El poder social se fragmenta en Ecuador el primero de mayo
La tradicional marcha obrera se dividir¨¢ en dos: una representada por el sindicalismo opositor y otra oficialista
![Manifestaci¨®n en Quito en septiembre pasado contra la pol¨ªtica del Gobierno.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RA44WMOT5CSFRRNS2JSTNTYJ6Y.jpg?auth=8d18434b1a90649831f6e07c00b3fe05cb6206f3b5fe09fc07c35a592cf4d7c8&width=414)
El primero de mayo se ha convertido en una excusa m¨¢s para evidenciar la polarizaci¨®n del pa¨ªs. La tradicional marcha obrera se dividir¨¢ en dos partes: una que representa al sindicalismo opositor y otra al oficialismo representado por nuevas organizaciones sociales y gremiales apadrinadas por el partido de Gobierno, Alianza Pa¨ªs. Una de ellas es la nov¨ªsima Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que recibi¨® su personer¨ªa jur¨ªdica en enero. Su presidente, Oswaldo Chica, que pertenec¨ªa al Comit¨¦ de Empresa de la Corporaci¨®n Nacional de Telecomunicaciones, dice que aglutina a medio mill¨®n de trabajadores. "Para nosotros el primero de mayo es una fiesta, vamos a celebrar que se haya terminado con la tercerizaci¨®n, que el salario durante este Gobierno haya crecido en m¨¢s del 200%, y la reciente Ley de Justicia Laboral que permitir¨¢ que las amas de casa tengan una jubilaci¨®n digna", sostiene. "Somos un nuevo sindicalismo, no somos de pararnos en la esquina y tirar piedras".
La misi¨®n de la CUT es hacer contrapeso al Frente Unitario de Trabajadores (FUT) que integra a cuatro centrales sindicales y que ha estado presente en la lucha social desde 1975. Edgar Sarango, l¨ªder del FUT, dice que la estrategia de divisi¨®n de las organizaciones sociales ha sido empleada en anteriores Gobiernos, por lo que no se muestra sorprendido ni preocupado. "La historia juzgar¨¢ a los dirigentes que se hayan acondicionado al Gobierno, no nos preocupa porque todo es pol¨ªtico y pasajero, nuestra plataforma de lucha es permanente". Su reivindicaci¨®n pasa por exigir un nuevo c¨®digo laboral, que beneficie a todos los trabajadores, no "medidas parche" como la Ley de Justicia Laboral.
A la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas del Ecuador (Conaie), que ha sido la protagonista hist¨®rica del derrocamiento de los antecesores de Rafael Correa, tambi¨¦n le ha surgido un clon: La Alianza Ind¨ªgena por la Revoluci¨®n Ciudadana, que naci¨® en diciembre bajo el amparo de los ind¨ªgenas que forman parte del Gobierno. Esta organizaci¨®n, que re¨²ne a m¨¢s de 16 colectivos, est¨¢ en proceso de construcci¨®n, pero tiene claro que no quiere confrontar con el Ejecutivo. Franklin Columba, de la Confederaci¨®n Nacional de Organizaciones Campesinos, Ind¨ªgenas y Negras, valora el di¨¢logo con el presidente y se muestra comprensivo con su gesti¨®n. "Todav¨ªa hay cosas pendientes, el plan intercultural, la medicina ancestral, la justicia ind¨ªgena, pero hay que tener paciencia, sabemos que ocho a?os de Gobierno no es tiempo suficiente", dice.
La Red de Maestros por la Revoluci¨®n Educativa, que apareci¨® en febrero, es otra de las organizaciones que cierran filas en torno al Gobierno. Esta quiere anular a la Uni¨®n Nacional de Educadores (UNE), que era la voz de los m¨¢s de 140.000 maestros del pa¨ªs. Wilmer Santacruz, l¨ªder de esta red, muestra su simpat¨ªa con el Gobierno sin ning¨²n tapujo. "Ser¨ªa una irresponsabilidad no reconocer los avances que se han hecho en educaci¨®n, por eso queremos que el Gobierno y el gremio avancen juntos. Nuestro objetivo es velar por los derechos de los maestros y garantizar que en las aulas se reciba una educaci¨®n de calidad", dice.
A la Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas del Ecuador le ha surgido un clon dentro del Gobierno
Hasta el momento 65.000 docentes integran la Red de Maestros y est¨¢n recibiendo capacitaci¨®n gratuita. Entre sus objetivos est¨¢ que hasta 2020 todos los docentes consigan un t¨ªtulo de tercer nivel y hasta 2030 todos tengan t¨ªtulos de cuarto nivel. "La ciudadan¨ªa est¨¢ confiando en nosotros, porque vamos a garantizar la educaci¨®n", dice Santacruz y deslegitima a la UNE. "La Uni¨®n Nacional de Educadores se ha caracterizado por mantener las pr¨¢cticas de lanzar piedras, el insulto, el manipular estudiantes, los paros, las huelgas, solo imag¨ªnese que desde 1975 a 2010, hubo 711 d¨ªas de paralizaci¨®n, es decir, casi dos a?os sin clases".
El primero de mayo las nuevas organizaciones sociales partir¨¢n desde el sur de la ciudad y llegar¨¢n a una plaza del Centro Hist¨®rico, donde se reunir¨¢n con el presidente Rafael Correa. La propaganda gubernamental que estos d¨ªas inunda los medios de comunicaci¨®n invita a todos a ir la concentraci¨®n oficialista para celebrar "la revoluci¨®n laboral". Todo bajo el lema que surgi¨® hace unos meses de: "Somos m¨¢s, much¨ªsimos m¨¢s".
La marcha de los sindicatos opositores, en cambio, partir¨¢ del Instituto de Seguridad Social, en el norte de la ciudad, y tambi¨¦n avanzar¨¢ hacia el centro de la ciudad. Ellos exigen un nuevo C¨®digo de Trabajo, que las pensiones jubilares conserven el 40% del apoyo estatal y que la afiliaci¨®n de las amas de casa cuente con financiamiento del Estado y tenga acceso a todas las prestaciones sociales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.