Obama conf¨ªa en Clinton para frenar la amenaza de Trump
"El Partido Dem¨®crata est¨¢ en buenas manos", dice el presidente en un discurso patri¨®tico y optimista
El mando del Partido Dem¨®crata cambi¨® de manos este mi¨¦rcoles por la noche cuando Hillary Clinton subi¨® al escenario junto a Barack Obama y ambos se abrazaron mientras miles de personas aplaud¨ªan en pie. ¡°Gracias por este viaje incre¨ªble¡±, acababa de decir el todav¨ªa presidente en el pabell¨®n de Filadelfia donde se celebra la convenci¨®n dem¨®crata. Era el principio del fin de una ¨¦poca, los dos mandatos y ocho a?os de Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos. ¡°Que contin¨²e¡±.
El abrazo sell¨® el traspaso de poderes entre Obama y la candidata dem¨®crata, su antigua secretaria de Estado, que aspira a sucederle tras las elecciones presidenciales de noviembre. En un discurso muy patri¨®tico, en el que cit¨® al icono republicano Ronald Reagan, Obama contrapuso su visi¨®n optimista de un pa¨ªs que progresa, pese a las dificultades, con la visi¨®n tenebrosa del candidato del Partido Republicano ante Clinton, Donald Trump.
Obama present¨® a Clinton, su rival en las primarias dem¨®cratas de 2008, como la mejor garante de que su legado ¡ªla reforma sanitaria, el crecimiento econ¨®mico y la reducci¨®n del desempleo, el multilateralismo en pol¨ªtica internacional¡ª se preservar¨¢. Conf¨ªa en ella, explic¨®, porque la ha visto trabajar y sabe que, desde el primer d¨ªa, estar¨¢ lista para ejercer de comandante en jefe. Ve en Clinton la candidata que conecta con los ideales americanos que Trump vulnera con su ret¨®rica xen¨®foba y su nostalgia de una naci¨®n que nunca existi¨®.
Lo que est¨¢ en juego, en opini¨®n del presidente, es m¨¢s que una alternativa entre dos partidos con programas distintos: EE UU afronta en noviembre una decisi¨®n no entre izquierda y derecha sino casi existencial, en la que est¨¢n en juego los valores norteamericanos e incluso la democracia. De un lado, argumenta Obama, una pol¨ªtica experimentada y fiable: m¨¢s que ning¨²n otro candidato en la historia, dijo. Del otro, un magnate exc¨¦ntrico, muy alejado de la idea de EE UU como pa¨ªs diverso e incluyente que tiene el optimismo en su ADN. Un hombre que "s¨®lo ofrece esl¨®ganes y miedo", un "demagogo aut¨®ctono" que ha despreciado a las fuerzas armadas, que elogia al presidente ruso Vlad¨ªmir Putin y al dictador iraqu¨ª Sadam Hussein, y que amenaza con abandonar las alianzas internacionales. Un ¡°salvador autodeclarado que promete que ¨¦l s¨®lo restaurar¨¢ el orden", dijo Obama, algo que, continu¨®, pone en peligro los valores democr¨¢ticos de EE UU pero que est¨¢ abocado al fracaso.
Obama vaticina que Trump perder¨¢ en noviembre porque no entiende EE UU y menosprecia al pueblo norteamericano. "No somos un pueblo fr¨¢gil y miedoso", dijo.
Los discursos de Trump, la semana pasada en la convenci¨®n republicana que le coron¨® en Cleveland, y el de Obama en Filadelfia son la historia de dos pa¨ªses, o mejor, de dos galaxias distantes y sin puntos de conexi¨®n. Buena parte del discurso de Obama fue un intento de desmontar el retrato apocal¨ªptico de EE UU como una "escena del crimen" y un pa¨ªs dividido, en vez de "la ciudad brillante sobre la colina" que en su discurso de despedida, en enero de 2009, cit¨® Reagan.
Obama dijo que "el resentimiento, y la culpa, y la irritaci¨®n, y el odio" que se escucharon en Cleveland no tienen nada que ver con los Estados Unidos reales. "Esta no es la Am¨¦rica que conozco", dijo. Y reivindic¨® un americanismo, un patriotismo norteamericano, en el que la humildad y la cortes¨ªa, la amabilidad y el respeto, sean valores esenciales, capaces de atraer y congregar a personas de todo el mundo, valores no exclusivos de ninguna etnia.
"Con los a?os, Am¨¦rica ha cambiado. Pero estos valores que mis abuelos me ense?aron no han desaparecido. Son tan fuertes como siempre, todav¨ªa apreciados por personas de todos los partidos, razas y fes", dijo tras evocar a su familia materna, blancos de Kansas que emigraron a Haw¨¢i y que por su origen geogr¨¢fico y su perfil racial podr¨ªan asimilarse a los votantes de Trump.
"Lo que nos hace americanos es lo que est¨¢ aqu¨ª", dijo se?al¨¢ndose el coraz¨®n. "Por eso cualquier persona que amenace nuestros valores, sean fascistas o comunistas o yihadistas o demagogos aut¨®ctonos, al final siempre fracasar¨¢".
El mensaje de Obama: Trump denigra EE UU cuando dice que ha dejado de ser un gran pa¨ªs, y con Trump, el partido de la patria y la bandera, el del llamado excepcionalismo americano, ha dejado de ser el Partido Republicano y hoy es el Partido Dem¨®crata. Hillary Clinton, que este jueves aceptar¨¢ la nominaci¨®n, es la encargada de liderarlo. "Tengo confianza en que, mientras abandono el escenario esta noche, el Partido Dem¨®crata est¨¢ en buenas manos".
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