Ecuador invierte en ¡®cerebros¡¯
El Gobierno de Correa desarrolla desde 2010 un programa de becas para investigadores
El espa?ol Fernando Mato, doctor en Telecomunicaciones, lleva 18 meses en Ecuador trabajando en una serie de proyectos. El primero consisti¨® en crear un sistema de alerta de terremotos y tsunamis en el sur del pa¨ªs, que puede desarrollarse a nivel nacional. Despu¨¦s, dise?¨® un sistema de exploraci¨®n de recursos petrol¨ªferos que tambi¨¦n tiene aplicaci¨®n en yacimientos arqueol¨®gicos. Ahora, est¨¢ metido de lleno en un modelo de generaci¨®n y gesti¨®n del conocimiento que busca convertir la universidad ecuatoriana en un centro de desarrollo, investigaci¨®n e innovaci¨®n y as¨ª visibilizar los resultados de sus investigaciones a nivel internacional. Para todos los trabajos, Mato ha contado con fuerte respaldo econ¨®mico del Gobierno ecuatoriano, que desde hace cinco a?os se ha propuesto generar una ¡°sociedad del conocimiento¡± para dejar de depender del petr¨®leo.
Para ello, el Ejecutivo que preside Rafael Correa lanz¨® en 2010 el programa Prometeo. El objetivo era reclutar a los investigadores que hiciesen falta. La idea inicial era repatriar a los migrantes con estudios de doctorado, pero el reclamo apenas tuvo ¨¦xito: solo 61 ecuatorianos se apuntaron al programa. La convocatoria se ampli¨®, lo que deriv¨® en la importaci¨®n de 671 cerebros de 48 pa¨ªses hasta el a?o pasado, seg¨²n los datos de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n Superior, Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n. De Espa?a llegaron 253 doctores.
Los prometeos pueden quedarse en Ecuador de dos meses a un a?o, y pueden extender esta estancia si sus proyectos lo ameritan. La remuneraci¨®n mensual oscila entre los 4.340 y los 6.000 d¨®lares, muy por encima del salario m¨ªnimo del pa¨ªs, que es de 354 d¨®lares. Adem¨¢s, el Gobierno proporciona dinero para vivienda, seguro de salud y visitas cient¨ªficas. El pa¨ªs ha invertido 30,8 millones en el programa entre 2010 y 2014, y el desembolso para este 2015 est¨¢ previsto que sea de 25 millones. El programa, sin embargo, terminar¨¢ en 2017, seg¨²n su gerente, Susana Toro. El cese coincide con la finalizaci¨®n del segundo periodo presidencial de Rafael Correa.
Los proyectos que han tenido resultados palpables para la poblaci¨®n se pueden contar con los dedos de las manos. Hasta ahora la ¨²nica evaluaci¨®n que se ha hecho del programa Prometeo es cuantitativa y el avance se mide por el impacto de las 320 publicaciones acad¨¦micas que han hecho los prometeos en revistas. Susana Toro asegura que el n¨²mero de citas o referencias a este material es alt¨ªsimo. ¡°Muy por encima del resto de pa¨ªses de la regi¨®n, como por ejemplo M¨¦xico, que tiene m¨¢s publicaciones, pero no tanto impacto¡±, asegura.
Los beneficiados valoran la implicaci¨®n del Gobierno ecuatoriano. ¡°La investigaci¨®n tiene que hacerse para algo y aqu¨ª est¨¢ enfocada en eso. Hay un proyecto de pa¨ªs, en el que todo lo que se hace va en beneficio del desarrollo de la poblaci¨®n. Esta articulaci¨®n no la he visto en otros pa¨ªses, aqu¨ª las investigaciones tienen repercusiones¡±, asegura el espa?ol Mato.
Otro espa?ol, Juan Manuel Castellano, doctor en Historia, se?ala que es una apuesta valiente del Gobierno ecuatoriano para mejorar el mundo docente y de los investigadores. ¡°Es un programa mod¨¦lico, muy bien fundamentado, que est¨¢ reforzado con otra excelente pol¨ªtica de becas a j¨®venes universitarios ecuatorianos para la realizaci¨®n de estudios de postgrados en el exterior¡±.
La parte negativa del programa es que no todas las universidades del pa¨ªs est¨¢n equipadas para desarrollar las investigaciones. Susana Toro reconoce que solo los centros polit¨¦cnicos (cuatro) est¨¢n preparados y que por eso el comit¨¦ que selecciona a los prometeos analiza este particular antes de vincularlos a las instituciones.
Para el doctor en Comunicaci¨®n Daniel Barredo, tambi¨¦n espa?ol, que se qued¨® en el pa¨ªs despu¨¦s de haber concluido el programa, el estado embrionario de la investigaci¨®n en Ecuador obliga a que, m¨¢s que desarrollar un proyecto, haya que construir la estructura necesaria, como grupos de investigaci¨®n, laboratorios, espacios... ¡°En algunos casos es agotador y, en otros, imposible, particularmente para quienes trabajan en ciencias, porque requieren de una mayor inversi¨®n econ¨®mica que los de ciencias sociales¡±, se?ala.
En cualquier caso, todos los investigadores espa?oles encuentran una oportunidad que no tienen en su pa¨ªs, donde lamentan la falta de apoyo del Gobierno. ¡°Es lamentable que los investigadores no podamos desarrollarnos en nuestra tierra y fuera se nos ofrezcan todas las facilidades. Mi decepci¨®n con Espa?a es may¨²scula¡±, asegura Jos¨¦ Luis Coraz¨®n, doctor en Filosof¨ªa. Barredo ahonda en esta cr¨ªtica: ¡°Tengo 33 a?os, 14 libros publicados, 41 art¨ªculos acad¨¦micos, varios premios y m¨¢s de 50 conferencias en lugares como Oxford o Par¨ªs. Pero si viviera en Espa?a, trabajar¨ªa como camarero o estar¨ªa desempleado. No me apetece regresar¡±.
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