El centro del dolor sale de cuidados intensivos
El Hospital Militar de Bogot¨¢ ha pasado de recibir unos mil pacientes al a?o a menos de cien por la reducci¨®n del conflicto
La Columna M¨®vil Te¨®filo Forero, una especie de unidad de ¨¦lite de las FARC, es la responsable de algunas de las mayores atrocidades que la guerrilla ha cometido durante 52 a?os. Contra este batall¨®n, dirigido por alias El Paisa, y coordinado desde el Bloque Sur, el que durante d¨¦cadas manej¨® gran parte del narcotr¨¢fico por su cercan¨ªa con Per¨² y Ecuador, realizaba operaciones en mayo de 2009 el soldado Jairo Alberto ?lvarez. El 13 de mayo de aquel a?o, en una incursi¨®n por las selvas del pa¨ªs, accion¨® un artefacto explosivo. Los siguientes 20 d¨ªas fueron una lucha constante por tratar de salvar la pierna izquierda. Una combate que ?lvarez no pudo ganar. La mina, adem¨¢s del explosivo y la metralla, ten¨ªa material fecal y cianuro, dos bacterias que hicieron cualquier esfuerzo in¨²til. Los m¨¦dicos decidieron amputar.
El soldado, ahora en labores administrativas aunque a¨²n en activo, sigue con su recuperaci¨®n el Hospital Militar de Bogot¨¢. A primera vista, su andar no representa mayores dificultades, pero la pr¨®tesis le acompa?ar¨¢ de por vida, al menos cada tres a?os deber¨¢ regresar al centro para una revisi¨®n. Junto a ¨¦l, otros soldados hacen ejercicios, ven c¨®mo les ajustan las pr¨®tesis. Pocos bromean, las sonrisas son espor¨¢dicas, predominan las miradas perdidas, el ce?o fruncido, el gesto serio. ¡°El dolor f¨ªsico es intenso, pero la parte psicol¨®gica es muy dura. Usted sabe que ha perdido parte de su cuerpo, y que ya no va a volver¡±, asegura, con la pierna derecha en el suelo y la pr¨®tesis sobre una silla.
Durante d¨¦cadas, el Hospital Militar atendi¨® a las v¨ªctimas de la Fuerza P¨²blica en el conflicto. Un centro del terror que llegaba a recibir unos cuatro pacientes al d¨ªa con lesiones serias. En los ¨²ltimos a?os del proceso de paz, pas¨® de atender unos 1.000 heridos al a?o a no m¨¢s de 60. En el Pabell¨®n de los Intr¨¦pidos, una traducci¨®n literal del ingl¨¦s que bien hubiese valido la pena convertirlo en Pabell¨®n de los Valientes, una enorme escultura recuerda el pasado no tan lejano de la instituci¨®n. En los pasillos, apenas hay rastro de los heridos en combate. Uno podr¨ªa pensar que camina por cualquier hospital del mundo donde el olor incluso suele ser el mismo.
En la sala de ortopedias el panorama cambia. La mayor¨ªa de los que acuden a diario o hacer revisi¨®n de sus pr¨®tesis son mutilados por explosi¨®n de minas antipersona. Durante las tres ¨²ltimas d¨¦cadas de conflicto, m¨¢s de 11.000 personas han sido v¨ªctimas (2.000 muertos, el resto heridos; el 10%, ni?os). El Gobierno y las FARC se comprometieron a trabajar conjuntamente para desminar el pa¨ªs.
El doctor Ricardo Uribe, director del servicio de Trauma del Hospital Militar, no puede esconder la satisfacci¨®n por la reducci¨®n del conflicto. Le ha tocado coordinar las mayores cat¨¢strofes del pa¨ªs y supervisar aut¨¦nticas carnicer¨ªas en los cuerpos de los soldados. No cree que solo se haya ganado por ese lado. Uribe destaca tambi¨¦n la reducci¨®n de los costos. ¡°Los estudios apuntan a que una v¨ªctima de combate puede suponer al Estado entre 40.000 a 100.000 d¨®lares solo en la atenci¨®n hospitalaria. Despu¨¦s, tienen que venir a revisiones cada cierto tiempo. Adem¨¢s, todos los heridos cuentan con indemnizaciones que da el Estado por la p¨¦rdida de extremidades u ¨®rganos. Algunos, de hecho, quedan pensionados. Lo que se va a ahorrar a partir de ahora ir¨¢ destinado a otro tipo de mejoras necesarias.
Pocos de los lisiados quieren pronunciarse sobre el plebiscito del pr¨®ximo domingo. Muchos de ellos, al estar en activo, no podr¨¢n votar. Predomina una sensaci¨®n agridulce. Unas ganas de mirar hacia delante que se transforman en cierta medida cuando se detienen ante su amputaci¨®n. ¡°No haber tenido en cuenta el factor emocional en el tratamiento no permite tener una evoluci¨®n exitosa¡±, explica ?ngela Mar¨ªa B¨¢ez, psic¨®loga del centro.
Gabriel Abreu tiene 25 a?os. Desde hace seis le falta media pierna izquierda. ¡°Guardo mucho rencor, en el conflicto armado ellos son nuestros enemigos. Asumir que a usted le han quitado una pierna no es f¨¢cil¡±. Ninguno rechaza la negociaci¨®n de la paz, pero recurren constantemente a que se necesite ¡°una paz justa¡±, aunque dan por hecho que eso puede ser un ox¨ªmoron. V¨ªctor Manuel Vera es uno de los pocos mutilados que no perdi¨® una pierna por una mina. Sufri¨® una emboscada de la guerrilla en la que murieron dos de sus compa?eros. ?l qued¨® herido en una pierna. La dificultad a la hora de ser trasladado le hizo perder mucha sangre. No hubo otra salida que amputar. ¡°Yo no guardo rencor, lo ¨²nico que quiero es que piensen que lo que han hecho estuvo equivocado, que se unan a la tranquilidad de la paz, que todos somos colombianos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.