Francia amenaza con boicotear el tratado de libre comercio con EE UU
Hollande, Valls y su Gobierno endurecen sus cr¨ªticas coincidiendo con la visita de Obama a Europa
Francia encabeza en Europa las posiciones m¨¢s duras ante el pol¨¦mico tratado de libre comercio entre la UE y Estados Unidos, pero en los ¨²ltimos d¨ªas se ha mostrado m¨¢s inflexible. Coincidiendo con la llegada del presidente Barack Obama al Viejo Continente, Fran?ois Hollande y su primer ministro, Manuel Valls, han dicho p¨²blicamente que Francia ¡°se reserva el derecho a decir no¡± si el acuerdo no preserva los intereses franceses. El litigio es un factor de uni¨®n para la dividida izquierda. Esa uni¨®n es la ¨²nica opci¨®n de Hollande para frenar la debacle que todos los sondeos le auguran para las elecciones presidenciales del a?o que viene.
A punto de iniciarse el lunes en Nueva York una nueva ronda del acuerdo transatl¨¢ntico de comercio e inversiones (TTIP en sus siglas en ingl¨¦s), Par¨ªs endurece posiciones. Sus exigencias se concretan en la protecci¨®n de sus intereses agr¨ªcolas y culturales o en la reciprocidad en el acceso a los mercados financieros y contratos p¨²blicos a ambos lados del Atl¨¢ntico.
Si desaparecen los aranceles y se armonizan los controles, Francia teme la masiva llegada a Europa de productos agr¨ªcolas y ganaderos m¨¢s baratos y, adem¨¢s, tratados con hormonas o antibi¨®ticos. Tambi¨¦n condiciona su firma a que, en caso de conflicto entre una multinacional y un Estado, el litigio se resuelva con mayor transparencia. Washington prefiere que se haga a trav¨¦s de un tribunal de arbitraje con miembros elegidos por la empresa y el Gobierno de turno y en sesiones a puerta cerrada. La Comisi¨®n Europea acepta el arbitraje, pero tambi¨¦n pide m¨¢s transparencia.
¡°Francia siempre puede decir no¡±, ha declarado Hollande, que en lunes ver¨¢ a Obama en Hannover en una reuni¨®n a la que tambi¨¦n asistir¨¢n la canciller Angela Merkel y los primeros ministros de Reino Unido e Italia. ¡°Francia ha fijado sus condiciones; si no hay reciprocidad ¡ªlas empresas estadounidenses tienen preferencia por ley en los contratos p¨²blicos en EE UU¡ª, si no hay transparencia, si hay peligro para los agricultores¡, no lo aceptar¨¦¡±.
¡°Estamos extremadamente atentos¡±, ha dicho tambi¨¦n Valls. A las advertencias se ha sumado el secretario de Estado de Comercio, Matthias Fekl, que ha declarado a Reuters: ¡°Francia no aceptar¨¢ un acuerdo a la baja. Si no se avanza, habr¨¢ que suspender las negociaciones¡±.
El contencioso sobre el TTIP se ha convertido en un factor clave en el momento actual de la pol¨ªtica francesa
Buena parte de los gobiernos europeos son poco cr¨ªticos con el TTIP, apoyado por los partidos conservadores y las patronales por los supuestos beneficios que en inversiones y empleos podr¨ªa generar la zona de libre comercio m¨¢s extensa del mundo, que supondr¨ªa el 60% de la econom¨ªa del planeta. Pero la izquierda y los ecologistas ¡ªarmonizar las leyes sobre transg¨¦nicos o fracking es otro motivo de fuerte fricci¨®n¡ª han expresado grandes recelos. Es el caso de los socialdem¨®cratas alemanes, como ha dejado claro el vicecanciller Sigmar Gabriel: ¡°Si EE UU no quiere abrir sus mercados, no tenemos ninguna necesidad de un acuerdo comercial¡±.
A nivel interno, el contencioso sobre el TTIP se ha convertido en un factor clave en el momento actual de la pol¨ªtica francesa. Con una valoraci¨®n m¨ªnima r¨¦cord de Hollande ¡ªentre el 13% y el 15% de apoyo ciudadano¡ª, su candidatura para las pr¨®ximas elecciones presidenciales es puesta en entredicho incluso entre los socialistas del ala cr¨ªtica. Los sondeos coinciden en que no lograr¨ªa ni pasar a la segunda vuelta si los comicios fuera ahora. La segunda ronda la disputar¨ªa la derecha y la extrema derecha.
La ¨²nica opci¨®n de modificar ese panorama es conseguir la uni¨®n de partidos de izquierda y verdes en torno a la candidatura de Hollande. El rechazo al TTIP es un factor clave para intentar esa uni¨®n de la izquierda. Sesenta parlamentarios de izquierda y verdes han suscrito este mes un manifiesto en el que animan a seguir combatiendo el tratado ¡°como lo hace nuestro Gobierno¡±, se?alan, porque Francia no reclama privilegios, sino el respeto a sus derechos.
Los firmantes critican, adem¨¢s, el secretismo con el que se desarrollan las negociaciones entre la UE y Washington. A los eurodiputados que han exigido conocer los textos que se manejan solo se les ha permitido leer documentos, no copiarlos ni fotografiarlos, bajo la atenta mirada de funcionarios. "Los franceses deben saber que no cederemos nada en la defensa de nuestro modelo agr¨ªcola y alimentario. Las vacas hormonadas o los pollos clorados seguir¨¢n qued¨¢ndose en Estados Unidos", afirman los parlamentarios.
El ambiente de precampa?a de las presidenciales francesas coincide con el final de mandato de Obama, en noviembre pr¨®ximo. Para entonces, Washington querr¨ªa ya cerrar un acuerdo y presentarlo como un hito del legado de Obama. Ambas partes se han dado hasta final de julio para comprobar si hay posibilidades reales de pacto. El calendario y la debilidad de Hollande juegan en contra.
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