Pyongyang exhibe su fuerza nuclear
Kim Jong-Un inaugura el esperado congreso del Partido de los Trabajadores con un discurso en el que alarde¨® del poder¨ªo at¨®mico norcoreano
Por costumbre y por necesidad, para aprovechar mejor las horas de luz solar, Corea del Norte es un pa¨ªs que se levanta pronto y se acuesta temprano. Y sin embargo, a tenor de lo que afirman sus ciudadanos, la gran mayor¨ªa trasnoch¨® el viernes para escuchar el discurso con el que su l¨ªder supremo, Kim Jong-Un, defendi¨® el programa nacional de armamento nuclear y dio por inaugurado el esperado congreso del Partido de los Trabajadores, del que se espera que se marque las gu¨ªas econ¨®micas y pol¨ªticas norcoreanas para los pr¨®ximos a?os.
¡°Este discurso seguro que ha atemorizado a nuestros enemigos. Bajo el mando de Kim Jong-un, Corea (del Norte) se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s fuerte¡±, afirma un joven profesor camino del trabajo que se identifica como Park. Seg¨²n ¨¦l, el programa nuclear que defendi¨® el heredero de la dinast¨ªa Kim es imprescindible para garantizar la supervivencia del pa¨ªs: ¡°sin ellas, el imperialismo se acabar¨ªa imponiendo¡±.
En su discurso, que la televisi¨®n estatal norcoreana retransmiti¨® en su noticiario de las 10 de la noche -una hora muy tard¨ªa para el pa¨ªs- el l¨ªder supremo elogi¨® un programa nuclear que ha conseguido, seg¨²n afirm¨®, ¡°¨¦xitos no logrados nunca¡±. La prueba nuclear de enero, la ¨²ltima por el momento, ¡°demostr¨® claramente al mundo entero nuestro infinito poder y nuestro esp¨ªritu indomable¡± pese a ¡°la presi¨®n maligna y las sanciones impuestas por las fuerzas enemigas¡±.
La comparecencia de Kim en el sal¨®n del Palacio de la Cultura 25 de Abril, en el centro de Pyongyang, ante m¨¢s de 3.000 delegados, caus¨® una honda impresi¨®n entre los ciudadanos. No solo por lo que dec¨ªa, sino por el c¨®mo. ¡°Se parec¨ªa much¨ªsimo a su abuelo¡±, afirma Jong Pong-Do, maestra de 70 a?os y residente en el flamante barrio Mirae, reci¨¦n construido para albergar a cient¨ªficos, profesores y otros miembros de la elite intelectual del r¨¦gimen.
Por primera vez desde que lleg¨® al poder, en diciembre de 2011, en la ceremonia Kim luc¨ªa traje occidental y corbata en lugar del traje Mao que se ha convertido en su uniforme no oficial. Un traje oscuro de raya diplom¨¢tica, para ser precisos. A nadie se le pas¨® desapercibida la semejanza con su abuelo, el fundador del r¨¦gimen, Kim Il-sung, para el que vestirse de traje de chaqueta era algo habitual.
El parecido entre abuelo y nieto ha sido siempre llamativo, hasta el punto de que resulta dif¨ªcil en algunas fotograf¨ªas y retratos saber qui¨¦n es qui¨¦n. El joven Kim no desde?a ocasi¨®n para acentuarlo, con el objetivo de reforzar la legitimidad de su mandato.
Dos mujeres vestidas con el traje tradicional o hanbok, que caminan por el centro de Pyongyang, aseguran tambi¨¦n que se quedaron levantadas m¨¢s all¨¢ de su hora habitual para escuchar el discurso. ¡°Admiro tanto a nuestro gran l¨ªder (Kim Il-Sung) que el hecho de que (su nieto) se le parezca me induce mucha confianza en que ¨¦l tambi¨¦n traer¨¢ mucha prosperidad a nuestro pa¨ªs¡±, sostiene una de ellas.
El congreso del Partido de los Trabajadores es tan solo el s¨¦ptimo desde su fundaci¨®n, y el primero que se celebra desde 1980. Todo Pyongyang se ha engalanado para acogerlo, con guirnaldas, banderas rojas, retratos de Kim Il-sung y su hijo Kim Jong-Il, y carteles en los que se leen lemas como ¡°por la victoria, hasta la muerte¡±.
En los parques y los espacios p¨²blicos se puede ver a grupos de centenares de personas que ensayan partes del desfile con el que se celebrar¨¢ el fin de la reuni¨®n. Aunque se calcula que durar¨¢ tres o cuatro d¨ªas, seg¨²n los analistas surcoreanos, hasta el momento se desconoce la fecha precisa de la clausura.
J¨®venes vestidos de camisa blanca y pantal¨®n oscuro ensayan pasos militares al un¨ªsono. Otras mujeres prueban coreograf¨ªas en las que agitan bastones, entre edificios con apariencia de reci¨¦n pintados.
Trabajos forzados
La organizaci¨®n pro derechos humanos Human Rights Watch ha denunciado el uso de trabajo forzoso de la poblaci¨®n en los preparativos para el Congreso. ¡°El congreso del partido al mando es un acontecimiento poco habitual, pero lo hace posible el uso del trabajo forzoso al que miles de norcoreanos an¨®nimos se ven sujetos como parte de su vida diaria bajo el mando abusivo de Kim Jong-un¡±, ha afirmado Phil Robertson, subdirector para Asia de la organizaci¨®n.
Aunque se desconoce casi todo del congreso, desde la duraci¨®n hasta el programa, s¨ª se espera que de ¨¦l salgan pistas sobre la marcha pol¨ªtica y econ¨®mica del pa¨ªs para los pr¨®ximos a?os. Podr¨ªa formalizarse la pol¨ªtica de ¡°byong-jin¡±, que Kim Jong-un ha planteado en los ¨²ltimos tres a?os: hacer progresar el programa nuclear a la par que la econom¨ªa.
Podr¨ªan producirse tambi¨¦n cambios en la jerarqu¨ªa, para rejuvenecer un r¨¦gimen que Kim Jong-un hered¨® de su padre. Es posible que entre una inyecci¨®n de sangre m¨¢s joven en el Comit¨¦ Central del Partido, m¨¢s acorde con la edad del propio l¨ªder supremo, de 33 a?os.
No es descartable tampoco que, para subrayar la importancia que el r¨¦gimen concede a su programa nuclear, durante el Congreso o inmediatamente despu¨¦s Pyongyang lleve a cabo una nueva prueba, la quinta de su historia. Corea del Sur ha advertido en reiteradas ocasiones acerca de esta posibilidad, y la p¨¢gina especializada 38North, de la Universidad Johns Hopkins, ha se?alado el viernes que las im¨¢genes tomadas por sat¨¦lites comerciales muestran actividad en la zona donde Corea del Norte lleva a cabo sus pruebas nucleares. Los movimientos de veh¨ªculos detectados ¡°no suelen verse con frecuencia, excepto cuando se prepara una prueba¡±.
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