Dos adolescentes mueren en un tiroteo en una discoteca de Florida
Los fallecidos ten¨ªan 14 y 18 a?os. La polic¨ªa descarta un motivo terrorista
La violencia armada vuelve a alterar una noche de diversi¨®n en Florida. Dos adolescentes murieron la madrugada del lunes en un tiroteo en una discoteca juvenil en Fort Myers. Hay 18 heridos. La polic¨ªa desconoce los motivos del suceso, pero descarta que sean terroristas. El ataque tiene lugar al mes y medio del perpetrado por un simpatizante yihadista que mat¨® a 49 personas en una discoteca gay de Orlando, el peor tiroteo de la historia de Estados Unidos.
Los fallecidos son Sean Archilles, de 14 a?os, y Ste'fan Strawder, de 18. Ambos eran muy aficionados al baloncesto. El tiroteo tuvo lugar a las 00.30 hora local en el aparcamiento del Club Blue de Fort Myers, en el suroeste de Florida, cuando los padres de los adolescentes que acud¨ªan a la fiesta iban a recogerlos. Los heridos, de entre 12 y 27 a?os, fueron trasladados a un hospital, donde falleci¨® uno de ellos. Hay dos heridos en estado grave.
La polic¨ªa desconoce si una o m¨¢s personas fueron las autoras de los disparos. Tres sospechosos han sido interrogados. La discoteca descarta que qui¨¦n o qui¨¦nes dispararon hubieran asistido antes a la fiesta, cuya tem¨¢tica era sobre trajes de ba?o. Las autoridades investigan si el ataque guarda relaci¨®n con otro ocurrido en la ciudad contra una vivienda y varios veh¨ªculos.
Como sucede tras cada tiroteo en Estados Unidos, se repite un ritual parecido: las autoridades condenan el asalto y honran a las v¨ªctimas; polic¨ªas, periodistas y opini¨®n p¨²blica tratan de indagar en los motivos del atacante y en c¨®mo obtuvo las armas; los responsables del lugar atacado prometen mejorar la seguridad; y afloran voces que piden endurecer la venta de armas, pero les cuesta mucho lograr ese objetivo y las posibilidades de abrir un debate profundo sobre la violencia armada se desvanecen seg¨²n pasan los d¨ªas.
A la espera de conocer los detalles del tiroteo en Fort Myers, lo que s¨ª se sabe es que hubo unos 30 disparos. La discoteca asegura que ten¨ªa personal de seguridad tanto dentro como fuera del local. Pero el n¨²mero de disparos y que esa protecci¨®n fuera insuficiente para evitar el ataque revela el alcance y la dificultad de combatir la epidemia de violencia armada en EE UU, el pa¨ªs del mundo con la mayor proporci¨®n de armas por ciudadano.
Se estima que en la primera potencia mundial hay casi el mismo n¨²mero de habitantes (321 millones) que armas de uso privado, un derecho amparado por la Constituci¨®n y un mantra para muchos estadounidenses. Cada d¨ªa, 297 personas reciben disparos de armas de fuego (89 mueren), seg¨²n un promedio de la Campa?a Brady.
¡°Lo sentimos profundamente por todos los afectados. Intentamos dar a los adolescentes lo que nosotros cre¨ªamos que era un lugar seguro para que pasaran un buen rato¡±, dijeron los responsables de la discoteca de Fort Myers, una localidad costera de 62.000 habitantes.
Como sucedi¨® con la discoteca Pulse de Orlando en junio, el tiroteo en el Club Blue alterar¨¢ para siempre la historia del local -pensando como toda discoteca como un lugar en el que sentirse protegido y desinhibirse- y reforzar¨¢ el temor a la violencia armada entre la opini¨®n p¨²blica.
No es una situaci¨®n nueva en Fort Myers. En octubre de 2015, ya tuvo lugar un tiroteo en una discoteca, en el que muri¨® una persona y seis resultaron heridas durante una fiesta de disfraces de Halloween.
¡°Esquivando balas y corriendo¡±
"Esquivando balas y corriendo, agach¨¢ndose entre coches. Es rid¨ªculo que estos chicos tengan que pasar por esto. No pueden disfrutar", dijo a medios locales Syreeta Gary, cuya hija y su amigo (que result¨® herido de bala en la pierna) vivieron in situ el tiroteo en el aparcamiento de la discoteca de Fort Myers.
Un testimonio lo describi¨® como "una casa de locos", en la que la gente corr¨ªa desesperadamente tratando de protegerse mientras se o¨ªan lloros y llamadas de p¨¢nico. Otro explic¨® que los asistentes gritaban sus nombres para comunicar que estaban vivos.
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