Los mercados castigan el impago de Puerto Rico

El primer impago de la historia de Puerto Rico pas¨® factura este martes al pa¨ªs en los mercados financieros. Los inversores pulsaron el bot¨®n de ventas de los t¨ªtulos con mucha m¨¢s fuerza que el de compra, as¨ª que el precio de la deuda puertorrique?a cay¨® con fuerza. Fue la reacci¨®n esperada despu¨¦s de que el Gobierno no cubriera el lunes un pago y reflej¨® las dificultades que se avecinan para el pa¨ªs libre asociado a EEUU para lograr liquidez de los inversores.

El precio de las obligaciones generales ¨Cun tipo de t¨ªtulo de deuda que los pa¨ªses venden en los a inversores para financiarse- con vencimiento en 2035 baj¨® a 69 c¨¦ntimos por d¨®lar, el nivel m¨¢s bajo en un mes, cuando en su d¨ªa, marzo de 2014, se hab¨ªan vendido a 93 c¨¦ntimos. El inter¨¦s reclamado por los inversores para poner su dinero en la deuda del estado libre asociado de EEUU ya ha alcanzado el 12,2%, seg¨²n los datos manejados por Bloomberg.

Cuanta menos confianza hay en la recuperaci¨®n de un dinero prestado, m¨¢s rentabilidad se exige para dejarlo. Esa es la l¨®gica que agrava la crisis de deuda de los pa¨ªses. Y este, que se ha dado en llamar la Grecia del Caribe, lleva una d¨¦cada de crisis. La deuda p¨²blica fue engordando a la espera de una reactivaci¨®n econ¨®mica que a¨²n no ha dado se?ales de vida.

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro Garc¨ªa Padilla, est¨¢ intentando una renegociaci¨®n de la deuda del pa¨ªs, que alcanza 72.000 millones de d¨®lares y la decisi¨®n de dejar de abonar una vencimiento concreto de 58 millones de d¨®lares (correspondiente a la Corporaci¨®n de Financiamiento P¨²blico, poco protegida, frente a otras que s¨ª se han pagado) es considerado por algunos analistas como un mecanismo de presi¨®n para forzar la reestructuraci¨®n de ese lastre. Los t¨ªtulos impagados no ofrecen mucho margen de reclamaci¨®n porque se supeditan a dotaciones presupuestarias.

¡°Es una mala estrategia porque ahora va a ser mucho m¨¢s dif¨ªcil salir a busca financiaci¨®n que el pa¨ªs necesita¡±, apunta el economista puertorrique?o Gustavo V¨¦lez. ¡°Muchos hedge funds [fondos de alto riesgo] son los que en los ¨²ltimos meses han estado adquiriendo esos bonos a 30 o 40 c¨¦ntimos el d¨®lar en el mercado secundario [donde los inversores compran y venden los t¨ªtulos en su d¨ªa emitidos]¡±, a?ade. Y estos, como recuerdan experiencias como las de Argentina hace un a?o con los fonos buitre, son los m¨¢s duros de pelar en una negociaci¨®n.

Pero el Ejecutivo anunci¨® ya el viernes que no podr¨ªa pagar, el dinero que le queda en la caja se debe destinar primordialmente a cubrir los servicios del estado libre asociado. Mientras, un grupo de trabajo dise?a un plan de reestructuraci¨®n de la deuda ¨Cque traer¨¢n consigo tambi¨¦n ajustes de gasto p¨²blico y medidas fiscales- con la que presentarse ante los acreedores el 1 de septiembre.

Phil Fischer, jefe del equipo de finanzas locales de Bank of America, no entra en cuestiones de estrategia. A su juicio, el mensaje es claro: ¡°Lo que nos ha dicho es que no puede pagar, que necesita una renegociaci¨®n de su deuda, y eso es una forma de impago¡±.

Puerto Rico ha entrado en el bucle lamentable de las crisis de deuda que tanto han castigado a pa¨ªses europeos, sobre todo a Grecia: ¡°Necesitas arreglar tu econom¨ªa para crecer, pero ello debes rebajar tu deuda, y eso es dif¨ªcil sin que haya crecimiento econ¨®mico¡±, a?ade Fischer.

?El Ejecutivo tambi¨¦n intenta que EEUU cambie la ley para que poder acogerse a la ley de quiebras a la que se acogi¨® Detroit en 2013 para declararse en bancarrota.

Aunque eso fuera posible, los ajustes fiscales ¨Cmenos gastos y m¨¢s impuestos- se antojan irremediables para el pa¨ªs. Tras el impago del lunes, el secretario de la Gobernaci¨®n, V¨ªctor Su¨¢rez, afirm¨® que el Ejecutivo no tiene todav¨ªa negociaciones previstas con los acreedores de esos bonos. "Tenemos que terminar el trabajo del plan de ajuste fiscal y econ¨®mico a largo plazo para continuar los trabajos de renegociaci¨®n de deuda de los distintos acreedores¡±.