El laborismo escenifica su divisi¨®n en torno a Corbyn
Las bases y los diputados libran un pulso en el Congreso anual del partido
Dos semanas despu¨¦s de convertirse en l¨ªder laborista con un respaldo sin precedentes, la l¨®gica indica que Jeremy Corbyn acudir¨ªa triunfal al Congreso anual del partido. Pero todo parece desafiar a la l¨®gica desde que antes del verano se desatara la batalla por el liderazgo de la oposici¨®n en Reino Unido. Corbyn llega a Brighton, donde el partido se re¨²ne desde este domingo y hasta el mi¨¦rcoles, con al menos dos retos: demostrar que puede controlar a su partido y convencer de que su prometido ¡°nuevo estilo¡± ¨Co viejo socialismo ahuyentador de votantes, para sus cr¨ªticos¡ª es capaz de devolver al laborismo al poder.
La falsa unidad que asfixi¨® al partido durante el liderazgo de Ed Miliband, cuya dimisi¨®n desencaden¨® el giro a la izquierda que encarna Corbyn, ha saltado por los aires. Ninguno de los cuatro exl¨ªderes laboristas vivos (Kinock, Blair, Brown y Miliband) planea acudir al Congreso. Brighton es ya un pulso entre las dos fuerzas que hoy se disputan el poder en el laborismo: las bases, entre las que Corbyn se impuso con un 60%, y los diputados electos, de los que solo un 10% le apoy¨®.
Sus enemigos conf¨ªan en que el c¨®nclave laborista escenifique el inicio de su ca¨ªda, al comprender la gente que nunca podr¨¢ ser primer ministro. De momento las encuestas les dan la raz¨®n. ¡°Es habitual que tras la elecci¨®n de un nuevo l¨ªder suba el apoyo al partido, por el efecto novedad, y m¨¢s cuando el l¨ªder ha protagonizado un gran movimiento social, como es el caso. Pero no ha sucedido con Corbyn¡±, explica Tony Travers, profesor de Pol¨ªtica en la London School of Economics. Seg¨²n una reciente encuesta, Corbyn es el ¨²nico l¨ªder laborista, al menos desde 1976, que arranca su etapa con una valoraci¨®n negativa entre el electorado general.
Integrar a las bases
Corbyn deber¨¢ demostrar que puede integrar en el partido a esa energ¨ªa joven y ajena a la pol¨ªtica tradicional que le apoy¨®. Convencerlos, como se?alaba este domingo en una entrevista en el Observer, de que ¨¦l es ¡°el representante y el producto de un emergente movimiento democr¨¢tico¡±. El nuevo equipo ya ha anunciado que se dar¨¢ voto en el partido a aquellos m¨¢s de 150.000 simpatizantes que se registraron este verano para participar en la elecci¨®n de l¨ªder pagando solo tres libras.
El l¨ªder necesita sortear las fracturas de un partido dividido hasta en las pol¨ªticas m¨¢s b¨¢sicas. Ha optado por tranquilizar a los d¨ªscolos garantizando la libertad de voto. Pero estos no eludieron la batalla. El propio portavoz de Justicia, Charles Falconer, dijo este domingo que tolerar el desacuerdo est¨¢ bien, pero que el partido debe exhibir una postura com¨²n en econom¨ªa y pol¨ªtica exterior.
Uno de los temas m¨¢s espinosos fue eliminado este domingo de la agenda del congreso. En lo que se interpret¨® como una primera derrota para Corbyn, el partido rechaz¨® votar para definir la posici¨®n laborista sobre el futuro del sistema Trident de submarinos nucleares, a cuya renovaci¨®n se opone radicalmente Corbyn.
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