Lo que Trump se llev¨®
Lo ¨²nico que importa y satura tendencias es que nada parece da?ar el fen¨®meno del magnate
Tras el empate t¨¦cnico en los sondeos entre Hillary Clinton y Donald Trump, se ha desatado un hurac¨¢n de emociones y un vuelco pol¨ªtico que est¨¢ dej¨¢ndonos sin referentes para analizar los ¨²ltimos acontecimientos. Nadie sabe si el pueblo estadounidense cometer¨¢ el suicidio colectivo de llevar el caos a la Casa Blanca, pero mientras se define ese panorama es conveniente hacer un recuento de las situaciones que estamos viviendo.
Al parecer no importa que el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, le miente la madre a Barack Obama. No importa que el presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, se caiga y se quede cojo por la renuncia de su secretario de Hacienda, Luis Videgaray. No importa que los espa?oles tengan que esperar a las elecciones del Pa¨ªs Vasco y Galicia para poder formar Gobierno. No importa que una parte de Italia se haya derrumbado. No importa lo que est¨¢ pasando en la Uni¨®n Europea. Lo ¨²nico que de verdad importa y satura mentes, peri¨®dicos y tendencias es que nada parece da?ar el fen¨®meno Trump. El empresario neoyorquino sigue adelante destruyendo paradigmas, destrozando el lenguaje y demostrando, primero a sus conciudadanos, y despu¨¦s al mundo, que todo lo que cre¨ªamos haber avanzado y conquistado en los ¨²ltimos 60 a?os era pura ficci¨®n.
Lo pol¨ªticamente correcto se est¨¢ yendo por el vertedero de la Historia. Y ahora Trump se atreve incluso a declarar que el l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin (una bestia negra para EE UU), es mejor que el propio Obama, al que por cierto en 2011 persigui¨® y oblig¨® a mostrar su certificado de nacimiento para que certificase que, a pesar de llamarse Barack Hussein, hab¨ªa nacido en Hawai y ten¨ªa derecho a sentarse en el Despacho Oval. En ese contexto, ?qu¨¦ pasa con la campa?a de Hillary Clinton y qu¨¦ le pasa al mundo?
Trump se atreve incluso a declarar que el l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin, es mejor que el propio Obama
La carrera presidencial de la candidata dem¨®crata ya suena vieja, pol¨ªticamente correcta, y se la relaciona con la incapacidad de los think tank y los centros universitarios para prever la crisis econ¨®mica de 2008. Mientras, Trump representa una rebeli¨®n que se ha desarrollado en las redes sociales. Y pese a que el pionero en esas t¨¢cticas fue Obama, pero desde otro signo, ahora ese proceso electoral se basa en el rechazo, en el cuestionamiento y en el fin de la clase pol¨ªtica estadounidense.
Al parecer los estrategas electorales de Clinton nunca entendieron que los 11 millones de seguidores que el multimillonario neoyorquino tiene en Twitter representaban una excelente plataforma para convocar a lo peor de la sociedad estadounidense y para que el aullido de la frustraci¨®n, el odio y el rencor hacia aquellos que desataron la crisis financiera, tuviera un cauce, un gu¨ªa y una capacidad sin l¨ªmites para pasar del insulto en redes a la acci¨®n pol¨ªtica destructiva. En ese sentido, es un canalizador de la frustraci¨®n que no propone, sino que insulta, un personaje que, adem¨¢s, no pertenece al sistema, pero que s¨ª es como otros empresarios que han llegado a la pol¨ªtica -como el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg- aunque, a diferencia de ellos, el magnate no hace p¨²blica su declaraci¨®n de impuestos, ni gasta su dinero. Y as¨ª, observando el mundo a trav¨¦s de la lente de la desolaci¨®n Trump, ya casi nada tiene importancia. Porque nadie sabe qu¨¦ tipo de pol¨ªtica trae en la cabeza -si es que trae alguna- como ha dicho Clinton al se?alar, entre otras cuestiones, que el plan secreto del candidato republicano contra el ISIS es tan secreto que sencillamente no existe.
No s¨¦ si Trump sabe que existe la Uni¨®n Europea y tampoco tengo claro cu¨¢l es su proyecto para Am¨¦rica Latina y el resto del mundo, pero lo que de verdad resulta estremecedor es que este representante de la nada est¨¢ arruinando el mapa pol¨ªtico y nos lleva a una pregunta inquietante: ?Ser¨¢n capaces los pol¨ªticos de construir un muro de contenci¨®n frente a esa furia y a ese ruido que arrasa con todo? Porque en todo este proceso hay v¨ªctimas visibles, e invisibles, que Trump tambi¨¦n se llev¨®.
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