El rey Salman invita al primer ministro iraqu¨ª a visitar Arabia Saud¨ª

El rey Salman de Arabia Saud¨ª ha invitado al primer ministro iraqu¨ª, Haider al Abadi, a visitar su pa¨ªs, seg¨²n ha informado este lunes la oficina de este. Se trata de un importante cambio de actitud de los saud¨ªes hacia su vecino tras a?os de desconfianza con los que ni siquiera logr¨® acabar el derrocamiento de Sadam Husein en 2003. Ante la amenaza compartida del Estado Isl¨¢mico (EI), el nuevo monarca saud¨ª parece abrir las puertas a una nueva relaci¨®n. La noticia coincide adem¨¢s con el estancamiento de la ofensiva iraqu¨ª para recuperar Tikrit.

¡°Su Majestad el rey de Arabia Saud¨ª ha expresado el deseo de su pa¨ªs de abrir los horizontes de cooperaci¨®n con Irak (¡­) y ha extendido una invitaci¨®n al primer ministro Al Abadi para visitar el reino¡±, afirma el comunicado.

Desde la llegada de Al Abadi a la jefatura del Gobierno el a?o pasado, se esperaba un gesto saud¨ª al respecto. A diferencia de su predecesor, Nuri al Maliki, a quien Riad acusaba de sectarismo y de discriminaci¨®n de la minor¨ªa sun¨ª, el nuevo primer ministro prometi¨® desde el principio una pol¨ªtica incluyente que contara a todas las comunidades ¨¦tnico-religiosas de Irak.

No hab¨ªa otra salida si quer¨ªa tener la posibilidad de derrotar al EI, cuyo avance sobre un tercio de Irak frustr¨® los planes de volver a gobernar de Al Maliki y le convirti¨® a ¨¦l en el hombre de consenso.

A partir de entonces ha habido una creciente aunque discreta cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses, en especial en la lucha contra ese grupo extremista sun¨ª, que tambi¨¦n amenaza a los saud¨ªes. Adem¨¢s, Riad ha mostrado su inter¨¦s por reabrir su embajada en Bagdad, cerrada en 1990 a ra¨ªz de la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait.

La familia real saud¨ª lleg¨® a temer entonces que Sadam avanzara sobre los pozos petroleros de su Provincia Oriental, apenas unos cientos de kil¨®metros m¨¢s al sur. El Reino del Desierto abri¨® sus puertas a la coalici¨®n internacional dirigida por EE UU que oblig¨® al dictador a retirar sus tropas.

Sin embargo, una d¨¦cada despu¨¦s, cuando Washington emprendi¨® su campa?a definitiva contra Sadam, los saud¨ªes se mantuvieron al margen. Tem¨ªan, como ocurri¨®, que el derribo del aut¨®crata y el discurso democratizador utilizado por los norteamericanos terminara beneficiando a Ir¨¢n, su principal rival en la regi¨®n, al dar el poder a la mayor¨ªa chi¨ª.

La invitaci¨®n saud¨ª a Al Abadi coincide con un par¨®n en la operaci¨®n militar de las fuerzas iraqu¨ªes para recuperar Tikrit, la ciudad natal de Sadam, que el EI captur¨® el pasado junio. Desde la semana pasada, la ofensiva se ha convertido en un sitio. Analistas militares interpretan que las fuerzas regulares y las milicias chi¨ªes respaldadas por Ir¨¢n carecen de medios suficientes para seguir avanzando sin refuerzos o apoyo a¨¦reo de EE UU. No est¨¢ claro si la ausencia de este es fruto del rechazo de Washington a cooperar en una acci¨®n en la que est¨¢n implicados los iran¨ªes o si es Bagdad quien evita pedirlo.