La ofensiva turca contra las milicias kurdas abre un nuevo frente en Siria

Tres d¨ªas consecutivos de bombardeos turcos a las posiciones de las milicias kurdo-sirias al otro lado de la frontera han levantado las alarmas sobre la apertura de un nuevo frente que complica m¨¢s si cabe el revuelto escenario de la guerra en Siria y aleja la posibilidad del alto el fuego pactado para el pr¨®ximo viernes por las potencias implicadas en el conflicto. El r¨¦gimen sirio y Rusia condenaron con dureza la ofensiva turca, mientras Estados Unidos reclama a Ankara que frene los ataques contra los kurdos, que ve como unos ¨²tiles socios en la lucha contra el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s).

¡°S¨®lo hace unos d¨ªas, todos nosotros, incluida Turqu¨ªa, decidimos los pasos a dar para reducir la tensi¨®n y cesar las hostilidades. Estas acciones sobre el terreno, que van en la direcci¨®n opuesta, no son lo que esper¨¢bamos¡±, se quej¨® la alta representante para la pol¨ªtica exterior de la UE, Federica Mogherini, este lunes, solo un d¨ªa despu¨¦s de que EE UU y Francia exigieran a Ankara que detuviese sus ataques.

Sin embargo, tal y como ha dejado claro el primer ministro Ahmet Davutoglu, Turqu¨ªa no dejar¨¢ de disparar sus obuses contra las Unidades de Protecci¨®n Popular (YPG) a menos que este grupo kurdo detenga su avance en el norte de la provincia de Alepo y se retire de las poblaciones conquistadas en los ¨²ltimos d¨ªas. ¡°Las YPG fueron hoy repelidas de los alrededores de Azaz (localidad en manos rebeldes a 6 kil¨®metros de la frontera turca). Si se vuelven a acercar, ver¨¢n nuestra reacci¨®n m¨¢s dura. No permitiremos que Azaz caiga¡±, advirti¨® Davutoglu. Pero la milicia kurdo-siria, que ha aprovechado la ofensiva del r¨¦gimen y los bombardeos rusos para avanzar posiciones, no tiene intenci¨®n de echarse atr¨¢s, explic¨® el l¨ªder de su brazo pol¨ªtico, Saleh Muslim, lo que amenaza con seguir calentando el conflicto.

Ankara lleva meses quej¨¢ndose del apoyo occidental a las YPG ¡ªal que ahora se ha a?adido la ayuda rusa¡ª pues las considera una mera extensi¨®n del grupo armado kurdo PKK, que act¨²a en Turqu¨ªa y al que tanto la UE como EE UU incluyen en su lista de organizaciones terroristas. Los lazos entre ambos grupos son innegables: muchos de los cuadros veteranos de las YPG se han entrenado en las bases del PKK y cientos de milicianos del PKK combaten junto a las YPG en Siria. El Gobierno turco teme adem¨¢s que la presencia de las YPG a lo largo de su frontera sur contribuya a la agitaci¨®n de sus propios kurdos .

La mejor baza

En cambio, desde las capitales europeas y desde EE UU las cosas se ven diferentes y a las YPG ¡ªque son un grupo laico¡ª se las considera como la mejor baza contra el yihadismo. ¡°Los combatientes kurdos han sido los m¨¢s exitosos contra el ISIS en Siria. Les hemos dado apoyo, y ese apoyo continuar¨¢¡±, certificaba recientemente el portavoz del Departamento de Estado de EE UU, John Kirby.

El Ministerio de Exteriores ruso ha reaccionado a¨²n con mayor dureza a los bombardeos de Turqu¨ªa sobre los kurdos en zonas ¡°recientemente liberadas de terroristas¡±, en referencia a facciones como Al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria) y el grupo salafista Ahrar al Sham, que operan en esa zona. Mosc¨² ha amenazado con llevar el tema al Consejo de Seguridad de la ONU, pues, asevera, ¡°la l¨ªnea provocadora de Ankara pone en peligro al mundo y la seguridad de Oriente Pr¨®ximo¡±.

Genevieve Casagrande, del Institute for the Study of War, ve en la posici¨®n del Kremlin una estrategia clara de favorecer a los kurdos para irritar a los turcos: ¡°Rusia busca de manera deliberada explotar las diferencias entre EE UU y Turqu¨ªa por el tema kurdo¡±, escribe la analista.

En una conversaci¨®n con este diario, el columnista turco Yavuz Baydar considera que el Gobierno turco ha ca¨ªdo en la trampa de Rusia, que ha sabido c¨®mo excitar la ¡°tradicional kurdofobia¡± de Ankara y su miedo a que se cree un protoestado kurdo en el norte de Siria: ¡°Turqu¨ªa va a su aire en la coalici¨®n dirigida por EE UU. Y eso lo convierte en parte del problema, m¨¢s que de la soluci¨®n¡±.