Desaf¨ªo a la seguridad y la convivencia

B¨¦lgica ces¨® de bombardear objetivos del Estado Isl¨¢mico (EI, tambi¨¦n conocido como ISIS) en territorio iraqu¨ª a finales de junio de 2015. El pa¨ªs se hab¨ªa adherido a la coalici¨®n internacional contra esa organizaci¨®n yihadista en septiembre del a?o anterior, pero para entonces ya era blanco de los terroristas. Cuando, poco tiempo despu¨¦s de la proclamaci¨®n de su pretendido nuevo Califato, en junio de 2014, el mando de operaciones externas del?EI decidi¨® establecer una red operativa para perpetrar atentados en Europa Occidental, el entorno de Bruselas se convirti¨® en base de la misma. Y en algo m¨¢s.

Es en Bruselas y en ese entorno, en la municipalidad de Molenbeek, donde desde hace m¨¢s de una d¨¦cada existe una subcultura yihadista en el seno de la cual se han venido desenvolviendo con facilidad agentes de radicalizaci¨®n y reclutamiento vinculados a entidades como, por ejemplo, Sharia4Belgium. Recu¨¦rdese que en Molenbeek resid¨ªa y fue detenido el nodo del componente que el Grupo Isl¨¢mico Combatiente Marroqu¨ª (GICM) introdujo en la red del 11-M. Tambi¨¦n donde por primera vez conocida qued¨® constancia escrita, el 19 de octubre de 2003, de la fecha elegida para atentar en Madrid.

No es extra?o que B¨¦lgica sea el pa¨ªs de la Uni¨®n Europea donde la actual movilizaci¨®n yihadista estimulada desde Siria e Irak por el?EI es m¨¢s intensa. Ning¨²n otro ha producido tantos combatientes terroristas extranjeros respecto a su poblaci¨®n total y al tama?o de sus comunidades de ascendencia musulmana. En concreto, 562 a fecha de febrero de 2016, de los que una cuarta parte, seg¨²n las autoridades belgas, habr¨ªan retornado al pa¨ªs. Hace un a?o, en marzo de 2015, el n¨²mero de individuos encarcelados en prisiones belgas por actividades relacionadas con el terrorismo yihadista era de 61, cifra que quintuplicaba la de 2014.

Los atentados del pasado 13 de noviembre en Par¨ªs fueron ideados y planificados en Siria pero preparados en B¨¦lgica. Sin embargo, una ciudad belga, muy probablemente Bruselas, era el blanco inicialmente ambicionado por la red operativa del?EI en Europa occidental. As¨ª qued¨® de manifiesto el 15 de enero de 2015, cuando una operaci¨®n antiterrorista en Verviers desbarat¨® los planes de una c¨¦lula compuesta por no menos de diez terroristas, algunos de ellos combatientes terroristas extranjeros retornados, vinculada con el directorio del EI. C¨¦lula que, como luego se comprob¨®, formaba parte de aquella red operativa.

Atentar en Bruselas, como en Par¨ªs, es intentar que los ciudadanos europeos interioricen el miedo, modifiquen sus conductas y condicionen las decisiones de sus gobernantes. Supone adem¨¢s hacerlo en las capitales de dos pa¨ªses europeos con amplias comunidades musulmanas y muy extendidas segundas generaciones mal acomodadas, una estructura social particularmente vulnerable a la fractura que buscan los terroristas. Hemos de evitar que se difunda la islamofobia sin dejar de ser conscientes del desaf¨ªo que para las sociedades abiertas plantean tanto los yihadistas con sus atrocidades terroristas como los salafistas con sus pr¨¦dicas antidemocr¨¢ticas.

Fernando Reinares es director del Programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico en la Universidad Rey Juan Carlos. Autor de ?Matadlos! Qui¨¦n estuvo detr¨¢s del 11-M y por qu¨¦ se atent¨® en Espa?a (Galaxia Gutenberg).