La acusaci¨®n brit¨¢nica complica el deshielo entre la UE y Rusia
Bruselas y Mosc¨² cumplen casi dos a?os de cerrojazo diplom¨¢tico
El bache que atraviesan las relaciones entre la Uni¨®n Europea y Rusia desde que arranc¨® el conflicto de Ucrania se resiste a quedar atr¨¢s. La responsabilidad directa que atribuye Reino Unido al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en la muerte del esp¨ªa Litvinenko enturbia aun m¨¢s unas relaciones que llevan dos a?os congeladas. Aun as¨ª, el relevante papel que ahora desempe?a Rusia en la escena internacional, con el conflicto sirio pendiente en gran medida de la negociaci¨®n entre Estados Unidos y el Kremlin, protege a Mosc¨² frente a nuevas hostilidades.
La revelaci¨®n brit¨¢nica irrumpe en un momento de enfrentamiento de baja intensidad entre Bruselas y Mosc¨². ¡°Pese a los resultados de esta investigaci¨®n, las relaciones entre la UE y Rusia contin¨²an relaj¨¢ndose. Putin es ahora clave para la estabilizaci¨®n de Siria y, por tanto, para que descienda el n¨²mero de refugiados que llegan a Europa. Y la situaci¨®n en el Este de Ucrania no se ha deteriorado. Con el tiempo, nos moveremos hacia una mayor normalizaci¨®n¡±, analiza Mujtaba Rahman, del laboratorio de ideas Eurasia.
Las tensiones por el encaje de Ucrania en Europa arruinaron el v¨ªnculo entre dos bloques que comparten intereses econ¨®micos y estrat¨¦gicos clave. Tras las masivas protestas que acabaron con el Gobierno de V¨ªktor Yanuk¨®vich en Ucrania por desde?ar el pacto de asociaci¨®n con la UE en favor de Rusia, se instal¨® en Bruselas la desconfianza hacia Mosc¨². La ruptura definitiva se produjo con la anexi¨®n de Crimea, en marzo de 2014, cuando Putin hizo suyo un antiguo territorio que pertenec¨ªa a Ucrania desde 1954.
Bruselas comenz¨® respondiendo con castigos diplom¨¢ticos como anular las cumbres bilaterales y acab¨® sacando la artiller¨ªa pesada: sanciones econ¨®micas que afectan al sector financiero y energ¨¦tico rusos desde julio de 2014, con perjuicios considerables tambi¨¦n para el bloque comunitario. Mosc¨² no se qued¨® de brazos cruzados. Como represalia, vet¨® la entrada de productos agr¨ªcolas europeos y elabor¨® listas negras de pol¨ªticos a los que se impide la entrada en territorio ruso.
En ese contexto, cualquier piedra en el camino se hac¨ªa insalvable. Europa y Rusia han chocado desde entonces en casi todo: el escudo antimisiles que Washington defend¨ªa en el Este, el reforzamiento de la OTAN en este flanco o el estrechamiento de los lazos con Kiev. El acuerdo de libre comercio entre la UE y Ucrania, en vigor desde este a?o, irrit¨® a Rusia, temerosa de perder tracci¨®n econ¨®mica ¡ªpero sobre todo pol¨ªtica¡ª sobre su principal vecino. Aun as¨ª, Mosc¨² accedi¨® a mantener una negociaci¨®n tripartita con Bruselas y Kiev para despejar sus recelos. No se logr¨®.
El avi¨®n derribado
El punto ¨¢lgido de este enfrentamiento se produjo en julio de 2014, cuando un avi¨®n que hac¨ªa la ruta ?msterdam-Kuala Lumpur cay¨® derribado a su paso por el Este de Ucrania. Murieron 298 personas, la mayor¨ªa holandeses, un episodio que hizo visibles para todos los europeos las consecuencias de tener una guerra soterrada a las puertas del bloque comunitario. Aunque la autor¨ªa no est¨¢ aclarada, Holanda concluy¨® que el misil disparado era de fabricaci¨®n rusa.
La situaci¨®n comenz¨® a relajarse a partir del segundo intento de lograr acuerdos de paz entre Rusia y Ucrania, el llamado proceso de Minsk II, firmado hace casi un a?o. La implicaci¨®n de la UE ¡ªparticularmente de Alemania y Francia¡ª en el di¨¢logo de alto nivel con Putin y el presidente ucranio, Petr¨® Poroshenko, y el descenso en picado de las muertes en el Este de Ucrania aplacaron los ¨¢nimos. Y aunque este ¨²ltimo episodio originado en Reino Unido ¡ªuno de los pa¨ªses m¨¢s combativos hacia Rusia¡ª no facilite el di¨¢logo, la posibilidad de un endurecimiento de la relaci¨®n entre los dos bloques parece remota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.