Una tragedia a la deriva
El Mediterr¨¢neo asiste a la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial. ?Es posible conciliar los derechos fundamentales de los empujados al ¨¦xodo con las exigencias de la pol¨ªtica fronteriza europea?
La actual crisis del Mediterr¨¢neo, tumba de 1.700 inmigrantes solo este a?o, ha suscitado una respuesta inmediata por parte de los mandatarios europeos. Pero esa reacci¨®n tergiversa de manera fundamental e intencionada las causas que subyacen tras la crisis. La respuesta se centra cada vez m¨¢s en atacar a las redes de traficantes, en reforzar el control fronterizo y en la deportaci¨®n. Los pol¨ªticos comunitarios se las han ingeniado para convertir una tragedia humana en una oportunidad para consolidar las pol¨ªticas de control de la emigraci¨®n, en lugar de establecer una cooperaci¨®n internacional significativa que aborde el verdadero problema.
Las muertes en el Mediterr¨¢neo tienen dos causas principales. En primer lugar, la abolici¨®n en noviembre de 2014 de Mare Nostrum, un eficaz programa de b¨²squeda y rescate que salv¨® el a?o pasado m¨¢s de 100.000 vidas, provoc¨® de inmediato una reducci¨®n del n¨²mero de rescates y un aumento de los fallecidos. En segundo lugar ¡ªy m¨¢s importante¡ª, hay una crisis mundial de desplazados. Sabemos que en la tragedia de la semana pasada, como en las estad¨ªsticas generales sobre personas que han cruzado este a?o el Mediterr¨¢neo, una proporci¨®n cada vez mayor procede de pa¨ªses generadores de refugiados, como Siria, Eritrea y Somalia. Son personas que huyen de conflictos y persecuciones. Por supuesto, otros proceden de pa¨ªses relativamente estables como Senegal y Mal¨ª, pero la mayor parte son ahora casi con seguridad refugiados.
En todo el mundo hay en la actualidad m¨¢s desplazados que en cualquier otro momento desde la II Guerra Mundial. Hay m¨¢s de 50 millones de refugiados o desplazados internos, y el actual r¨¦gimen internacional se estira hasta el l¨ªmite de su capacidad. Por ejemplo, hay nueve millones de sirios desplazados, de los cuales tres millones son refugiados. Una abrumadora mayor¨ªa se halla en pa¨ªses vecinos como Jordania, L¨ªbano y Turqu¨ªa. La cuarta parte de la poblaci¨®n de L¨ªbano est¨¢ ahora formada por refugiados sirios. Pero la capacidad de estos pa¨ªses es limitada. Ante tama?a afluencia, Jordania y L¨ªbano han cerrado sus fronteras. Pero esas personas est¨¢n obligadas a ir a alg¨²n sitio en busca de protecci¨®n. Dadas las escasas alternativas, un n¨²mero cada vez mayor de ellas emprenden el peligroso viaje a trav¨¦s del Mediterr¨¢neo para llegar a Europa.
En tan enmara?ado contexto no existen las soluciones f¨¢ciles, pese a que los pol¨ªticos europeos opten por una simplificaci¨®n: no entender el mundo del que Europa forma parte. Desde principios de esta semana, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, se ha centrado en declarar la ¡°guerra al tr¨¢fico de personas¡±. Los pol¨ªticos de toda Europa han seguido su ejemplo. Sin embargo, esta opci¨®n ignora que no son las redes de contrabando de personas las que provocan las migraciones, sino que estas se limitan a responder a una demanda existente. Criminalizar a los traficantes sirve de c¨®modo chivo expiatorio. Pero no logra resolver el problema. Al igual que sucede con la ¡°guerra contra el narcotr¨¢fico¡±, ese tipo de pol¨ªticas contribuir¨¢ a desplazarlo, aumentar¨¢ los precios que se cobran a los desesperados, introducir¨¢ en el mercado situaciones cada vez menos escrupulosas y aumentar¨¢ la peligrosidad de los viajes.
Una red de traficantes cada vez m¨¢s sofisticada
Los traficantes de inmigrantes son uno de los objetivos de la UE. La misi¨®n no es f¨¢cil, seg¨²n los expertos. Este negocio era m¨¢s o menos informal hace a?os. Desde 2012 se ha ido profesionalizando cada vez m¨¢s, alentado por el constante flujo de viajeros clandestinos tras el estallido del conflicto en Siria, el colapso de Libia y la inestabilidad en el S¨¢hara y el Cuerno de ?frica.
La cartera de servicios es cada vez m¨¢s diversa: no solo proporcionan los medios de transporte, tambi¨¦n falsifican documentaci¨®n, como pasaportes y visados, para intentar acceder a Europa por canales legales (aeropuertos de pa¨ªses poco expuestos a la inmigraci¨®n). ¡°Son redes violentas organizadas: tienen implataci¨®n desde los pa¨ªses en los que captan a gente, hasta los pa¨ªses de destino¡±, afirma Jos¨¦ Nieto, de la Unidad Central de Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsedades Documentales de la Polic¨ªa. Frontex, la agencia fronteriza europea, ha empezado a encontrarse con traficantes armados que plantan cara a los servicios de salvamento en el mar.
La organizaci¨®n Global Initiative Secretariat destaca la sofisticaci¨®n de las redes. ¡°Hay grupos armados en el norte de ?frica y en el Sahel que se est¨¢n lucrando¡±, se?ala la organizaci¨®n. Los tabu en N¨ªger ganan con la migraci¨®n clandestina 60.000 euros a la semana y los emplean en armas, veh¨ªculos e influencia pol¨ªtica, lo que supone una amenaza de mayor desestabilizaci¨®n en la zona. Los expertos de esta organizaci¨®n, que han estudiado a fondo el tema migratorio, defienden que la UE deber¨ªa reestablecer el servicio de b¨²squeda y rescate Mare Nostrum, pero que esto no acabar¨¢ con el contrabando. Proponen que la UE impulse el desmantelamiento de estas redes en ?frica.
Las propuestas planteadas en las reuniones de emergencia convocadas por la UE esta semana en Luxemburgo y Bruselas han resultado igualmente decepcionantes. Se han centrado en destruir los barcos de los traficantes y en alcanzar mayores niveles de eficacia en las deportaciones en caliente, presumiblemente a pa¨ªses de tr¨¢nsito, tan inestables e inseguros como Libia. Las disposiciones humanitarias que incorporan esos planes son vagas y problem¨¢ticas. La UE se ha comprometido a triplicar la financiaci¨®n de la Operaci¨®n Trit¨®n, pero, a diferencia del abolido Mare Nostrum, este programa nunca se ha centrado en la b¨²squeda y el rescate de inmigrantes. Como explic¨® el director de Frontex, agencia fronteriza de la UE, es principalmente una operaci¨®n de seguridad con poca capacidad para salvar vidas.
El problema va mucho m¨¢s all¨¢ del control de las fronteras. Afecta esencialmente al modo en que protegemos y asistimos colectivamente a los refugiados y a las poblaciones desplazadas. El r¨¦gimen mundial de protecci¨®n de los refugiados, basado en la Convenci¨®n de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, impone a los Estados la obligaci¨®n de proteger y ayudar a los exiliados que llegan a sus territorios. Y sin embargo, los principios fundamentales de aquel acuerdo se est¨¢n viendo amenazados. No sucede solo en Europa. La Soluci¨®n del Pac¨ªfico, propuesta australiana que impide llegar a las costas a ¡°los refugiados que huyen en barcos¡±, es una mera abdicaci¨®n de la responsabilidad legal. Tras los atentados en los que murieron 147 estudiantes de la Universidad de Garissa, Kenia anunciaba recientemente una propuesta para cerrar los campamentos de Dadaab, donde residen centenares de miles de refugiados somal¨ªes. Tanto en el Norte como en el Sur, el derecho a buscar asilo se erosiona cada d¨ªa, cuando este deber¨ªa ser sacrosanto.
Al t¨¦rmino de la II Guerra Mundial, creamos colectivamente un r¨¦gimen mundial para los refugiados. Europa reconoci¨® entonces la obligaci¨®n absoluta de garantizar que quienes son perseguidos deben ser protegidos por otro Estado. Como a comienzos de la d¨¦cada de 1950, es necesario ahora un liderazgo europeo valiente para reparar ese sistema internacional y reforzar los principios fundamentales de los derechos humanos, dentro y fuera de la UE.
El actual r¨¦gimen implica una preocupante desigualdad. Impone a los Estados la obligaci¨®n de proteger a los refugiados que llegan al territorio de un Estado (asilo), pero establece obligaciones menos claras cuando se trata de ayudar a los refugiados que se encuentran en el territorio de otros Estados (repartici¨®n de la carga). Esto significa que los Estados m¨¢s cercanos a los pa¨ªses que empujan a sus habitantes al exilio asumen una responsabilidad desproporcionada. Esta desigualdad constituye un problema dentro de Europa, que se reproduce a escala mundial. Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo albergan a m¨¢s del 80% de los refugiados del mundo. Para permitir que este sistema funcione, los pa¨ªses situados fuera de las regiones de origen deben mantener un compromiso serio y continuo de protecci¨®n de los refugiados. Esto es m¨¢s importante todav¨ªa cuando nosotros tenemos probablemente una responsabilidad moral ¡ªa causa de nuestras pol¨ªticas exteriores¡ª en la desestabilizaci¨®n de pa¨ªses como Siria y Libia.
Una forma de asumir la protecci¨®n de los refugiados y la cooperaci¨®n internacional es el reasentamiento. Pa¨ªses de todo el mundo como EE UU, Canad¨¢ y Australia tienen un historial de reasentamiento de refugiados directamente desde campamentos y zonas urbanas de todo el mundo. Pero Europa no comparte esa tradici¨®n, y en respuesta a la crisis siria, las cifras de asilados han sido comparativamente min¨²sculas. La propuesta de un plan europeo de reasentamiento ¡°voluntario¡± de 5.000 refugiados, planteada esta semana en la reuni¨®n de Bruselas, es absurda si tenemos en cuenta que hay tres millones de refugiados sirios.
La propuesta de un reasentamiento de 5.000 personas es absurda: hay tres millones de refugiados sirios
La historia nos ofrece lecciones sobre los tipos de cooperaci¨®n internacional capaces de reforzar el r¨¦gimen de los refugiados y mejorar la situaci¨®n en el Mediterr¨¢neo. Con el fin de la guerra de Vietnam, en 1975, cientos de miles de ciudadanos indochinos cruzaron en busca de asilo las aguas territoriales de Vietnam, Laos y Camboya hacia pa¨ªses receptores del sureste de Asia como Malasia, Singapur, Tailandia, Filipinas y Hong Kong. En los a?os setenta y ochenta, los pa¨ªses receptores respond¨ªan a la llegada masiva haciendo zozobrar muchos de los barcos. Al igual que ha sucedido ahora, la ciudadan¨ªa respondi¨® a las im¨¢genes de personas ahog¨¢ndose en la televisi¨®n y en los peri¨®dicos. Para solucionar el problema hicieron falta liderazgo pol¨ªtico y cooperaci¨®n internacional a gran escala.
En 1989, bajo el liderazgo de ACNUR (agencia de la ONU para los refugiados), se firm¨® un Plan de Acci¨®n General para los refugiados indochinos. Se basaba en un acuerdo internacional de reparto de responsabilidades. Los pa¨ªses receptores del sureste de Asia accedieron a mantener las fronteras abiertas, efectuar operaciones de b¨²squeda y rescate y recibir a los refugiados. Y lo hicieron bas¨¢ndose en dos conjuntos de compromisos de otros Estados. En primer lugar, una coalici¨®n de Gobiernos ¡ªEstados Unidos, Canad¨¢, Australia, Nueva Zelanda y los Estados europeos¡ª se compromet¨ªa a reasentar a quienes fuesen declarados refugiados. En segundo lugar, se buscaron soluciones alternativas y humanitarias, como la devoluci¨®n con garant¨ªas o la creaci¨®n de canales de inmigraci¨®n legales, para quienes no eran refugiados necesitados de la protecci¨®n internacional. El plan permiti¨® reasentar a millones de personas y solucionar el problema humanitario m¨¢s inmediato.
La respuesta indochina no fue perfecta y no constituye una analog¨ªa perfecta del Mediterr¨¢neo contempor¨¢neo, pero resalta la necesidad de establecer un marco m¨¢s amplio, basado en la cooperaci¨®n internacional y en el reparto de responsabilidades. Los elementos de una soluci¨®n a la crisis contempor¨¢nea deben situarse en diferentes niveles.
Pero ante todo, las soluciones pasan por reafirmar la necesidad de conservar el asilo y la protecci¨®n a los refugiados, y de contemplarlos como una responsabilidad global compartida. Si existe un atisbo de soluci¨®n de la crisis actual, deriva de la oportunidad de que los l¨ªderes pol¨ªticos redefinan la percepci¨®n que la opini¨®n p¨²blica tiene de los refugiados y aporten soluciones creativas para los refugiados a escala mundial. Algo que eso exigir¨¢ valent¨ªa pol¨ªtica y liderazgo. O
Alexander Betts es director del Centro de Estudios sobre los Refugiados de la Universidad de Oxford y autor de Survival Migration: Failed Governance and the Crisis of Displacement (Cornell University Press). Twitter: @alexander-betts.
Traducci¨®n de News Clips.
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