Grecia como laboratorio
La ola migratoria en las islas junto a la costa turca ofrece ejemplos de lo mejor y de lo peor
Grecia vuelve a ser laboratorio. De s¨ª misma y de Europa. La ola migratoria en las islas junto a la costa turca ya ofrece ejemplos de lo mejor y de lo peor. Lo mejor, la solidaridad de la gente com¨²n, panaderos o pescadores, en islas como Kos: bastantes griegos v¨ªctimas de la austeridad excesiva est¨¢n dando una lecci¨®n de modos, a diferencia de los extremistas y gobernantes h¨²ngaros. Lo peor, los conatos de violencia xen¨®foba en Lesbos, a cargo de algunos sediciosos de Aurora Dorada.
En plena campa?a electoral, un asunto tan caliente y sensible entra?a el riesgo de agudizaci¨®n (m¨¢s que polarizaci¨®n) extrema. En el extremo, es obvio, se fragua como posible reacci¨®n un incremento del brutalismo neonazi. Pero como acaba de demostrar Alemania, los ultras pueden recular. As¨ª sucede cuando un liderazgo fuerte ¡ªcaso de Angela Merkel¡ª recoloca los principios democr¨¢ticos y las obligaciones jur¨ªdicas internacionales (sobre el asilo) en el centro del ¨¢gora. No es tan imposible si esos imperativos enlazan bien, como sucede, con una espont¨¢nea inclinaci¨®n solidaria de los ciudadanos. Una inclinaci¨®n, por lo que tambi¨¦n se va viendo en las ofertas de los espa?oles a sus alcald¨ªas y ONG, m¨¢s r¨¢pida y espont¨¢nea entre los que tienen poco (techo) que entre quienes disponen de mucho (patrimonio).
Muy pronto veremos qu¨¦ otros impactos pol¨ªtico-electorales internos se generan: si los ultranacionalistas de centroderecha (Griegos Independientes) se quieren m¨¢s de centro o m¨¢s nacionalistas, si las distintas izquierdas saben empu?ar esa antorcha¡ Desde al menos la ca¨ªda de Berlusconi todos los sucesos nacionales relevantes y los europeos van cada vez m¨¢s entrelazados. La explosi¨®n euro-humanitaria en Grecia hace de Grecia, pues, laboratorio de s¨ª misma.
Pero tambi¨¦n de toda Europa, porque esta crisis aparece en primer plano, en su perfil m¨¢s despiadado, como una enorme emergencia humanitaria. Que requiere respuestas r¨¢pidas, reparto de tareas y costes, y dinero largo, como se espera hoy de la Comisi¨®n. Pero en sus or¨ªgenes es sobre todo una crisis geoestrat¨¦gica y de seguridad. Solo hallar¨¢ salida en el crisol de una reformulaci¨®n m¨¢s euro-integracionista de las pol¨ªticas de interior (asilo, migraciones), exterior (vecindad, mediterr¨¢nea) y de Defensa.
La moneda ¨²nica y la libre circulaci¨®n de personas plasmada en los acuerdos de Schengen que abolieron las fronteras internas, son los mejores logros de la UE (y junto al programa Erasmus, los m¨¢s simb¨®licos). Azarosamente, Grecia se convierte en piedra de toque para la supervivencia de ambos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.