqueta de ¡°servicios de consultor¨ªa¡±, en cuentas brasile?as o de para¨ªsos fiscales. En el selecto club hab¨ªa incluso un subgrupo VIP, formado por las empresas gigantes (Camargo Corr¨ºa, UTC, OAS, Odebrecht y Andrade Gutierrez), cuyos miembros en ocasiones se reun¨ªan solos.

Tales son las cantidades presuntamente estafadas, tan voluminoso el expediente judicial y tan inesperadas las revelaciones de los ¨²ltimos delatores que nadie parece estar muy seguro de nada en Curitiba. Los agentes han cortado la comunicaci¨®n con los periodistas hasta que acaben las declaraciones de los detenidos. El vest¨ªbulo de entrada, con c¨¢maras de televisi¨®n instaladas en la puerta, es un nido de cuchicheos y rumores que amenazan con quebrar el futuro de algunos acusados y la tranquilidad de bastantes personas cuyos nombres no aparecen a¨²n ligados a la investigaci¨®n (pol¨ªticos, empresarios e intermediarios). ¡°Es imposible saber d¨®nde va a terminar esto¡±, reconoce un abogado.

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