Disturbios en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la UNAM

Los accesos a la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la UNAM amanecieron bloqueados por un grupo de personas con el rostro cubierto que aseguran que tres de sus compa?eros est¨¢n desaparecidos.?

El grupo quem¨® varios contenedores de basura y un auto de vigilancia para cerrar el paso por el circuito de Ciudad Universitaria. Los involucrados aseguran que uno de sus compa?eros, Jorge Emilio Yorch Esquivel Mu?oz,??fue detenido a las afueras de la universidad la noche del mi¨¦rcoles. De acuerdo con medios locales, la fiscal¨ªa ha confirmado que Esquivel est¨¢ declarando en sus instalaciones.?

La universidad ha detallado en un comunicado que "los encapuchados bloquearon uno de los accesos vehiculares a la Ciudad Universitaria, mediante la colocaci¨®n de contenedores de basura, a los que posteriormente prendieron fuego". Y a?ade: "Golpearon a los vigilantes que ah¨ª se encontraban e incendiaron el recinto y una de las unidades de Auxilio UNAM".

Las entradas y el circuito fueron liberados poco antes de las 10.00 y las clases contin¨²an con normalidad en todo el campus universitario.

Los involucrados son parte del colectivo que tiene tomado el Auditorio Justo Sierra de la UNAM desde 2000. El actual rector,?Enrique Graue, asegur¨® en una entrevista a EL PA?S que habr¨ªa que hablar con los grupos e "intentarlos convencer de que hay que dejar el auditorio porque es una necesidad para toda la comunidad universitaria y tomar las acciones necesarias".

El recinto, m¨¢s conocido como el Auditorio Che Guevara es la patata caliente del nuevo rector, que tom¨® posesi¨®n a finales del a?o pasado. El espacio lleva ocupado desde la huelga que paraliz¨® la universidad m¨¢s grande de Latinoam¨¦rica, entre 1999 y 2000. Este era el centro de operaciones del Consejo General de Huelga y, una vez levantada, los colectivos como la Federaci¨®n de Estudiantes Campesinos Socialistas y miembros del Frente Popular Francisco Villa permanecieron en el auditorio.? Y ning¨²n rector ha conseguido desalojarlo. Cualquier intento, como el de este jueves, ha provocado disturbios y movilizaciones.

El miedo a que se rompa la autonom¨ªa de la universidad con la entrada de la polic¨ªa, sumado a la insuficiente seguridad interna del centro de estudios, ha dejado durante m¨¢s de 15 a?os este lugar en un limbo. Durante las elecciones al nuevo rector, los candidatos favoritos echaron uno a uno balones fuera sobre el tema, sin mojarse en las medidas concretas que llevar¨ªan a cabo: "Hay que?rescatar estos espacios pero siempre desde la prudencia", reconoc¨ªa Gloria Villegas, la directora de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras, el edificio m¨¢s pr¨®ximo al auditorio. "Buscar¨ªa el di¨¢logo con los que son miembros de la Universidad, si todav¨ªa los hay, para persuadirlos de la importancia de que lo devuelvan", explicaba el director de la Facultad de Econom¨ªa, Leonardo Lomel¨ª.

Cualquier rector sabe que tocar el auditorio implica un da?o directo a su imagen: si permiten la entrada de las autoridades, se despertar¨ªan los demonios de la represi¨®n en la universidad; si buscan al cabecilla, el colectivo formado por diferentes grupos anarquistas responder¨ªa con el caos y las im¨¢genes de una universidad violenta. En cualquiera de los casos, el rector no lo tiene f¨¢cil, porque al fin y al cabo dejarlo como est¨¢ s¨®lo pone en evidencia la ineficacia del poder de la instituci¨®n.

Muchos de los alumnos y profesores coinciden en que quienes tienen ocupado el auditorio no forman parte desde hace muchos a?os de la comunidad universitaria. En la cocina del recinto preparan los alimentos veganos que venden en la puerta, un pasillo estrat¨¦gico de venta, por donde pasan los miles de estudiantes que se dirigen a la Facultad de Filosof¨ªa o los que caminan hacia la biblioteca. La directora Gloria Villegas?reconoc¨ªa en una entrevista a este diario que la universidad destina un presupuesto fijo al mantenimiendo del auditorio, se sigue pagando la luz y el agua. Los que lo ocupan s¨®lo tienen que comprar los vegetales y esperar las ganancias de la venta ambulante.

Se le llama Che Guevara desde 1966 en honor al guerrillero y ha sido utilizado para distintas actividades, como conciertos, conferencias, mesas redondas. Ahora se realizan asambleas estudiantiles antes de cada marcha de la universidad. Durante 37 a?os han pasado por ah¨ª las figuras m¨¢s importantes del mundo de la cultura, como Pablo Neruda, Jos¨¦ Saramago y Jaime Sabines.

En 2014 un grupo de encapuchados ingres¨® al auditorio para desalojar a los ocupantes, los que se autodenominan anarquistas. Una revuelta por el control del recinto que provoc¨® graves enfrentamientos a las puertas del edificio. Despu¨¦s de aquello, la UNAM, dirigida por el reci¨¦n nombrado secretario de Salud, Jos¨¦ Narro Robles, pidi¨® la "entrega inmediata del auditorio", suspendi¨® las clases y puso una demanda ante la fiscal¨ªa. No pas¨® nada.

Ante lo sucedido este jueves, la universidad ha pedido de nuevo en un comunicado "la desocupaci¨®n del auditorio Justo Sierra, lugar donde los provocadores se refugian. Hechos como los ocurridos hoy, hacen evidente la naturaleza violenta de su ocupaci¨®n".