Trump vuelve a imaginar actos de violencia contra Clinton
¡°Sus guardaespaldas deber¨ªan desarmarse¡±, dice para criticar la pol¨ªtica dem¨®crata ante las armas
El republicano Donald Trump ha vuelto a evocar escenarios de violencia pol¨ªtica en un pa¨ªs en el que circulan millones de armas de fuego, y que ha visto morir por disparos a presidentes y candidatos presidenciales. En un mitin en Miami, el viernes por la noche, Trump imagin¨® qu¨¦ ocurrir¨ªa si su rival dem¨®crata, Hillary Clinton, perdiese la protecci¨®n de los agentes del Servicio Secreto, el cuerpo policial federal que la protege a ella y a ¨¦l mismo.
La hip¨®tesis sirve al republicano para denunciar la supuesta hipocres¨ªa de Clinton. Sostiene que, puesto que Clinton es contraria al derecho a portar armas, protegido por la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n, debe renunciar a las armas que le protegen.
Es un argumento falso, porque Clinton, al contrario de lo que afirma Trump, no propone abolir la Segunda Enmienda. La posici¨®n de Clinton es otra. Quiere reforzar la regulaci¨®n que afecta al comercio y la posesi¨®n privada de las armas de fuego. De ning¨²n modo propone que las fuerzas policiales p¨²blicas tengan que desarmarse.
¡°Creo que sus guardaespaldas deber¨ªan dejar todas las armas. Deber¨ªan desarmarse. Inmediatamente. Veremos qu¨¦ le ocurre a ella. Quit¨¦mosles las armas. De acuerdo. Ser¨¢ muy peligroso¡±, dijo Trump.
Este tipo de insinuaciones equ¨ªvocas no son nuevas en Trump. En agosto, dio a entender que ¡°las personas de la Segunda Enmienda¡± ¡ªes decir, los defensores del derecho a portar armas¡ª pod¨ªan actuar para impedir la elecci¨®n de Clinton. La frase se interpet¨® como un llamamiento sutil a la violencia, aunque tambi¨¦n pod¨ªa entenderse como un llamamiento a la movilizaci¨®n en las urnas.
Los comentarios de Trump siempre son suficientemente ambiguos y vagos como para permitirle desecharlos despu¨¦s como un sarcasmo, o una frase malinterpretada. Lo inusual, en comparaci¨®n con otras campa?as, es que sea un candidato a la Casa Blanca el que lance estas insinuaciones.
El candidato republicano pronunci¨® estas palabras el mismo d¨ªa en que, despu¨¦s de cinco a?os difundiendo la teor¨ªa conspirativa de que Obama no hab¨ªa nacido en Estados Unidos, acept¨® que no es as¨ª. Al distanciarse de esta mentira, lo hizo con otra mentira: que fue Clinton quien inici¨® la teor¨ªa conspirativa.
La misma declaraci¨®n del viernes en Miami es una variaci¨®n de un estribillo que Trump y el lobby de las armas, la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, usan con frecuencia. El razonamiento, que encuentra un p¨²blico receptivo entre muchos votantes conservadores, es el siguiente. Si Clinton, el presidente Barack Obama y otros pol¨ªticos partidarios de la regulaci¨®n de las armas de fuego est¨¢n protegidos por armas de fuego, ?por qu¨¦ el resto de ciudadanos no tiene derecho a protegerse tambi¨¦n?
¡°Donald Trump, el nominado republicano para presidente, presenta un patr¨®n recurrente de incitar a las personas a la violencia¡±, dijo Robby Mook, gerente de la campa?a de Clinton. ¡°Tanto si lo ha dicho para provocar a los que protestan en un mitin, como si lo ha dicho a la ligera, o incluso como un chiste, es una cualidad inaceptable en alguien que aspira al trabajo de comandante en jefe¡±.
A falta de menos de dos meses para las elecciones presidenciales, el republicano ha recortado la ventaja de la dem¨®crata en los sondeos. Algunos muestran un empate.
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