El juego de la Oca, perd¨®n de la OEA
Es el momento para que la OEA concentre los escasos recursos existentes en defender los derechos humanos
El Juego de la Oca nos desaf¨ªa con un viaje de 63 casilleros en un camino sembrado de obst¨¢culos. El casillero mas temido, la calavera, nos regresa al primero, a comenzar de nuevo. Considerando su historia circular, la OEA se asemeja m¨¢s al juego de la Oca que al "principal foro gubernamental pol¨ªtico, jur¨ªdico y social del Hemisferio" que anuncia ser en su portal.
Cada cinco o diez a?os, un secretario general saliente deja la OEA en una profunda crisis, no solo pol¨ªtica sino econ¨®mica. Un nuevo secretario general avanza y retrocede por los casilleros del tablero de la OEA, para apenas poder llegar a fin de mes y pagar los salarios de funcionarios desmotivados y en extinci¨®n, y aprovechar la inicial "luna de miel" para intentar acercar posiciones irreconciliables. El equilibrio es imposible y siempre se termina en el casillero de la calavera con un nuevo secretario general.
A pesar de ello, la crisis m¨¢s profunda siempre ha sido la existencial. La creaci¨®n en 1948, fue el presagio de una OEA que conoci¨® m¨¢s sombras que luces. En las primeras d¨¦cadas, la hegemon¨ªa mundial de EEUU y su temor al avance del comunismo llevaron a que la OEA estuviera m¨¢s cerca del Ministerio de Colonias denunciado por Fidel Castro, que de ser tal foro pol¨ªtico. A partir de los ochenta, con el retorno de la democracia, la OEA se ilusion¨® con haber encontrado el casillero que finalmente le indicaba su destino esquivo. Pero su negativa a denunciar fraudes e irregularidades en varias elecciones, m¨¢s una tibia e ineficiente reacci¨®n frente a gobiernos autoritarios, contribuyeron a su continuo y "exitoso" descr¨¦dito.
El fin del mandato del secretario general Jos¨¦ Miguel Insulza, colmado de errores pol¨ªticos e irregularidades administrativas, puso nuevamente a la OEA en el casillero de la calavera y la obligaci¨®n de comenzar el camino con un nuevo secretario general, el uruguayo Luis Almagro. Y testaruda como la burra al trigo, la OEA vuelve por el mismo camino que ha transitado durante d¨¦cadas, sin poder encontrar su raz¨®n de existir. Los d¨ªas 15 y 16 de junio de junio, la Asamblea General numero 48 reunir¨¢ a los Cancilleres para discutir por en¨¦sima vez el "Presente y futuro de la OEA" y la "Modernizaci¨®n y reorganizaci¨®n de la Secretar¨ªa General conforme a la visi¨®n estrat¨¦gica de la Organizaci¨®n y para el fortalecimiento del sistema interamericano".
Cada cinco o 10 a?os, un secretario general saliente deja la OEA en una profunda crisis, no solo pol¨ªtica sino econ¨®mica
Sentados nuevamente en el primer casillero del tablero, el secretario general Luis Almagro y los Estados miembros, en lugar de reiniciar el penoso camino que tarde o temprano los llevar¨¢, irremediablemente, a la calavera y a otro comienzo con una OEA mas peque?a, mas ineficiente y mas irrelevante, deber¨ªan concentrar todo el trabajo en lo que a lo largo de seis d¨¦cadas ha demostrado resultados concretos. En concreto, ello deber¨ªa ser el fortalecimiento del Estado de Derecho y la protecci¨®n de los derechos humanos de millones de personas. Las pocas luces que a¨²n iluminan el esplendoroso edificio de la OEA en Washington surgen principalmente de la Comisi¨®n y la Corte interamericanas de derechos humanos.
Este es el momento para que la OEA siga el modelo del Consejo de Europa, la organizaci¨®n hermana del sistema europeo, y concentre gran parte de los escasos recursos existentes en defender los derechos humanos y el imperio de la ley. Por ejemplo, la voluntad pol¨ªtica de los Estados le asigna menos del 10 por ciento del presupuesto a la Comisi¨®n y Corte Interamericanas, mientras que el Consejo de Europa ese porcentaje es aproximadamente de un 50.
Es el momento para que la OEA siga el modelo del Consejo de Europa y concentre los escasos recursos existentes en defender los derechos humanos
Pero no s¨®lo es necesario modificar el presupuesto. El secretario general y los Estados deben ponerle fin al permanente esfuerzo de limitar la independencia de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Con la excepci¨®n de Cesar Gaviria, todos los secretarios generales han buscado controlar a la CIDH y diluir su mandato de protecci¨®n y promoci¨®n, creando nuevas ¨¢reas dentro de la OEA con mandatos en derechos humanos, controlados por el Secretario General y carentes de independencia para ejercer sus funciones.
Los secretarios generales anteriores, Jos¨¦ Miguel Insulza y Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, optaron por el camino de limitar a la CIDH, respondiendo a las presiones de pa¨ªses como Venezuela, Colombia o Ecuador. Rodr¨ªguez debi¨® renunciar r¨¢pidamente a la OEA, envuelto en un escandalo de corrupci¨®n y acusado por el movimiento de derechos humanos por violar su independencia y autonom¨ªa. Insulza, entre otras cosas, negoci¨® el voto de Venezuela para su reelecci¨®n como secretario general a cambio de ponerle frenos a la CIDH. Nunca respet¨® su autonom¨ªa y lleg¨® a decir, p¨²blicamente, que las medidas urgentes de protecci¨®n de la CIDH no ten¨ªan porque ser cumplidas por los Estados, poniendo en riesgo as¨ª la vida de miles de personas.
Seg¨²n los pasillos de la OEA, la pr¨®xima Asamblea General estar¨ªa por comenzar dando un primer paso muy poco auspicioso: discutir el futuro de la OEA sin escuchar ni a la CIDH, ni a la Corte. Inclusive, por primera vez desde su creaci¨®n, la CIDH no presentar¨ªa el Informe Anual de derechos humanos en la regi¨®n.
En el primer casillero del tablero, Luis Almagro tiene la posibilidad de pasar a la historia como el secretario general que finalmente logr¨® reformar a la OEA, fortaleciendo las instituciones interamericanas de defensa y promoci¨®n de los derecho humanos. O bien quedar como uno m¨¢s de la larga lista de ignotos secretarios generales que se limitaron a administrar la infinita decadencia. El dado esta en las manos de Almagro, esperemos que no comience en el casillero equivocado.
Santiago Canton es director Ejecutivo del Robert F. Kennedy Human Rights. Twitter @SantiagoACanton
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