El papa Francisco llega a un Ecuador convulsionado

El Ecuador que recibe al Papa Francisco este 5 de julio no es solo aquel pa¨ªs que cuenta con un 81% de cat¨®licos ¡ªseg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos¡ª. El pa¨ªs andino vive una polarizaci¨®n acentuada por las recientes movilizaciones en contra del presidente Rafael Correa, que han durado casi un mes. Los intentos por gravar las herencias y la plusval¨ªa extraordinaria de bienes inmuebles activaron a la poblaci¨®n, y aunque el primer mandatario retir¨® temporalmente estos proyectos de Ley, el malestar ciudadano ha seguido en las calles. Un 45% de la ciudadan¨ªa ¡ªseg¨²n datos de la encuestadora Cedatos, a junio¡ª desaprueba la gesti¨®n del primer mandatario y en el ambiente est¨¢n de vuelta demandas que han sido ignoradas por el r¨¦gimen, como la derogaci¨®n de las leyes de Justicia Laboral y de Aguas, el rechazo a las enmiendas constitucionales, que incluyen la reelecci¨®n indefinida, el libre acceso a la universidad, la no criminalizaci¨®n de la protesta, entre otras.

La crispaci¨®n de una parte de la poblaci¨®n ha puesto en peligro la imagen de Ecuador que el presidente Correa quer¨ªa vender al mundo durante la visita del Papa Francisco. Tan seguro estaba de su ¨¦xito como anfitri¨®n que el pasado 2 de junio invit¨® a sus hom¨®logos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (Celac) a la misa campal en Quito. Sin embargo, ahora se ha bajado el perfil a estas invitaciones y seg¨²n Exteriores solo los presidentes de Honduras y Hait¨ª asistir¨¢n.

El discurso actual del Gobierno es que hay paz social. De hecho una de las canciones del r¨¦gimen que en su coro dec¨ªa ¡°somos m¨¢s, somos todos¡±, ahora dice ¡°somos paz, somos todos¡±. El mensaje para los opositores, que han pedido en redes sociales abuchear al presidente en los actos masivos, es que no hagan quedar mal al pa¨ªs. ¡°Si buscan hacerle da?o al presidente, le har¨¢n da?o a la patria¡±, dijo Correa la semana pasada durante la entrega de viviendas sociales en Quito. ¡°Creo que la inmensa mayor¨ªa del pa¨ªs, el pueblo cat¨®lico, rechazar¨¢ cualquier intento de politizaci¨®n de la venida del papa Francisco¡±.

Pero la politizaci¨®n de la visita del Sumo Pont¨ªfice fue un hecho consumado antes por la Secretar¨ªa de Comunicaci¨®n de la Presidencia del Ecuador y su titular, Fernando Alvarado. Primero se dej¨® de lado el logo que present¨® la Conferencia Episcopal con el lema: ¡°A evangelizar con alegr¨ªa¡± y se promocion¨® un logo en el que el rostro del Papa se funde con el logo multicolor de la Revoluci¨®n Ciudadana. Adem¨¢s esta secretar¨ªa cre¨® el sitio oficial de la visita y empez¨® a manejarlo de forma aut¨®noma.

Cuando empez¨® el malestar en el pa¨ªs por los nuevos impuestos, la secretar¨ªa de Comunicaci¨®n inici¨® una campa?a de gigantograf¨ªas y vallas en las que expon¨ªa los mensajes del Papa. Quiz¨¢ el m¨¢s controversial fue el mensaje en el que Santo Padre aprobaba la redistribuci¨®n de la riqueza, argumento principal para los nuevos impuestos. La Conferencia Episcopal tuvo que hacer una rueda de prensa para pedir que no se politizara la imagen del Papa. El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) y arzobispo de Quito, Fausto Tr¨¢vez, dijo que la visita ¡°es para cultivar las virtudes de la gente y no para politizar su presencia¡±.

Para el consultor pol¨ªtico Decio Machado, que fue asesor presidencial, los indicios por capitalizar pol¨ªticamente la visita del Papa han sido varios. Primero, que el anuncio se hizo nada m¨¢s empezar 2015, a?o duro para la econom¨ªa nacional, que arrancaba con un precio del barril de petr¨®leo a menos de 40 d¨®lares, cuando las previsiones presupuestarias contaban con que se mantuviera en los 80. Luego, en abril, en v¨ªsperas de la marcha obrera del 1 de mayo, el presidente junto con la Conferencia Episcopal anunciaron los d¨ªas concretos de la visita papal ¡ªdel 5 al 8 de julio¡ª y poco despu¨¦s el mandatario viaj¨® a Roma para tener una audiencia privada con el Sumo Pont¨ªfice.

Para Machado existe una estrategia pol¨ªtica para utilizar la figura del Papa ¡®progre¡¯ y reposicionar al presidente Correa a nivel regional, adem¨¢s de convertir la visita en un elemento de distensi¨®n en la arena pol¨ªtica nacional. Pero ahora y ante las expresiones de descontento ciudadano, a la que se han apuntado pol¨ªticos de oposici¨®n, el propio Gobierno est¨¢ enrareciendo el ambiente con el supuesto golpe de Estado blando que transforma a los manifestantes en golpistas.