Muere la ni?a chilena de 14 a?os que solicit¨® la eutanasia al Gobierno

Valentina Maureira, la ni?a chilena enferma de fibrosis qu¨ªstica que pidi¨® a la presidenta Bachelet que se le aplicara la eutanasia, falleci¨® este jueves en Santiago de Chile tras una insuficiencia respiratoria producto de la propia enfermedad.?El video con la demanda de la ni?a, que ella misma subi¨® a su p¨¢gina de Facebook y que tuvo una amplia difusi¨®n en las redes, abri¨® con fuerza el debate sobre la regulaci¨®n de la muerte digna, prohibida en Chile. ¡°Soy Valentina Maureira, tengo 14 a?os, sufro de fibrosis qu¨ªstica y solicito hablar urgentemente con la presidenta, porque estoy cansada de vivir con esta enfermedad y ella me puede autorizar la inyecci¨®n para quedarme dormida para siempre¡±, defend¨ªa en febrero desde la cama del hospital donde llevaba ingresada desde enero.

Los padres, que apoyaban el deseo de su hija, confirmaron a medios chilenos que el fallecimiento se produjo por un agravamiento de su estado de salud. La fibrosis qu¨ªstica es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a los pulmones, h¨ªgado y p¨¢ncreas. Valentina, que en el momento de su ingreso en el hospital pesaba 35 kilos y presentaba severos s¨ªntomas de desnutrici¨®n, ten¨ªa seis meses cuando le fue diagnosticada por primera vez la enfermedad.

La propia presidenta Michelle Bachelet, m¨¦dico de profesi¨®n, visit¨® a la ni?a en el Hospital?

El impacto del v¨ªdeo lleg¨® hasta al Palacio de la Moneda. La propia presidenta, Michelle Bachelet, m¨¦dico de profesi¨®n, visit¨® a la ni?a en el Hospital Cl¨ªnico de la Universidad Cat¨®lica. El encuentro dur¨® algo m¨¢s de una hora. La postura oficial del Gobierno fue, en todo caso, negar cualquier resquicio de posibilidad a la demanda de la Maurer¨ªa, ci?¨¦ndose a que en la legislaci¨®n chilena no existe la figura de la muerte asistida. "La ley vigente en Chile no permite que el gobierno acceda a una solicitud de esa naturaleza", declar¨® el portavoz oficial ?lvaro Elizalde. Los recursos p¨²blicos se limitaron a facilitar asistencia psicol¨®gica tanto a Valentina como a la familia.

"Tengo que respetar la decisi¨®n de ella, est¨¢ cansada, tiene 14 a?os y sabe mejor que nadie de la enfermedad. Es muy fuerte, no quiero estar en ese momento, pero tengo que respetar la decisi¨®n de mi hija. Ella quiere descansar", manifest¨® el padre, Fredy Maureira, con ocasi¨®n de la visita de la presidenta. La familia se aferraba entonces a la esperanza de un trasplante de pulm¨®n, que no termin¨® de llegar.

Cada d¨ªa de hospitalizaci¨®ny tratamiento cuesta unos 2.000 d¨®lares. La familia ha llevado a cabo numerosas campa?as p¨²blicas para conseguir el dinero y peticiones de donaciones para lograr la asistencia m¨¦dica m¨¢s especializada posible. El hermano mayor de Valentina, Michael, falleci¨® en 1996, a los seis a?os, aquejado de esta misma enfermedad hereditaria.