Argentina identifica los restos de una espa?ola desaparecida durante la dictadura
El ADN confirma el hallazgo de los restos de Azucena Bermejo, secuestrada embarazada en 1976
El 2 de noviembre de 1976, dos horas despu¨¦s del mediod¨ªa, un grupo comando de hombres encapuchados secuestr¨® en un barrio de la ciudad de Tucum¨¢n a Azucena Bermejo, una estudiante de geograf¨ªa de 23 a?os que se encontraba embarazada de cuatro meses. Los militares en el poder tambi¨¦n se llevaron a su esposo, Jorge Osvaldo Rondoletto, a su cu?ada y a sus suegros. Nunca m¨¢s volvieron. Cuando faltan poco m¨¢s de dos meses para que conmemoren 40 a?os de la desaparici¨®n de Azucena, el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense ha identificado sus restos en el pozo de Vargas, la mayor fosa clandestina de Argentina.
Tom¨¢s Bermejo ten¨ªa 19 a?os cuando secuestraron a su hermana. Ayer viaj¨® desde Tucum¨¢n para lo que ser¨ªa el homenaje que cada a?o, a finales de septiembre, la embajada de Espa?a en Buenos Aires celebra para recordar a las v¨ªctimas espa?olas de la dictadura, unas 100, seg¨²n una cifra que no pudo ser a¨²n establecida con exactitud. ¡°Dos d¨ªas antes de viajar me lleg¨® la noticia de que hab¨ªa sido identificada¡±, dijo Bermejo. ¡°Fue como algo ca¨ªdo del cielo. A principios de a?o identificaron a su familia pol¨ªtica, a los Rondoletto, pero no esper¨¢bamos que tambi¨¦n encontrar¨ªan a Azucena¡±, agrega. Con ella, son 6 los espa?oles desaparecidos identificados por los forenses, de una lista que se inici¨® en 2009.
Azucena fue la ¨²nica espa?ola -naci¨® en Salamanca- que en el momento de ser secuestrada estaba embarazada. La posibilidad de que haya dado a luz en cautiverio es alta, sobre todo por los antecedentes de unos 500 beb¨¦s que, se calcula, han nacido en los centros clandestinos de detenci¨®n tras las largas sesiones de tortura sufridas por sus madres. Los militares idearon un plan sistem¨¢tico mediante el cual entregaron esos ni?os en adopci¨®n, la mayor¨ªa de las veces a matrimonios de militares. Las Abuelas de Plaza de Mayo han logrado identificar a 117 de esos beb¨¦s robados, hoy hombres y mujeres que han recuperado su verdadera identidad. Pero el caso de Azucena es, por ahora, un misterio porque no hay testimonios que acrediten que haya parido durante su detenci¨®n. ¡°Podremos usar el perfil gen¨¦tico de Azucena para buscar a su hijo. El problema es que hoy no podemos saber si ese ni?o naci¨® o no, porque en el pozo los restos est¨¢n todos mezclados, sin orden, como iban cayendo desde la superficie, y no podemos tener la fecha de su muerte¡±, explic¨® Mercedes Salado Puerto, miembro del equipo forense presente en el homenaje en la embajada espa?ola.
El pozo de Vagas fue construido a principios del siglo XIX para abastecer de agua a las m¨¢quinas de vapor del ferrocarril. ¡°Tiene unos 35 metros de profundidad y cuatro de di¨¢metro¡±, explica Salado Puerto. Los militares arrojaron all¨ª a las v¨ªctimas del terrorismo de Estado en Tucum¨¢n, una provincia ubicada a 1.200 kil¨®metros al norte de Buenos Aires y epicentro de una de las olas represivas m¨¢s duras de la dictadura. Los trabajos de los forenses en el pozo se iniciaron en 2002. Desde entonces recuperaron los restos de 117 personas, de los cuales 88 ya fueron identificados mediante ADN, el ¨²ltimo de ellos el de Azucena. ¡°Los restos est¨¢n mezclados y eso hace complejo recuperarlos e identificarlos. Adem¨¢s hay que intentar reconocer todo lo que se puede para poder entregar algo a las familia, reconstruir el cuerpo a pedacitos¡±, dice la forense.
En 2005, Mar¨ªa Consuelo Casta?o, ¨²nica espa?ola detenida desaparecida que sobrevivi¨® a la dictadura y actual presidenta de la Comisi¨®n de desaparecidos espa?oles en Argentina, viaj¨® a Tucum¨¢n para contactarse con la familia de Azucena. All¨ª conoci¨® a Tom¨¢s, quien le cont¨® la historia de su hermana. ¡°Fue tanto el impacto del encuentro en Tucum¨¢n que cuando volvimos hicimos una campa?a pidiendo por Azucena. Preguntamos por internet: ¡®Si creen que el caso de Azucena debe quedar en el olvido no firmen la adhesi¨®n¡¯. Las firmas llegaron desde todo el mundo y la cantidad fue impresionante. El premio m¨¢s grande ha sido identificarla. Buscar el paradero es encontrar la verdad. Tom¨¢s puede decir ahora que cierra la historia de Azucena¡±, dijo Casta?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.