El viejo y el nuevo sur de EE UU, con Trump y Rubio a la cabeza, chocan en las primarias de Carolina
El magnate aspira al voto blanco y rural. El senador, a ampliar el espectro racial y ¨¦tnico
Las elecciones primarias republicanas de este s¨¢bado en Carolina del Sur son una pugna entre los llamados Viejo y Nuevo Sur de Estados Unidos.
El Viejo Sur vive del legado de la Guerra Civil: los Estados de la Confederaci¨®n que defend¨ªan la esclavitud. Es mayoritariamente blanco, conservador y rural. Uno de sus s¨ªmbolos de orgullo es la bandera confederada. La ense?a ¡ªun aspa azul con estrellas blancas sobre un fondo rojo¡ª es objeto de intenso debate. Carolina del Sur retir¨® en julio la bandera que ondeaba frente a su Capitolio tras la pol¨¦mica porque el joven blanco que asesin¨® a nueve negros en una iglesia en Charleston apareci¨® en fotograf¨ªas con la ense?a.
El Nuevo Sur es m¨¢s diverso racialmente, urbano, joven y progresista. Refleja una transformaci¨®n demogr¨¢fica visible en esta regi¨®n. Los cambios alteran los equilibrios pol¨ªticos. El Nuevo Sur se aleja del pasado inc¨®modo que encarna la ense?a confederada.
Desde el fin oficial de la segregaci¨®n racial en 1964, el sur de EE UU es un feudo del Partido Republicano. Aqu¨ª, los aspirantes conservadores se sienten en casa. Ganar las primarias de Carolina del Sur suele ser sin¨®nimo de futuros ¨¦xitos: desde 1980, solo un candidato que ha ganado las primarias no ha logrado la nominaci¨®n republicana para las elecciones presidenciales. Tambi¨¦n es un term¨®metro anticipado del respaldo a un candidato en esta regi¨®n: siete de los doce estados que votan el 1 de marzo son sure?os.
Peso demogr¨¢fico negro
Un 13% de la poblaci¨®n estadounidense es negra, seg¨²n los ¨²ltimos datos. En Carolina del Sur, el 28%. En todo el sur, es el 57%, el nivel m¨¢s alto desde 1960, pero a¨²n lejos del 90% de principios del siglo pasado. En Estados Unidos, el voto negro tiende a ser dem¨®crata.
Las primarias de Carolina del Sur son las terceras en el proceso de nominaci¨®n republicano. El primer voto fue en Iowa, donde gan¨® el senador Ted Cruz. El segundo en New Hampshire, en que se impuso Donald Trump.
Los republicanos Trump y Marco Rubio representan la batalla entre el Viejo y el Nuevo Sur. El magnate inmobiliario, de 69 a?os, favorito para ganar en Carolina del Sur, aspira sobre todo al voto del primero. El senador de origen cubano, de 44 a?os, aspira al voto del segundo.
Trump, sin experiencia pol¨ªtica, fundamenta su ventaja en el apoyo de votantes evang¨¦licos (igual que Cruz, segundo en los sondeos), personas sin estudios universitarios y colectivos hastiados con el establishment. Con su ret¨®rica populista, el showman dibuja un pa¨ªs en declive y apela a la nostalgia de un pasado glorioso que se ha difuminado.
¡°Recordar¨¦is el d¨ªa en que dir¨¦is yo estuve ah¨ª cuando Donald Trump dio un discurso, vot¨¦ al d¨ªa siguiente y nuestro pa¨ªs volvi¨® a ganar¡±, dijo el candidato la tarde del viernes en North Charleston, en su ¨²ltimo mitin antes de las primarias.
El mensaje de miedo cala entre sus simpatizantes. En el mitin, casi todos los asistentes eran blancos. Para John Spano, de 49 a?os, la m¨¢xima prioridad es derrotar al yihadismo, al que Trump promete bombardear sin piedad. ¡°Tenemos que sentirnos seguros, con el actual presidente no me siento¡±, dijo Spano.
Rubio ¡ªtercero en los sondeos en Carolina del Sur y en todo EE UU¡ª tambi¨¦n alerta de amenazas existenciales, pero su mensaje es m¨¢s constructivo. Promete un futuro de esperanza y ampliar el espectro de votantes conservadores. En Carolina del Sur, ha recibido el apoyo de dos figuras de la pujante diversidad republicana: la gobernadora estatal, Nikki Haley, y el senador Tim Scott.
Haley, de origen indio y gobernadora desde 2011, impuls¨® la retirada de la bandera confederada frente al Capitolio. Scott se convirti¨® en 2014 en el primer senador negro en ganar una elecci¨®n en el sur desde el fin de la Guerra Civil.
Sus ¨¦xitos electorales han ayudado a cambiar la percepci¨®n de Carolina del Sur como un Estado ajeno a la diversidad demogr¨¢fica de EE UU. Este fue el ¨²ltimo Estado en instaurar ¡ªen el 2000, 17 a?os despu¨¦s de aprobarlo el presidente republicano Ronald Reagan¡ª un d¨ªa festivo para el l¨ªder de los derechos civiles, el reverendo negro Martin Luther King.
Haley y Scott participaron el viernes, junto a Rubio, en un mitin en un gimnasio en una escuela en North Charleston, a pocos kil¨®metros del evento de Trump. El p¨²blico era m¨¢s joven que en el acto del magnate, pero tambi¨¦n era mayoritariamente blanco. La gobernadora enfatiz¨® que la diversidad racial y ¨¦tnica representada por los tres es un reflejo del movimiento conservador del futuro. Se asemeja, dijo, a un ¡°anuncio de Benetton¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.